¿Por qué eres así?

Capítulo LXXXV: Invitación

- Pasen chicos, siéntense. Tu padre está por llegar. - dijo mamá una vez que entramos a casa. Hicimos lo que nos pidió y nos sentamos al frente suyo, mientras comenzaba a hablar. - Hoy por la noche iremos a la casa de tus abuelos. Y tus tíos también estarán allí. Hongjoong, te quedarás con nosotros, ¿verdad? -

- U-uh... Creo que debería volver... - dijo Hongjoong dudoso. Sin embargo, llevarle la contraria a mamá no era una opción.

- Vamos, quédate y mañana puedes volver con Seonghwa. -

- N-no quiero ser una molestia, señora Park. -

- Dime Jihyun, y claro que no eres una molestia. Vamos, quédate. -

Hongjoong se quedó pensativo unos segundos, aparentemente analizando la propuesta de mamá.

- Está bien, creo que puedo quedarme. Pero voy a avisarle a los chicos, llamaré a Yunho. - se levantó para ir a buscar su celular y mamá sonrió victoriosa.

- Yo hablé con los abuelos, les dije que iría a verlos antes. ¿Crees que les moleste que Hongjoong vaya conmigo? -

- Claro que no, cariño. Cuando supieron que tenías pareja se pusieron muy felices y dijeron que querían conocerla. - mamá habló, sorprendiéndome por lo que había dicho.

- Ya hablé con los chicos, Yunho dijo que no nos preocupemos. - Hongjoong volvió a entrar en la habitación y se sentó a mi lado. Sonrió mientras yo apoyaba mi mano sobre su pierna.

La puerta se abrió y papá se asomó por ella. A pesar de que no se esperaba ver a mi novio allí, fue a dejar sus cosas a su habitación y regresó rápidamente, sin dejar ver la confusión en su rostro.

- Vaya, Hongjoong, tanto tiempo sin verte. - habló con una expresión cálida luego de saludar a mamá, provocando que Hongjoong se sienta cómodo.

- Buenos días, señor Park. - Hongjoong se levantó una vez más e hizo una reverencia, para luego estrechar la mano de papá. Éste sonrió satisfecho por la acción y finalmente se acercó a saludarme a mí.

- Siéntate, cariño. - dijo mamá para traer el almuerzo y comenzar una conversación irrelevante. Por suerte, no existieron las típicas preguntas de papá en nuestra historia. De hecho, se llevaron bastante bien y papá logró darle confianza a Hongjoong, por lo que hasta el final de la cena hablaron de todo y de nada cómodamente.

Al terminar de almorzar, fuimos a mi habitación y nos sentamos en la cama, dispuestos a hablar de lo que sea, aliviados de que cualquier clase de problema se hubiese solucionado.

De un momento a otro, la imagen de Hongjoong intentando resistirse a la insistencia de mamá sobre quedarse en casa se cruzó por mi mente, y una contagiosa sonrisa me invadió.

- ¿De qué te ríes? - dijo Hongjoong confundido pero con una sonrisa en el rostro.

- Nada... - una carcajada me interrumpió. - No puedes competir con mamá, estaba seguro de que lograría que te quedaras. -

- Ya~, yo solo quería venir a solucionar las cosas... -

- Pues sabes que desde el momento en el que supo que estábamos juntos que me insistía en que te traiga. No iba a dejar que te vayas tan fácilmente. En todo caso, espero que te acostumbres, no cambiará. - Hongjoong sonrió y negó con la cabeza.

- Está bien, no me molesta. De hecho, es adorable. Tu padre también. - sonrió tiernamente.

- Oh, y espero que no te moleste que conocer a toda mi familia, pero es año nuevo y ya sabes... -

- Está perfecto, pero tengo un problema. No sé si mi ropa sea la adecuada, si sabes a lo que me refiero... - tímido, comenzó a jugar con sus dedos.

- Tranquilo, no te preocupes. En caso de que no estés cómodo puedo prestarte algo. -

- Pff, como si tu ropa fuera de mi talla. ¿Acaso olvidas que tus camisas me quedan tres veces más largas que a ti? - Hongjoong rodó los ojos mientras yo reía.

- Encontraremos algo. Y por otro lado, hablé con mis abuelos y les dije que iría unas horas antes, hace mucho que no los veo. ¿Te molestaría acompañarme? Estarían muy felices de conocerte, van a adorarte. -

- Uh, no, claro que no, solo dime cuándo quieres ir. -

- Hablaré con ellos. Debes estar cansado, ¿quieres dormir? -

- ¿Se nota mucho que no dormí anoche? -

- Digamos que los oscuros círculos bajo tus ojos no son fáciles de disimular, ¿sabes? - Hongjoong bufó.

- Igual no quiero dormir. De hecho, ¿qué te parece si salimos? -

- Bien, después podemos ir directamente a la casa de mis abuelos. -

- Me gusta la idea. Pero antes, ¿te molesta si me doy un baño? - el pelirrojo preguntó tímidamente.

- Claro que no, Joong. La segunda puerta por allí. - señalé el lugar, para que Hongjoong salga luego junto a sus cosas.

- ¡Seonggie, cariño! ¿Cómo estás? - oí la voz de mi adorada abuela al otro lado de la línea.

- Todo bien, ¿cómo están ustedes, Abu? - mi voz salió más dulce de lo normal, y es que adoraba a esa mujer con todo mi corazón.

- ¡Genial, cariño! Tu abuelo y yo estamos muy emocionados de poder verlos a todos hoy. - sonó alegre, por lo que una sonrisa se asomó por mis labios.

- ¡Yo también estoy muy feliz! ¿Recuerdas lo que hablamos? ¿Les molestaría que vaya algunas horas antes? Hay alguien especial a quien quiero presentarles. -

- Claro que no nos molesta. Además, tus primos también llegarán en un par de horas, antes que el resto. Por supuesto que puedes venir cuando quieras. -

- Gracias, entonces te avisaré cuando esté cerca de tu casa, ¿si? -

- Claro, Seonggie. - un Hongjoong con el cabello húmedo y una toalla alrededor de su cintura entró a la habitación.

- Bien, debo colgar, saluda al abuelo de mi parte. ¡Nos vemos luego! -

- ¡Hasta luego, cariño! - colgué y dejé el celular sobre la cama. - Ya hablé con ellos, así que podemos salir en cuanto quieras. - me levanté a buscar una toalla para luego secar su cabello luego de que se siente a mi lado.

Algunos minutos después, Hongjoong analizaba su vestimenta para su primera cena familiar.

<<Tan tierno.>>

- ¿De verdad crees que esto esté bien? - miraba la poca ropa que había traído a casa.

- Amor, puedes usar lo que sea. - el pelirrojo se sonrojó ante el apodo.

- Pero estará toda tu familia allí y quiero causar una buena impresión. - dijo tímidamente para luego hacer un tierno puchero.

- Si te quedarás más tranquilo usando mi ropa, tienes todo el armario para ti, pero en verdad no importa cómo estés vestido, no te preocupes demasiado. - Hongjoong se acercó a aquel armario que le había indicado. - Además, no te pusiste así cuando conociste a mis padres. -

- ¡No te burles, Park! Las cosas eran diferentes. - me coloqué detrás suyo y abracé su cintura, para apoyar mi mentón sobre su hombro. - ¿Qué te parece esto? - dijo el pelirrojo extendiendo una camisa azul.

- Todo te queda perfecto. - dije aún abrazado a él. - De verdad, no te preocupes. -

Hongjoong se volteó y colocó sus brazos alrededor de mi cuello, mientras yo no me soltaba de su cintura.

- Hwa, para ti puede no ser nada, pero esto es formalizar nuestra relación ante los demás... No, ante tu familia, lo que es aún más importante. Y sé lo mucho que lo has estado esperando, así que en verdad quiero gustarles. -

- No vas a gustarles, vas a encantarles. Créeme. - me acerqué a él y dejé un corto beso sobre sus labios. - Tu cabello está tan rojo como tus mejillas. - las acaricié suavemente y el pelirrojo se sonrojó aún más, por lo que volteó una vez más hacia aquella ropa. - ¿Oh? ¿Qué te parece esto? - una simple camisa negra fue capaz de provocar seguridad en mi novio.

Así que unos cuantos minutos después, finalmente partimos a aquella cena.