Capítulo LXIV, parte uno: Tengo que hablar contigo

185 23 3
                                    

Los días en casa pasaron más rápido de lo que esperaba. Solía salir a caminar con Saeyoung durante las tardes, no había dejado de hablar con los chicos un sólo día. Por una semana, dejé de trabajar completamente.

Sin embargo, había un tema que me había tenido algo preocupado.

Lo había hablado con Heeseul, y estaba de acuerdo con que debería hablar primero con mamá antes que con papá, pues a él le costaría más asumirlo.

Ya era martes por la tarde y no había logrado sacar el tema. Papá estaba trabajando, mientras que mamá había salido a hacer las compras.

- Umm, ¿hablarás con ella? Sé que no es fácil sacar el tema, pero te vas mañana. -

- Lo sé, lo sé. Hablaré hoy con ella. -

- Entonces mucha suerte. - Heeseul colocó una de sus manos sobre mi hombro.

- Gracias, voy a necesitarla. Oh, me está llamando Youngjo. - dejé a mi hermana en la habitación y salí al jardín, para atender rápidamente y recibir un saludo de mi amigo.

- ¿Cómo están las cosas en casa, Joong? -

- Hola, Youngjo. ¿Te digo la verdad? Aburridas. ¿Pero recuerdas a Saeyoung? -

- Sí, lo recuerdo. Era el chico del que me hablabas en la secundaria. -

- Exacto. Creí que no volvería a verlo, pero está aquí. Es genial, creo que es una de las pocas cosas buenas de regresar a casa. -

- Creo que te olvidas de tu hermana. -

- Sí, y Heeseul también, pero no lo digas porque luego anda de presumida... - bajé el tono y mi amigo rió.

- Uhm, yo en realidad quería preguntarte cómo estaban las cosas con tu padre... -

Youngjo conocía la situación con mis padres, sobre todo con papá. No era malo, sino muy estricto. Desde que me mudé, las cosas habían cambiado y cada que me quedaba con ellos parecía de buen humor. Sin embargo, podía que las cosas vuelvan a cambiar una vez que le diga lo que tenía que decirle.

- Bueno, por ahora bien, pero no sé luego. Supongo que entenderás por qué. -

Cuando papá se enteró que Youngjo era bisexual casi se desmaya, por un tiempo estuvo muy en contra de que yo fuese su amigo. Esa era una de las razones de nuestras tantas peleas.

Antes de terminar la secundaria, Youngjo me ayudaba con las asignaturas que me costaban, pues él ya las había pasado. Papá no nos dejaba cerrar la puerta, y más de una vez insistió en conseguir un profesor particular con tal de que deje de juntarme con mi amigo.

Puedo decir que por suerte no lo logró. Aquel chico es como un hermano para mí, y aunque no suelo decírselo es de las personas que más quiero. Había sido testigo de mis mejores y mis peores momentos. Me había consolado cuando lo necesité y había celebrado junto a mí todos mis progresos.

Pero Youngjo también sabía de lo que pensaba papá, tanto por él como por las personas que no eran heterosexuales. Ahora, eso me incluía a mí, ¿verdad?

- Sí, creo que lo entiendo. ¿Cuándo regresas a Seoul? -

- Mañana por la mañana. De hecho, ya quiero regresar. -

- Entonces ahora que podemos, si quieres podemos encontrarnos para hablar un rato. ¿Te parece? -

- Sí, claro. – oí la puerta abrirse, al parecer mamá había vuelto. - Luego hablamos de eso. Debo colgar, adiós Youngjo. -

- ¡Adiós! -

Caminé hacia la cocina y me encontré con mamá cargada de bolsas, así que me acerqué para ayudarla.

¿Por qué eres así?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora