Capítulo LXIV, parte dos: Esperaba demasiado

138 21 1
                                    

Papá llegó a casa a la hora de cenar. Al terminar, Heeseul fue directo a su cuarto, dejándome solo con mis padres.

- Papá, ¿puedo hablar contigo? -

- Dime. - ser una persona seca era la especialidad de mi padre cuando quería.

- Verás, hay un tema que me gustaría que hablemos. -

Sólo con esas palabras levantó la mirada de aquel libro.

Mi madre miraba atentamente la situación, en silencio.

- Bien, lo diré sin rodeos. Papá, tengo novio. -

- Ajá, con que novio. ¿Un hombre? De seguro es porque te andas juntando con ese Youngjo. Vamos Hongjoong, búscate una mujer y quítate esas ideas extrañas de la cabeza. Pff, que le gustan los chicos dice. -

- Primero, no, no me gustan los chicos. Me gusta un sólo chico. Y segundo, uhm, no, no lo entiendes. No voy a dejar a aquel chico. -

- Creo que deberías dejar de juntarte con ese Youngjo, no es una buena influencia para ti. Sólo te está llenando la cabeza de ideas raras. Querida, ¿qué piensas sobre buscar un psicólogo? -

Mamá no sabía que decir. No podía creer lo que estaba pasando. ¿Psicólogo?

- Papá, estoy hablando en serio. No voy a dejarlo, así que, con tu apoyo o sin él, voy a seguir con mi novio. Sólo esperaba que pudieras comprenderlo. - << y aceptarnos >> pensé. De verdad quería que papá me apoye en esto.

Me levanté de la mesa y apoyé mis manos en ella.

- Que dos hombres estén juntos no es normal, Hongjoong. ¿Para qué están los hombres y las mujeres? Deberían estar juntos, ¿no crees? Buscaremos ayuda, encontrarás una mujer, te casarás y te olvidarás de este capricho. -

Y aquello había sido la gota que colmó el vaso, lo interrumpí antes que terminara de hablar.

- Mira papá, no espero que lo entiendas porque aparentemente eres demasiado cerrado como para entender que no es solo un capricho. Aquel chico me hace feliz, estuvo para mí siempre que lo necesité. Y no tienes idea de lo que me costó aceptar que quería estar con él. Ahora que lo logré no voy a dar marcha atrás. – lo miré un tanto desafiante. La expresión de papá era un dilema: no podía comprender que estuviera discutiendo con él, parecía estar comenzando a tomarme en serio. No tengo idea de dónde saqué el valor para decirle aquello, pero tampoco me arrepiento.

- Cálmense. - intervino mamá. - Cariño, escucha a nuestro hijo. -

- Espera, ¿tú lo sabías? – la miró molesto, era lo único que faltaba: que mamá terminara envuelta en este problema.

- Papá, no la metas en esto. Sólo quería que lo sepas, que entiendas que adoro a ese chico, no pienso terminar con él. Y que tu mente cerrada no te permita aceptarlo no es mi maldito problema. - me di media vuelva y comencé a caminar en dirección al cuarto de Heeseul.

- ¡Kim Hongjoong, ven aquí ahora mismo! ¡Esta conversación aún no termina! - lo oí gritarme.

Está de más aclarar que no volví con él.

La discusión entre mis padres se oía desde la habitación de Heeseul.

En cuanto le conté lo que había pasado, Heeseul no podía creerlo.

Y yo tampoco. Era increíble, creí que podría comprenderlo al menos por mí, pero me equivoqué. Un nudo se había formado en mi garganta, quizás contarle a papá no había sido la mejor decisión.

- Pero iba a enterarse tarde o temprano, Joong. - dijo Heeseul al plantearle aquel pensamiento. Y claro que tenía razón.

Recordé que había quedado con Seonghwa qué haríamos videollamada aquella noche, pero digamos que mis ojos enrojecidos por las lágrimas no eran fáciles de disimular.

¿Por qué eres así?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora