Capítulo XIV: Tal vez...

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Luego que de que el manager me dé el sobre, quedé en shock. No sabía si estar feliz o no.

Mi compañero se acercó a mí, esto no podía estar pasando.

Bien, no tengo palabras para describir mi sorpresa, pero no importa.

El manager quería que nos juntemos en una casa para que se haga más corto el camino. Por eso, le pregunté a Seonghwa si no le molestaría venir casa, pues había escuchado que San y Mingi se juntarían en casa de San. Como nuestras casas quedan cerca, podrían pasar por casa y luego por la de San rápidamente, o al revés.

Aún así, todos sabemos que las calles de Corea no son las más seguras. Tanto como si fuese Seonghwa o alguno de los chicos, me preocuparía que camine solo por las calles de Seoul tan temprano por la mañana. Por eso, le pregunté que si quería que lo pasase a buscar. No me molestaba hacerlo. Seonghwa aceptó y le dije que durante la tarde le escribiría para ver a qué hora pasaría por su casa.

En fin, luego empezó la práctica. Estuvimos solo un rato practicando, luego fuimos a comenzar a organizar lo que necesitamos para mudarnos.

Al llegar a casa, comencé a buscar algunas de las cosas que necesitaría guardar. En un momento recordé que le había dicho a Seonghwa que le escribiría. Por eso, tomé mi celular y comencé a teclear en el chat de Seonghwa.

HJ: Hey, qué piensas de que mañana pase por tu casa a las 7:30? Creo que podría ser una buena oportunidad para que desayunemos juntos y comencemos a llevarnos como los compañeros de habitación que somos. Desayunamos en casa y esperamos a que llegue la camioneta. Te parece?

Estaba nervioso, esta era la oportunidad de "arreglar" las cosas (¿Arreglar qué?) con Seonghwa.

Respondió más rápido de lo que esperaba, con un:

Me parece genial! :)

Me despedí de él y decidí comenzar a cocinar algo, no iría a dormirme sin comer nada por estar organizando la ropa. Me decidí por un poco de kimchi, y un rato después, ya estaba comiendo.

El sueño me estaba matando, pero tenía que ordenar un poco antes de mañana. Me conocía, y no querría ordenar tan temprano. Al final, Seonghwa terminaría viendo lo desordenado que soy antes de lo que me gustaría. Bah, de todas formas se daría cuenta mañana.

En fin, cuando ví que estaba más o menos ordenado me fui a dormir. Tuve un sueño un poco extraño: me reencontraba con Ten. Él parecía querer acercarse a mí, pero yo solo me alejaba, cada vez más y más. De la nada, su cara comenzó a cambiar para comenzar a parecerse a la de Seonghwa. Al final, terminó siendo él. Sentía una inmensa necesidad de acercarme a él, pero cuando intentaba acercarme a Seonghwa, esta vez él era quien se alejaba. De un momento a otro se desvaneció, dejándome solo en medio de la oscuridad.

Me desperté exaltado. Solo podía hacer una cosa para calmarme: llamar a Heeseul. Aunque era más pequeña que yo, siempre que uno de los dos no podía dormir el otro iba a su cuarto y dormía con él. Ahora no vivimos juntos, pero ya pasó un par de veces que ella me llamó en medio de la noche (por suerte, estaba escribiendo y no me despertó) porque no podía dormir. Miré la pantalla de mi celular: eran las doce. Creí que era más tarde. Heeseul no dormía hasta la madrugada, así que seguramente estaría despierta. Aún así, le mandé un mensaje para asegurarme que no la despertaría.

- Heeseul, estás?

Un momento después, ya me había contestado:

- Sí, hermanito

- Qué pasó?

Le pregunté si podía llamarla, y un segundo después ví como entraba una llamada suya.

- Cuéntame. -

- Bien, ¿recuerdas a Ten? -

- Si, ¿cómo olvidarme de él? –

- Bien, también te conté sobre Seonghwa. –

- Sí. ¿Qué pasó con ellos? –

- Tuve un sueño algo extraño, con ambos. Ten intentaba acercarse a mí. De la nada, Ten se convertía en Seonghwa. No sé porqué, pero quería acercarme a él. De todas, formas, cuendo me acerqué, fue él quien se alejó. Al final, terminó por desvanecerse. No lo entiendo, Seul. –

- ¿Tú no lo entiendes? Pues yo sí. –

- ¿Eh? ¿Enserio? –

- Me sorprende que no lo entiendas hermanito, es simple. Tienes miedo de quedarte solo. Pero por lo que me contaste, Seonghwa no te dejaría solo. Incluso discutiste más de una vez con San por el hecho de que crees que Seonghwa podría llegar a dejarte. Lo que sí debes aceptar es lo mucho que te atrae Seonghwa. Si él no te gustase ni un poco, no te pondrías así, ¿no crees? –

- Ahm... Tal vez puede que si me guste un poco Seonghwa... –

- ¡AAAAAAAH! NO LO PUEDO CREER. –

- Shh, Heeseul, ¿papá y mamá no están durmiendo? –

- Ay, bueno está bien. No puedo creer que lo hayas admitido, creí que nunca l-

- Hey, yo no admití nada. Solo consideré la posibilidad. –

- Si, si, lo que digas. Oye, ¿no tienes que dormir? Mañana debes levantarte temprano, ¿no? –

- Rayos. Sí, mañana tengo que pasar a buscar a Seonghwa para desayunar juntos. Tenemos que hacer la mudanza, y el manager nos pidió que nos juntemos en una casa para acortar camino... -

- Entonces, le ofreciste pasarlo a buscar y luego ir a tu casa. Ay hermano, enserio, ¿no crees que primero deberías hablar con él sobre lo que pasó antes de invitarlo a tu casa? –

- ¡Heeseul! Deja de decir estupideces. Será mi compañero de cuarto, obviamente mi idea es hablar con él.-

- ¿Compañero de cuarto? Esa parte no me la habías contado. –

- Oh, bueno. Pues así será de ahora en adelante. En realidad, viviremos juntos con todos los chicos, pero nos asignaron habitaciones de a dos con alguien con quien el manager creía que podríamos llevarnos bien. –

- Entonces ustedes dos quedaron juntos. –

- Exacto. –

- Entonces, ve a dormir. Mañana hablamos. –

- Adios, Seul. –

Corté la llamada. Ya estaba un poco más tranquilo, así que no me costó tanto volver a dormir.

Seis y cuarenta y cinco de la mañana, mi alarma comenzó a sonar. Me levanté sin demasiadas ganas, pero eso cambió cuando recordé que tenía que ir a buscar a Seonghwa. Extrañamente comencé a ponerme... ¿Contento? ¿Ansioso? No lo sé.
Me cambie el pijama por algo un poco más presentable y decidí despabilarme un poco mientras veía un rato la televisión.

Cuando se hicieron las siete y cinco decidí salir, pero antes le mandé un mensaje a Seonghwa avisándole que ya estaba saliendo y que a la hora acordada estaría en su casa. Cuando me aseguré de que lo leyó, tomé las llaves y salí.

Mientras caminaba, comencé a pensar en la posibilidad de que él me guste. Nunca me gustó nadie, ¿cómo podría saber si Seonghwa me gusta o no? Después encontraría la forma, ahora eso no era importante.

Miré el reloj: siete y cuarto. Me sentía extrañamente eufórico. Quizás la posibilidad de arreglar todo con Seonghwa me hacía sentir así. Pero no, no era eso. Lo comprendí cuando ví a Seonghwa en la puerta de su casa, con dos bolsos medianos a sus pies y saludándome con su mano alegremente, mientras un chico a su lado lo miraba como si estuviera loco.

¿Por qué eres así?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora