Capítulo XCIV: Papá

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Cruzamos los claros pasillos del edificio, hasta llegar a la habitación que nos habían dicho.

Una vez que entramos a aquel hospital, Seonghwa se acercó a la mujer que se encontraba en la recepción para preguntar por la habitación de papá. Me quedé detrás de él esperando la respuesta.

Tres pisos fueron los que tuvimos que subir hasta llegar al indicado. Apresuradamente subimos las que parecían escaleras interminables hasta llegar allí, y una vez llegamos allí nos encontramos con Heeseul y mamá.

- Mamá, ¿qué pasó? - la mujer levantó la cabeza y se colocó a mi lado, para besar cariñosamente mi mejilla.

- Buen día, hermanito. - Heeseul habló con una sonrisa.

- Lo siento, hola. - las saludé rápidamente y volví a preguntar. - Ahora sí, ¿me dicen qué le pasó? -

- Tranquilo, Honggie, no es nada grave. Solo una operación sencilla. - procedió a explicarme lo que le sucedía y el por qué de la operación, pero me desconecté de la realidad y no logré comprender ni retener nada de lo que había dicho.

- ¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar por irte? -

Mamá había comenzado con un nuevo trabajo. Uno que le gustaba, y el cual había aplazado el comienzo por nosotros. Para aquel día, tenía la posibilidad de viajar por trabajo, un viaje importante, uno que había ansiado por mucho tiempo.

- No quiero irme y dejar a tu padre solo. Seul está quedándose en los apartamentos de la universidad y tu padre no debería quedarse solo. Aunque sea una operación sencilla, debe hacer reposo, y si nadie está con él, no lo hará, puede traer problemas. Es muy testarudo, ya lo conoces. Prefiero ahorrarme esos problemas. - explicó tranquilamente.

Seonghwa tiró de mi chaqueta en ese momento y me hizo una seña para que nos apartemos un momento.

Nos alejamos un poco y comenzó a hablar.

- ¿Por qué no lo traemos a casa? -

- ¿Qué dices, Hwa? -

- Escucha. Tu madre debería estar saliendo de viaje, sabes lo mucho que esperó este momento. Heeseul ya no vive con tus padres. Puede ser que tengas mucho trabajo, pero yo estoy en casa solo todo el día. Puedo quedarme con él. -

- Seonghwa, amor, de verdad te lo agradezco, pero no puedo dejar que te ocupes de él. -

- Si lo piensas bien, tal vez sea la oportunidad para ganarme a tu padre y que nos acepte. Vamos, ¿por favor~? -

- Uhm... No estoy seguro, no deberías tener que lidiar con él. Eso podría salir muy mal. Pero tampoco puedo llevarte la contraria... Solo por mamá, esperó mucho por esto. -

- ¡Sí! Será solo un tiempo, en cuanto tu madre vuelva puede quedarse con ella, si quieres. -

- No puedo creer que me estés pidiendo quedarte con el hombre que nos insultó e insultó nuestra relación... -

- No es un hombre cualquiera Joong, es tu padre. - susurró.

- Pero está bien, a lo mejor es una buena idea. En cuanto te conozca, se arrepentirá de todo lo que alguna vez haya dicho. -

Seonghwa acarició mi cabeza y tomó mi mano, finalmente volvimos con mi hermana y mamá, quienes estaban hablando con el médico.

- Pasará la noche aquí, en observaciones, pero mañana estará listo para irse. - el médico le regaló una sonrisa tranquilizadora a mi madre, quien estrechó su mano efusivamente.

- ¡Muchas gracias, doctor! - lo soltó y el hombre se alejó sonriente.

- Mamá, Seonghwa y yo estuvimos hablando... Papá puede quedarse con nosotros. - la mirada confundida de mi madre se posó sobre mí, inquiriendo respuestas. - Últimamente estoy trabajando mucho, sí, pero Hwa insiste en quedarse con él. - lo miré, y recordé que nos habíamos saltado las presentaciones. - Bien, acabo de notar que me salté la presentación, pero ya sabes quién es. - dije a mi madre mientras una incómoda sonrisa se formaba en el rostro de mi novio. Ella asintió con una sonrisa, aunque jamás me lo dijo siempre supe que ansiaba con el momento de conocer al chico que se encontraba tomado de mi mano.

- Es un placer conocer al famoso Seonghwa. No puedo creer que ya haya pasado tanto tiempo y recién ahora me lo presentas, Hongjoong. - solté una risa baja. - ¿Cuánto fueron? ¿Dos años? - bajé la cabeza y Seonghwa se dispuso a hablar.

- Es un placer. - bajó la cabeza avergonzado. - E-en verdad, estoy solo la mayoría del tiempo en casa. Depende el día, hasta que Joong llega por la noche. Creo que no debería aplazar este viaje, Joong me contó lo importante que es para usted. Tampoco quiere que se quede solo, pero tenemos una habitación libre y... Bueno, como estoy en casa la mayoría del tiempo... Solo hay algunos días en los que voy a la empresa, pero de otra forma estoy siempre allí. - alzó los hombros.

- Por favor, no quiero causarles molestias... -

- No, claro que no. - se precipitó el castaño. - En serio, quiero hacerlo. - hablaba decidido, seguro sobre sus palabras.

- No vas a rendirte, ¿verdad? Estoy segura que Hongjoong ya intentó que cambies de opinión. -

- ¿Qué puedo decirte, mamá? No puedo ganar con él. -
Mamá rió.

- Está bien, pero al más mínimo problema por favor llámenme, ¿si? -

Seonghwa asintió unas cuantas veces rápidamente, mientras la mujer le brindaba una cálida sonrisa.

- ¿En serio quieren quedarse con él? Conozco a mi esposo y sé que no se comportó de lo mejor con ustedes, así como sé que puede molestarte un tiempo antes de aceptarte, Seonghwa. -

- Está bien, su hijo es igual. Puedo lidiar con ello. - sonrió. Golpeé su brazo, mientras él continuaba hablando con la mujer.

Pasaron algunos minutos y el celular de mamá sonó, siendo su compañera de trabajo quien le preguntaba si no pensaba viajar.

Se despidió rápidamente y se fue, quedándonos nosotros dos con mi hermana.

- ¿Cómo te trata la universidad, Seul? -

- Mal, qué suerte tienes de no haber tenido que ir a la universidad, hermanito. - soltó un suspiro cansado y rodó los ojos.

- ¿Qué pasó? - pregunté bajo la mirada expectante de Seonghwa, que se preguntaba lo mismo.

- A veces siento que nací en la época equivocada, o que mi edad no corresponde a mi madurez. Seonghwa, cuando conociste a mi hermano, ¿era un imbécil? -

Seonghwa, que ahora se encontraba tomando de una botella de agua que había comprado en el camino al hospital, casi se ahoga con ella.

- Bueno, depende cómo quieras verlo... - Heeseul, que no esperaba esa respuesta, intentó contener una sonrisa, fracasando.

- ¿Disculpa? -

- Nada. - sonrió al colocarle la tapa a la botella.

- Entonces no sé qué es lo que pasa con los chicos de mi edad. Explíquenme, ¿por qué son tan inmaduros? -

- Ve al punto, ¿qué pasó? ¿Te gusta algún chico? -

- ¡N-no puedo hablar esas cosas contigo, Hongjoong! Es... Incómodo. - sacudió su cabeza sin querer responder.

- ¿Prefieres hablar sobre eso con papá? -

- ¡Ya basta! - su exaltación provocó que estalláramos en risas.

- Está bien, voy a dejarte en paz. - me acerqué a ella. - Por hoy. -

¿Por qué eres así?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora