Capítulo LXII: Regreso a casa

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- ¡Seul! -

- ¡Joong! Te extrañé mucho. - se abalanzó sobre mí para abrazarme.

Detrás de ella, papá se aproximó a nosotros.

- Hola, hijo. Cuánto tiempo sin vernos. - sonrió.

Lo abracé a él también luego de saludarlo y cargamos los bolsos en el auto de papá, para luego encaminarnos a casa.

- Sí, mamá, ya llegó. Estamos en camino a casa. Sí, sí. Ya, adiós. - Heeseul hablaba por teléfono.

- Digamos que mamá está algo... Emocionada de que vuelvas. Sabes que tu último descanso fuiste a Gwangju, así que está ansiosa por verte. Dice que "pasó demasiado tiempo sin ver a su niño". -

Dramatismo era el nombre alternativo para mamá. Era capaz de imaginar toda una película por algo pequeño.

Miré por la ventana mientras papá preguntaba cosas sobre nuestra casa, la convivencia y el trabajo.

- ¿Cómo se llevan? -

- Uhm, supongo que normal. Trabajamos y vivimos juntos, por lo que aprendimos a llevarnos bien. -

- ¿Cómo están las cosas con Seonghwa? No volviste a contarme nada... - me susurró Heeseul. Claramente no era un tema para hablar teniendo a papá delante, así que le indiqué que luego le contaba y papá pareció pasar por alto aquella intervención de mi hermana.

- ¿Cómo los trata la empresa? ¿Los trata bien? No dejes que nadie te maltrate, Hongjoong. -

- No lo hacen, papá... -

Y no, no lo hacían en comparación a otras empresas.

- ¡Joong! - miré por la ventana abierta. Mamá estaba en la puerta de casa, saltando y saludando con la mano, mientras que algunas personas que pasaban por allí la miraban de forma extraña.

Luego de que papá aparcara el auto, salí rápidamente de él. Mamá se abalanzó sobre mí, tal y como lo había hecho Heeseul antes.

- ¿Cómo estás? ¿Comiste bien? ¿Qué tal te llevas con tus compañeros? ¿Y la empresa? -

- Uhm, antes que nada, hola mamá. Ya te contaré luego, tendremos tiempo. -

- Tienes razón. Cariño, baja las cosas de Joonggie, por favor.

Entramos a casa y mamá trajo un plato de ramyeon para cada uno. Por alguna razón, nadie quería comenzar a comer, todos estaban mirándome atentamente mientras yo sí lo hacía.

Luego comenzaron a hacerme las mismas preguntas que me había hecho mamá hacía unos momentos.

Al terminar de comer, el timbre sonó.

Heeseul fue a abrir la puerta, y alguien a quien no veía desde hace mucho tiempo se asomó por ella.

- Hongjoong, ¿Cómo estás? No nos vemos desde hace mil años... -

Saeyoung fue mi amigo en la secundaria. Un año antes de terminarla, se mudó a Daegu y no volví a verlo.

- Me enteré de que volviste, así que pensé que tal vez podríamos ir a caminar un rato y ponernos al día. ¿Qué piensas? -

Finalmente salí junto al pelirrojo. Era tarde, no había nadie fuera. Era extraño, porque aunque volvía a casa cada que podía (excepto el último descanso que fui a Gwangju con Yunho), no solía salir a caminar. Me la pasaba trabajando, encerrado en la habitación, incluso en vacaciones.

- ¿Cuándo volviste? -

- Uhm, digamos que no volví. En realidad estoy visitando a mis abuelos. -

¿Por qué eres así?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora