¿Por qué eres así?

Capítulo XXXVI: Padre disciplinador

Caos mañanero. Así comenzamos el día. Dos chicos de diecinueve años que gritaban como niños de dos. Otros dos chicos haciendo berrinche por los niños que gritaban. Mi compañero de cuarto no tuvo otra opción que levantarse para preparar el desayuno de los chicos. En cuanto a mí, cuando dejaron de gritar, sin siquiera darme cuenta me quedé dormido de nuevo. Media hora después desperté definitivamente y, luego de prepararme para ir a la empresa (sí, era temprano, pero por alguna razón que ni yo comprendo, ni bien me levanto debo prepararme como si fuese a salir), bajé encontrándome con una difícil partida de Uno. Seonghwa ya había terminado de cocinar, así que lo ayudé con los últimos platos y nos sentamos a desayunar cuando los chicos terminaron el juego. Creí que tendríamos que hablar sobre el tema del orden, pues si bien los cuartos estaban más o menos bien, la casa parecía un campo de batalla. Cuando les dije que teníamos que hablar, la cara que pusieron parecía ser sacada de la víctima de una película de terror. Creo que los asusto un poco...

Por suerte, cando les pedí que limpiemos juntos, no solo no se negaron, sino que también hasta parecían entusiasmados (obviamente, el entusiasmo no era por limpiar, sino por el café que les prometí luego de venir de la empresa). También comenzaron a murmurar que yo era el "padre disciplinador". Bah, estupideces.

A mitad de la limpieza, mientras bajábamos a tirar basura, noté como mi compañero dejaba de caminar de repente. Comenzó a mirar hacia la sala, dónde estaban los chicos, quienes mientras ordenaban cantaban y reían. La sonrisa de Seonghwa reflejó su amor por los chicos. ¿Para qué negarlo? Yo también los quería así, eran muy importantes.

Cuando Hwa volvió a la realidad, terminamos lo que teníamos que hacer. Por eso, fuimos a ayudar a Mingi y San, que además de limpiar las salas tendrían que limpiar afuera, pues los chicos dijeron que sería injusto que ellos ordenen las zonas más limpias y terminaron por designarles el jardín.

Por suerte, pudimos terminar todo antes de que pase la camioneta. Los chicos subieron a buscar los bolsos y salimos a esperar a que pase el manager. En el camino, nos comentó que ya tenía fecha para el debut: 24 de octubre. La emoción no se hizo esperar y la camioneta se inundó en gritos y festejos de seis chicos ansiosos.

Llegamos a la empresa. Rayos, era como si no practicara hace más de tres días. Más allá de los descansos que tomamos, me cansé más que nunca. Noté que Seonghwa estaba igual, pero los chicos estaban más que bien. El hecho de conocer el día del debut los había motivado. También me fijé mucho en Yunho, la preocupación de ayer no se me iba a pasar tan fácil. Sin embargo, Yunho estaba perfecto. Había desayunado bien y parecía ansioso por ir a tomar un chocolate caliente.

Por suerte, la hora del almuerzo llegó rápido. Yeosang me acompañó a comprar pollo (lógicamente, solo se ofreció a acompañarme si comprábamos pollo) y durante el camino se dedicó a preguntarme sobre lo que había pasado con Hwa. Cuando me estaba contando que Hwa le contó de lo de Bogum, un mensaje de un número desconocido hizo vibrar mi celular.

- Hey, HJ! Soy Yuta, Seonghwa me pasó tu teléfono. Espero no te moleste. En realidad, te escribía para saber si querrías salir el viernes por la tarde. Hace poco abrieron un parque de diversiones y quería ir, pero Tae tiene que trabajar, así que dime, ¿qué te parece? -

Le contesté que me parecía bien. Al parecer, este fin de semana sería divertido.

Yeosang y yo regresamos y los chicos parecían ansiosos por almorzar. Tanto que media hora después de que llevemos el almuerzo ya lo habían terminado. De todas formas, luego andaban lamentándose por no haber almorzado más lento. Por suerte, el tiempo que nos había sobrado los ayudó a recuperarse y, como ellos decían, "recargar baterías" para seguir practicando. Bah, la verdad el resto del día fue una porquería, el cansancio logró que mi cuerpo sintiera que no practicaba hace años. Al terminar la práctica, noté que los chicos, al contrario de mí, parecían aún más enérgicos que antes.

- Hongjoong Hyung, iremos por lo que nos prometiste, ¿verdad? -

Todos los chicos voltearon a verme cuando Wooyoung dijo eso. No me quedó otra opción que asentir y avisar al manager que hoy no debería llevarnos con la camioneta a casa porque iríamos a otro lado antes.

Decidimos que pedirían dos por todo el grupo. Mingi pediría por él, Yunho, San y Wooyoung mientras que Jongho pediría por mí, por él, Yeosang y Hwa. Bah, en realidad esto no es importante. O si. La parte importante en verdad es que cuando Seonghwa fue a ayudar a Jongho a traer las bandejas, la chica dejó su número sobre la bandeja que le tocaba llevar a Hwa. En serio, ¿qué tiene este chico? ¿Es un imán para las chicas? Ya era la segunda en menos de 48 horas...

Seonghwa arrugó el papel y lo arrojó al cesto de basura cuando dejó las tazas sobre la mesa. Deje de prestar atención a eso para comenzar a centrarme en que los chicos no hagan ningún desastre. Parezco un exagerado, pero dejar a esos chicos solos (y juntos) es un gran riesgo que tomar. Y yo no quería responsabilizarme por lo que pueda pasar.

El tiempo pasó más rápido de lo que esperábamos, y cuando nos fijamos la hora ya estábamos allí hace una hora y media. Decidimos ir a casa lo más rápido posible, pues mañana teníamos que levantarnos temprano una vez más y entrar así en un bucle llamado "semana", o como dicen los chicos "infierno semanal".

No cenamos, pues ya habíamos merendado hacía muy poco y teníamos sueño. Antes de ir a dormir, le conté a Seonghwa que iría a ver a Youngjo el sábado. También le pregunté por Yuta, pues él le había pasado mi celular. Me dijo que había estado muy insistente y le "ganó" por cansancio. Preguntó sobre lo que quería decirme, de forma desinteresada. Le comenté y dijo que tenía sueño, para luego acostarse a dormir. Me recosté a su lado y un rato después ya estábamos profundamente dormidos.