Capítulo XCI: Otra vez

121 13 0
                                    

- Y aquí vamos de nuevo... - soltó Hongjoong luego de un largo suspiro. - Todo esto me está cansando. - me miró a los ojos, y me dí cuenta que él estaba exactamente igual que yo. - Voy a matar a ese imbécil cuando lo vea. -

- Calma, Joong. Solo escuchemos lo que tengan que decir y volvemos a casa, ¿si? - gruñó bajito, pero terminó por asentir. - Ahora sí, vamos. - moví mi cabeza indicando la dirección de la entrada a la empresa y le dí una sonrisa alentadora.

Aunque no quisiera, tocó la puerta. Fue entonces cuando nos encontramos con un rostro desconocido.

A diferencia de la última vez, aquel chico nos recibió con una cálida sonrisa. El castaño nos invitó amablemente a pasar y, bastante extrañados, lo seguimos adentro del lugar.

- ¿No piensas hablar? - le dijo al tal Youngkyun una vez que nos ubicamos al frente del escritorio. Éste rodó los ojos, evidentemente molesto por el tono de aquel chico.

- Podrías callarte en lugar de molestar. - habló cortante, sin levantar la mirada del escritorio.

El castaño bufó.

- Bien, si no hablas tú lo haré yo. De todas formas, ya estoy acostumbrado a arreglar los desastres que armas. - lo miró casi con desprecio, pero cuando posó su vista en nosotros, ella cambió a una más profunda. Una que mostraba gentileza y una pizca de lamento.

- Antes que nada, no me presenté. Soy Kim Woosung, hermano de este idiota. - Hongjoong abrió los ojos sorprendido, casi espantado, por cómo se refirió al chico a su lado.

- Nosotros som-

- Sí, ya sé quiénes son. Hongjoong, Seonghwa. - nos miró respectivamente al decir nuestros nombres. - Ya sé, ustedes no me conocen, pero supe lo que estuvo pasando por aquí. Digamos que mi querido hermanito no es nada racional, mucho menos maduro, y a veces puede comportarse como un imbécil. Así que quiero, primeramente, disculparme por él. - Woosung desvió su mirada hacia su hermano. - Anda, discúlpate. - como un pequeño, se negaba rotundamente. - Ya basta Youngkyun, sé maduro por una vez en tu vida y acepta que estuviste mal, ¿quieres? - escupió rozando el enfado con su voz.

- Está bien, lo siento. - nos miró a los ojos. Sentí que en verdad se estaba disculpando, pero un desconfiado Hongjoong lo miró de mala manera, provocando que vuelva a colocar su mirada sobre su hermano. - ¿Eso querías? - miró al castaño, quien suspiró profundamente y se conformó con la disculpa que habíamos recibido, no iba a conseguir una mejor.

- Sé que podrías hacerlo mejor, pero me conformo... Bien, a partir de lo que pasó mientras papá no estaba, creí que todo esto estaba siendo muy injusto para ustedes, ¿no es así? - aún sin darle confianza a Woosung, Hongjoong simplemente continuó mirándolo. Sin embargo, un leve asentimiento fue dado por mi parte. - Quiero ayudarlos. No quiero que tengan problemas aquí, porque sé que papá no les daría problemas de más, pero también es verdad que la sociedad coreana es demasiado conservadora. Supongo que saben a lo que me refiero. -

Pff, claro que lo sabíamos.

- Pues sí. - le respondió por primera vez el pelirrojo, aún sin mirarlo directamente.

- Entonces hagamos un trato. Uno en que las dos partes se beneficien, tanto por ustedes, como por la empresa y por el grupo. Vamos a mantener esto entre nosotros por un tiempo. No mucho, sé que no es lo ideal para su relación. ¿Hace cuánto comenzaron a salir? -

Hongjoong me miró, sin querer contestar aquella pregunta.

- Cumplimos un mes, formalmente, hace unas semanas, pero llevamos un tiempo largo saliendo. - dije por él.

- Ya veo. Entonces podemos hacer esto. Si en un año las cosas siguen como hasta ahora, vamos a anunciar esto. Y no van a importarnos las críticas, yo asumiré la responsabilidad y hablaré con papá en caso de que pase algo. Queda en ustedes aceptar o no. No les voy a pedir que me digan ahora qué prefieren hacer. Hablen primero, pueden consultarlo con el resto de los chicos también. Este es mi número, en cuanto tengan una decisión tomada llámenme. - sonrió mientras nos acercaba una tarjeta con su número de teléfono.

- Gracias. - sonreí al castaño, mientras el pelirrojo me dedicó una mirada que no supe decifrar.

- Sí, gracias... No deberías haberte molestado. - terminó por decir, para luego tomar la tarjeta que había deslizado por el escritorio.

- No es nada. No voy a quitarles más tiempo. - Woosung se levantó y nos invitó a acercarnos a la puerta.

- Espero verlos pronto. - abrió la puerta.

- Adiós, y gracias. - pronuncié antes de salir de la oficina.

- Eso podría haber salido mucho peor, ¿no es así? -

- Supongo... Este tal Woosung... ¿No es un poco extraño? -

- Uh... ¿En qué sentido? -

- No sé, siento que está alegre literalmente todo el tiempo, nos trató con la mejor actitud que ví desde hace tiempo... Es complicado de explicar. -

- Perdóname Joong, pero esta vez no te entiendo. -

- Olvídalo, debo estar diciendo estupideces. - soltó una suave risa.
Continuamos nuestro camino a casa pensativos.

- ¿Dónde están Woo y Yeo? Queremos hablar con ustedes. - dijo Hongjoong, mientras Mingi y San lo miraban entre confundidos y preocupados.

Al saber lo que había estado pasando, los chicos estaban bastante interesados en cómo continuaban las cosas. Por lo tanto, Hongjoong y yo habíamos decidido hablar con ellos, escuchar lo que pensaban y finalmente discutirlo entre nosotros. Sin embargo, la decisión estaba tomada implícitamente; todos sabíamos lo que pasaría al final, incluso sin discutirlo aún.

- Ya vienen. ¿Pueden adelantarnos algo? - curiosamente preguntó Jongho, dejando el cómic que leía de lado.

- Pero ya sabemos de lo que vamos a hablar. - le susurró San.

- Vamos, siéntense aquí. - formamos una ronda en el piso (luego de largas discusiones, los ocho habíamos llegado a la conclusión de que era el lugar más cómodo para tomar asiento).

Tan solo algunos minutos más tarde, en los que los chicos susurraron entre sí, Wooyoung y Yeosang regresaron entre risas. Jongho los miraba expectante, como si memorizara cada movimiento que hacía cada uno de ellos; o mejor dicho, cualquier movimiento que hacía Wooyoung.
Por otro lado, estaba San, quien directamente bajó la mirada una vez que entraron a la habitación.

- ¿Y aquí qué pasa? - preguntó Yeosang recorriendo la habitación con la mirada, mientras Wooyoung esperaba la respuesta pacientemente.

- Woo, no nos mires así, no es nada grave. Solo queremos hablar con ustedes. - dijo el pelirrojo dirigiendo su mirada al más bajo.

Finalmente, los chicos se acercaron y se sentaron en los lugares que quedaban.

¿Por qué eres así?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora