Capítulo LXXIV: Simular

144 20 7
                                    

San había hecho un gran trabajo. Todo se veía como la primera vez, y Seonghwa también lo había notado. En medio de una charla sin importancia, recordé que aún tenía su regalo en el bolso del trabajo.

Youngjo me había acompañado algunos días antes a comprar, y encontramos aquel bonito sweater en una de las tantas vidrieras que habíamos visto.

- ¿Te gusta? - preguntó en cuanto me frené ante él.

- No es para mí, pero sí. ¿Qué te parece? ¿Crees que le gustará? -

- Es exactamente lo que Seonghwa usaría, Joong. Vamos, entremos. - dijo antes de entrar al lugar y comenzar a hablar con un chico y decirle lo que buscábamos. Finalmente, salí con mi regalo preparado y una sonrisa en el rostro, pensando en lo mucho que le gustaría.

Aquella sonrisa que había imaginado en el rostro de Seonghwa era exactamente la misma que tenía, al abrir la caja. Agradeció tiernamente y luego preguntó por qué el lugar era tan importante. Recordé la primera vez que fui allí con mi padre, mientras comenzaba a contarle.

- ¿Por qué me trajiste aquí, papá? - preguntó mi yo de once años, aún sin terminar de comprender la razón de nuestra visita a aquel solitario parque.

- Aquí es donde le propuse matrimonio a tu madre. En verdad, quería decirte lo importante que es este lugar para nosotros. Cuando te enamores, trae a esa chica especial aquí. - dijo con una sonrisa. Una petición algo extraña, fue lo que pensé siempre.

Volviendo a la realidad, noté el rostro confundido de Seonghwa al nombrar la propuesta de papá. Reí mientras le aclaraba que no iba a pedirle matrimonio, no aún.

Y de alguna manera logré decirle todo lo que sentía.

Comencé a hablar de cuando nos conocimos. Dos años antes, las cosas eran tan diferentes. Seonghwa entró acompañado del manager, que decía que sería nuestro compañero. Mi corazón había enloquecido, no comprendía lo que sea que haya pasado. Y tardé más de un año en aceptar lo que me pasaba.

Aún las cosas son extrañas. No comprendo lo que me pasa, Seonghwa pasó a ser lo más importante para mí, lo más hermoso del mundo, y aún no sé cómo comportarme. Sé que Seonghwa sí estuvo con otras personas, sí le gustaron otras personas, tal vez por eso lo tiene tan asumido. Sin embargo, él es el primero que me gusta, la primera persona capaz de lograr que mi corazón dé un vuelco con una hermosa sonrisa o una simple mirada.

Le confesé que me estaba enamorando, y también le hablé del miedo que tenía, de las cosas por las cuales no me sentía suficiente.

Seonghwa se quedó completamente en silencio luego de tantas confesiones, unos cuantos agradecimientos y también algún que otro "lo siento".

Después comenzó a hablar. Dijo que era increíble, y que él siempre supo que "era yo". Y yo también lo sabía.

Habló de su llegada a Seoul, completamente inolvidable para mí.

Recordé la primera vez que lo vimos; entró en la sala algo tímido, pero con su simple presencia todo parecía haberse iluminado.

Aquel primer día, sentí algo nuevo dentro de mí. ¿El amor a primera vista no existe?

Seonghwa me demostró lo contrario. Los nervios me hacían actuar como idiota y no sabía qué era lo que me pasaba. Nunca pensé que podría pasarme algo así, y mucho menos con alguien que acababa de conocer.

Los brillantes ojos de Seonghwa habían llamado especialmente mi atención. El cabello negro que caía sobre sus ojos simplemente mejoraba su aspecto, junto a esa brillante primera sonrisa que nos regaló.

¿Por qué eres así?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora