Capítulo XXVI: ¿Salir juntos?

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Entré en la cafetería con la intención de comprar algo para Seonghwa. No estoy seguro respecto de lo que pasó. Técnicamente, solo somos amigos. Siento que lo que dije le molestó, ¿pero por qué?

Antes de que pudiera acercarme al mostrador, la madre de Seonghwa me llamó desde una mesa. Me acerqué a ella y a su esposo, para sentarme al frente de ellos. He de decir estaba un poco nervioso. Bah, qué poco. Muy nervioso, es decir, no todos los días te sientas a charlar de la vida y tomar un café con los padres del chico que te gusta, ¿verdad?

- Hoongjoong, lamento molestarte, pero quiero saber cómo estuvo mi Seonggie el último tiempo. Suele llamar a su hermano, casi no nos habla él directamente. - comenzó su madre.

- No es ninguna molestia. Bueno, el último tiempo estuve algo distanciado de Seonghwa, per-

- Oh, ¿se distanciaron? Sin embargo, es bueno ver lo bien que se llevan. ¿Sabes? Seonghwa no traería a cualquiera. –

- En realidad, lo que pasó es que soy su compañero de cuarto, y ayer lo ví algo triste por lo de su hermano. No tuvo más remedio que contármelo todo, sabía que no iba a quedarme tranquilo hasta verlo bien. Al final, se quitó un peso de encima. Contar lo que había pasado parece haberle hecho bien. - dije comparando al triste Seonghwa que conocí ayer con el tímido Seonghwa que conocí hoy. Su padre me miró con atención, como si hubiera algo raro en lo que había contado.

- Extraño, ¿no es así, Jihyun? - dijo volteando hacia su esposa.

- Un poco, sí. Seonghwa no es una persona que confía rápidamente. Aunque lo veas mal, Seonghwa no te contará lo que le pasa. Debe confiar mucho en ti. En fin, ¿cómo se lleva con los chicos? –

- Los cuida como si fuese su padre. Es raro, pero Seonghwa tomó esa postura en nuestro grupo. –

- Seonggie siempre fue un poco sobreprotector, no me llama la atención que ahora se comporte como el padre de los chicos. –

- Si, incluso los cuida muy bien. Nos mudamos juntos hace dos días, y nos repartimos las tareas. A Seonghwa y a mí nos toca la cocina y la limpieza de las habitaciones, así que Seonghwa se levanta temprano y prepara el desayuno para cuando los chicos se despierten. O por lo menos, eso hizo ayer, hoy estaba un poco triste. –

- Eso creí. Él y su hermano son muy apegados, se llevan muy bien, son mejores amigos. El enterarse de que su hermano había tenido un accidente le debe haber caído como un balde de agua. –

En ese momento, sentí como alguien colocaba su mano en mi hombro.

- Mamá, vamos a tomar un poco de aire, en un rato volvemos. – dijo Seonghwa desde detrás de mí, mientras me indicaba que me levante. Hice una pequeña reverencia a los padres de Seonghwa, quienes me sonrieron amablemente y luego salimos de la cafetería.

Comenzamos a caminar. Seonghwa decidió mantenerse callado algunos minutos pero cuando le pregunté a dónde íbamos, me dijo:

- Bien, ¿recuerdas ese lugar al que me llevaste a almorzar por primera vez? Bueno, iremos a ese parque. –

Él... ¿enserio recordaba ese lugar?

Cuando llegamos a la puerta del parque, me dí cuenta de que sí. Comenzamos a caminar hacia la fuente y nos sentamos en un banco que estaba cerca de ella.

- Tenemos que hablar. – dijimos al mismo tiempo. Una torpe risa salió de nuestros labios.

- Habla, Hwa. –

- Bien, quería hablarte de la otra noche... ¿Sabes? No sé si tú lo recuerdes, pero yo... Sigo pensando en el beso. No sé por qué, esto no me había pasado antes. Mi cabeza no puede dejar de pensar en que fue un error, en que no debería haber pasado porque solo somos. Pero inconscientemente, yo también lo quería. No quería admitir que estaba comenzando a sentir algo muy fuerte por ti, Hongjoong... Cuando me embriagué, perdí la noción de todo. Simplemente comencé a seguir mis instintos, y bueno, sabes el resto de la historia. –

- Yo... No sabía que estabas pasando por tantas cosas. Lo recuerdo, y yo también estuve un poco así. Las confusiones comenzaron cuando entraste a la sala de prácticas, junto al manager presentándote y diciendo que podrías formar parte de nuestro grupo. De un momento a otro comencé a preocuparme por todo lo que hacías. San, de hecho, siempre se enojaba conmigo porque decía que tú me gustabas. No había querido admitirlo, pero la verdad es que sí. Estás comenzando a gustarme Park Seonghwa, y no sé cómo controlarlo. Tengo miedo de que te canses de mí y termines por alejarte. Por eso, no estoy listo para decirte que me gustas aún, pero lo que sí puedo asegurarte es que lo que siento no es una simple amistad. Me provocas cosas que nunca había sentido. Es mucho más fuerte, y tengo miedo de que termines gustándome demasiado y termines por alejarte. – en ese momento, sentí como las lágrimas comenzaban a asomarse en mis ojos y un nudo comenzaba a formarse en mi garganta. Lo que estaba sintiendo por Seonghwa era más fuerte que lo que había sentido alguna vez por alguien. Creí que mi amistad con Ten era lo más fuerte para mí, pero llegó Seonghwa para hacerme dudar de todo.

- Entonces... Tómate un tiempo. Quizás sea lo mejor. Pero no vuelvas a alejarte, por favor. No sabes todas las veces que pensé que había algo malo conmigo. Todas las veces que me recriminé por creer que te había hecho algo. –

- Lamento que hayas pensado eso. De verdad. –

- Bah, no importa. ¿Sabes? Podríamos comenzar a salir, como amigos, para ver cómo nos llevamos. – esa idea logró sacarme una sonrisa.

- Me parece genial. –

- ¿Vamos por un café? Está haciendo frío. –

- Tienes razón. – la verdad, sí hacía frío.

Comenzamos a caminar hacia una cafetería. Seonghwa le escribió a su madre diciendo que en un rato iríamos. Lo que sí, tendríamos que ir a comer a casa. Quizás, luego volveríamos un rato al hospital.

- ¿Te gusta este lugar? – me preguntó Seonghwa, frenándose en la entrada de una hermosa cafetería.

- Bah, hace frío, ¿de verdad es importante cómo se ve? Entremos. –

Nos sentamos en una mesa frente a una ventana. Le hice señas a uno de los meseros para que tome nuestro pedido. Ese chico se me hacía conocido...

- Yuta, ¿trabajas aquí? – escuché decir a Seonghwa cuando el chico que había llamado se acercó a nuestra mesa.

- Hwa, vienes del hospital, ¿no? Tae me dijo algo de lo que le pasó a Bogum. ¿Cómo está? Hace un rato me escribió diciendo que estaba por salir para ir a verlo. –

- Sí, de hecho, lo ví hace un rato. Está bien, nada grave. –

- Genial. –

- Lo es. – el chico con el que hablaba Seonghwa comenzó a mirarme de una extraña forma. – Oh, lo siento, se me pasó. Yuta, él es Hongjoong. Hongjoong, Yuta. – el chico extendió su mano, mientras se presentaba.

- Nakamoto Yuta. – dijo sonriente. No podía ser el mismo Yuta, ¿no?

- Kim Hongjoong. – dije mientras yo también extendía mi mano.

- Por casualidad... ¿Has estado en Osaka alguna vez? Me pareces conocido... - sí, sí era el mismo Yuta.

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