Capítulo LXXXVIII: Calidez familiar

137 17 0
                                    

Los padres de Seonghwa y sus abuelos charlaban y reían, al mismo tiempo que disfrutaban de la música de fondo.

Taemin y Hyungsik hablaban como si hubiesen sido mejores amigos en la secundaria y no se hubieran visto en años.

Junhyuck y Bom se divertían alrededor de la casa. De vez en cuando se cruzaban por la sala, logrando que los adultos los mirasen con cariño.

Minho y Chan disfrutaban de hablar sobre cosas sin sentido, mientras Seonghwa acotaba con algún que otro comentario de vez en cuando.

Y por primera vez en lo que había parecido mucho tiempo, me sentí en casa.

Aquella familia, a pesar de no conocerme, me hicieron sentir bienvenido y... No lo sé, tan diferente de como me había sentido el último tiempo.

Claro que adoraba estar con los chicos, aquél era mi lugar, junto a ellos.

Con Yunho y Mingi siendo inseparables, los que daban energía al grupo; con Wooyoung y San siendo como los pequeños de nuestra familia, de vez en cuando riendo y gritando por la casa; con Yeosang y Jongho siendo quienes tomaban la responsabilidad por nosotros tantas veces y siendo aquellos que lograban poner nuestros pies en la tierra cuando flotábamos demasiado; y con Seonghwa, que era una de las pocas personas que había estado siempre, que me había comprendido cuando ni yo podía hacerlo, aquel que me había consolado en los peores momentos y aquel que me miraba como si fuese lo más preciado del mundo para él.

- Hey, ¿en qué piensas? - Seonghwa posó su vista sobre mí, dejando de prestar atención a la conversación que mantenían sus primos.

- ¿Qué? Oh, uh... Nada, son estupideces, no me hagas caso. -

- Pues dime en qué estupideces piensas. - giró su cuerpo hacia mí y apoyó su mentón sobre su mano, esperando que comience a hablar.

- Es solo que... Hace tiempo no me sentía así, ¿sabes? Tu familia es genial, en verdad me encanta estar aquí. Siento que estoy en casa, no sé, es extraño. No me siento como cuando voy a casa, con mis padres, y con Heeseul, sino mejor. Es como si... No sé, la calidez del hogar, todos ellos. Nunca fue fácil para mí conocer personas, y creo que lo sabes bien. Pero ellos acaban de conocerme y simplemente siento como si también fueran mi familia. -

- Es que lo son, Joong. Les encantas, y de ahora en más debes tener en claro que eres uno de los nuestros. Un sobrino más, un primo más, un nieto más... Un hijo, en caso de papá y mamá. - rió.

- No es tan fácil, Hwa... Pero quiero decir, sabes que las cosas en casa nunca fueron de lo mejor. Papá y yo solemos pelear bastante, el ambiente siempre está tenso. - Seonghwa asentía a medida que yo hablaba. - Pero aquí las cosas son diferentes. Todos disfrutan de cada momento juntos, se nota cuánto se quieren y lo bien que se llevan, y a lo mejor me siento extraño porque no encajo aquí. - hablé con la mirada baja.

- Hongjoong, mírame. - habló Seonghwa sin despegar su mirada de mis ojos. - Joong, vamos, mírame. - tomó mis manos por debajo de la mesa e hizo que lo viera. - Te adoran. De verdad. Lo sé, tal vez las cosas no fueron fáciles al conocer otras personas, pero ellos te aceptaron como parte de la familia porque lo eres. Porque eres lo más importante en mi vida y porque eres una de las mejores personas que van a conocer en las suyas. ¿Lo entiendes? -

- No lo entiendo, no es así. -

- No voy a lograr que lo entiendas porque llevo un tiempo conociéndote y sé que no vas a cambiar si te lo digo yo, ¿pero por qué no quieres ver lo que ellos demuestran que piensan sobre ti? - acarició mi cabeza. - Mira, sé muy bien lo que te dijo mi primo hace un rato. Pasó demasiado tiempo con Bogum. - una risa escapó de mis labios. - Y él mismo te dió su "aprobación", porque eres una persona increíble y te mereces el mundo. -

- Pero... -

- Esa mujer que se hace llamar mi abuela ya te adoptó. Mamá y papá también están felices porque les gustas de verdad. Mi hermano podría haber sido el más complicado, pero no fue así porque prácticamente "lo compraste" sin esfuerzos. -

- Pues si tú lo dices... -

- Sí, lo digo yo. Puedo asegurarte que todo lo que dije es verdad porque estuve luchando internamente por dejarte en paz desde que te conocí, pero eres tan angelical que fue imposible. -

- Ya cállate Park. - Seonghwa volvió a reír y me abrazó.

- ¿Estás cansado, Joong? Ya es tarde, ¿qué te parece si volvemos a casa? Tal vez mamá y papá se queden aquí un rato más. -

- Si quieres ir sí, vamos. -

- Bien, solo despidámonos del resto. - sonrió y se levantó, para luego pasar por cada uno de sus familiares y despedirse de ellos.

"Espero verte más seguido" y "gracias por venir" fueron algunas de las frases que recibí antes de salir de la casa tomado de la mano de Seonghwa. Aquella mujer que tan solo algunos minutos antes me había dado la confianza para contarle lo que había pasado con mi novio había vuelto a darme un cálido abrazo, reforzando aquél sentimiento hogareño sobre el que había hablado con el rubio.

- Bah, no digas eso... - un bostezo terminó por salir de mis labios.

- Debes estar cansado, ¿verdad? Y-yo... Sigo sin poder creer que hayas venido hasta aquí. Sé que las cosas no estaban especialmente bien, pero en verdad no esperaba verte por aquí. -

- Yah, Park Seonghwa, no puedo simplemente dejar las cosas como estaban. ¿Sabes? Al principio me sentí un idiota por hacerlo de la nada, aparecerme en tu casa sin aviso cuando tú estabas enfadado conmigo. Algunas de las hipótesis de los chicos decían que no ibas a querer verme, pero ya verás que no les hice caso, y bien... Aquí estoy. -

Seonghwa acarició mi cabello pelirrojo a la vez que una sonrisa contagiosa se asomaba por sus labios. Tomó mi mano y finalmente seguimos con nuestro camino.

- Sí, es solo que... Ya sabes, no cualquiera hubiese hecho lo mismo en tu lugar. Fue un simple malentendido y fue por mi culpa, pensé cosas que no debía, que eran imposibles. Cualquiera hubiese dejado que el tiempo pase y hablaría las cosas cuando regrese a casa. Pero tú viniste hasta aquí, sabiendo que ibas a estar con mis padres a la fuerza, sin importarte nada. Así que... -

- En verdad no había pensado demasiado lo de tu familia. Solo creí que no podía dejar las cosas así y compré un boleto lo antes posible. -

- Eres genial Kim. - levantó su mano y besó el dorso de la mía.

¿Por qué eres así?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora