Capítulo LIII: Te creo

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Era demasiada información en tan poco tiempo. Primero, Hongjoong me había dicho que le gustaba. Luego, me dijo que la razón por la que decidió no confiar fácilmente en las personas fue un amigo que terminó por alejarse de él. Y por último, me había dicho que si yo le decía que aún me gustaba se aseguraría de compensar todo lo que pasó.

Claro que me gustaba. Quizás me gustaba aún más que antes. ¿Pero qué se suponía que debía hacer? ¿Decirle que a mí también me gustaba? ¿O aceptar de una vez que algo entre nosotros no funcionaría?

- Hongjoong... Claro que me gustas... - bajé la mirada. Miré a Hongjoong de reojo, quien estaba sonriendo. - Pero necesito que me entiendas. Ya no sé si debo creerte o no. Aunque quiera o no, te creo, pero no puedo estar seguro de que me estés diciendo la verdad. Tal vez... Lo mejor es dejarlo todo como está... -

- Espera, ¿dejar todo como está? ¿A qué te refieres? -

- Seguir con nuestras vidas, ser amigos y comenzar de cero. -

- No sé tú, pero a mí se me haría imposible. Me costó demasiado venir a decirte todo y me gustaría que nos demos una oportunidad. Empezar de nuevo, y veremos lo que se da. ¿Que piensas? -

¿Quería aceptar? Por supuesto.

¿Debería aceptar? Claro que no.

- Bien... Empecemos de nuevo. -

Hongjoong sonrió y me extendió su mano, para decir:

- Hola, soy Kim Hongjoong. -

- Park Seonghwa. - tomé su mano, y reímos juntos.

- Creo que debemos volver. - me dijo, pero cuando salimos se acercó a mí y susurró: - Voy a remediarlo todo, confía en mí. -

No podía evitar creer cada una de las palabras que me decía. Y quizás me estaba equivocando, pero por esa equivocación pasaría los mejores días de mi vida.

Volvimos a casa en silencio. Pero no era un silencio incómodo, era más bien extraño. En lo que Hongjoong trabajaba un rato, yo fui a hablar con Yeosang.

<<Me matará...>> pensé.

Yeosang me había cuidado mucho durante el último tiempo. Supuse que estaría en su derecho de molestarse cuando quizás me estoy por dar la cabeza contra la pared de nuevo. Él había intentado por todos los medios posibles que yo esté bien, y si me estaba equivocando, no sería justo por él. O eso es lo que pensé.

Toqué la puerta y lo llamé. En un segundo, me abrió la puerta de su habitación y me hizo pasar.

- Jongho está entrenando. -

- Oh... Debo hablar contigo. -

- Vaya, ¿por qué tan serio? -

- Porque quizás te enfades... -

- Vamos, dime. -

- Hongjoong me dijo que le gusto. -

- ¿Era eso? -

- Sí, y además me dijo que si quería que comenzáramos de cero. -

- Ajá. -

- Y le dije que sí... - fui bajando el tono.

- ¿Y el problema está en que...? -

- Pues que le dije que sí. -

- ¿Por qué me enfadaría? Sabía que Hongjoong hablaría contigo. -

- ¿Sabías? ¿Cómo que sabías? -

- Ups... Quizás no debería haber dicho eso. -

- Ahora habla. -

¿Por qué eres así?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora