Capítulo LXI: Tormentas

212 19 3
                                    

- ¿Hola? Sí, mamá, salgo en menos de dos horas. Sí, sí. -

Qué momento oportuno para llamar, mamá...

Oí como anunciaban la salida del autobús de Hongjoong, pero no podía colgar con mamá y dejarla hablando sola. Finalmente, Hongjoong subió al autobús y no tuve otra opción que saludarlo a lo lejos mientras veía como se alejaba.

- Oh, debo colgar mamá. -

- Ya hijo, nos vemos luego. - la imaginé con una gran sonrisa y los ojos brillantes, al igual que siempre.

Hablemos de mamá. Uhm, ¿por dónde comenzar?

Conoció a papá en la secundaria, llevan juntos más de veinticinco años. Es una persona que te aceptará incluso si no comparte tus pensamientos. Quizás por eso me da algo de miedo hablarle a mamá sobre que... Supongo que ya me entienden.
Fuera de eso, es una de las mejores personas del mundo. Papá también, aunque es un poco más cerrado. Y no voy a negarlo, quizás también es un tanto más duro con nosotros que mamá.

De todas formas, nunca me sentí mal con ellos.

Y ni hablar de la relación con Bogum. Al contrario de lo que piensan muchos, es posible llevarse bien con tu hermano mayor. Y ese es mi caso.

Desde pequeños íbamos juntos a todos lados, sus amigos son mis amigos y mis amigos los suyos. No entiendo cómo puedes pelear a muerte con tu hermano, ¿de verdad eso es posible?

Llegué a casa y no encontré a nadie en la sala. Supuse que estaban en las habitaciones, así que fui a leer un rato.

"Eclipse" seguía siendo mi libro preferido. La esfera violeta sobre el fondo negro era muy llamativa, no negaré que insistí varias veces en que Hongjoong lo leyera, aunque creo que nunca me hizo caso...

Pasé más de una hora inmerso en aquél libro. En cuanto me dí cuenta, ya era hora de salir.

Metí el libro en mi mochila y salí de la habitación, repasando mentalmente la lista que había hecho para asegurarme de no olvidar nada.

- ¿Ya te vas, Hyung? - me encontré con Jongho en el pasillo.

- Ah, sí. De hecho, iba a despedirme de ustedes. -

- Uhm, creo que no podrás hacerlo. Al menos, no de todos. Wooyoung y San fueron a comprar. -

- Ya veo. Entonces salúdalos luego por mí. ¿Yeosang está en la habitación? - Jongho asintió y me saludó, para continuar con su camino.

- Hola, Sanggie. - dije abriendo la puerta.

- ¡Oh, pasa Hyung! - palmeó la cama, indicándome que me siente a su lado.
- ¿Te vas ahora? -

- Uh, sí. Aunque te mentiría si dijera que tengo ganas de irme. Sabes que no me gusta irme de aquí, y a la vez extraño a mi familia. -

- No es sólo eso... -

- Bueno, no. Pero no importa. El caso es que debo irme y vine a despedirme. -

- Oh, entonces adiós. - me abrazó y salí para bajar rápidamente, no sin antes escuchar un grito de Yeosang: - Oye, ¿no quieres que te acompañe? -

- Si quieres... - antes de terminar de hablar, Yeosang ya estaba a mi lado.

- ¿Nos vamos? -

- Sí... Adiós, Jongho. -

- ¡Nos vemos en un rato, Jonggie! -

¿Jonggie?

- Uhm, Hyung, yo... Quería preguntarte algo. -

¿Por qué eres así?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora