Capítulo XXXIV: Planes

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Al final, Yunho y yo volvimos a casa. Estaba comenzando a hacer frío y parecía que estaba por comenzar a nevar.

Entramos en casa y nos encontramos con San y Wooyoung mirando una película. Nos dijeron que los chicos estaban arriba, y que Seonghwa y Yeosang habían ido a comprar. Creí que no teníamos que comprar nada...

Yunho fue junto a Mingi, dijo que quedaron en jugar videojuegos de terror un rato... Un mal plan a mi parecer, Mingi y Yunho no eran las personas más valientes que conocía...

Le mandé un mensaje a Seonghwa para saber qué necesitaban comprar, pues en todo caso podrían habernos pedido a mí y a Yunho que trajéramos algo, ya habíamos salido.

Seonghwa Hyung: Los chicos comenzaron a discutir, y la única forma de que dejen de hacerlo era que compremos chocolates :(

Seonghwa Hyung: Tú quieres algo? Estamos por terminar, Yeosang está eligiendo los chocolates para los chicos

Seonghwa Hyung: También llevamos helado para el postre :D

Le dije que no necesitaba nada y dijo que en veinte minutos estarían aquí. Con una sonrisa tonta fui un rato con San y Wooyoung. Estaban viendo Harry Potter y la orden del fénix, realmente eran muy fanáticos de esa película...

Hwa y Yeosang llegaron unos minutos después, diciendo que hoy comeríamos pizza hecha por Seonghwa. ¿La verdad? No me lo esperaba. Osea, sabía que Seonghwa cocinaba, me lo había contado, pero cocinar pizzas para ocho chicos que comen como nosotros...

Wooyoung y San se ofrecieron a ayudar, pero dejar la cocina en manos de esos dos sería una catástrofe segura. Sin embargo, Seonghwa sí aceptó la ayuda de Jongho, pues estaba seguro de que no sería tan grave lo que pudiera pasar con él ayudándolo.

En cuanto a nosotros, cada uno fue por su lado. Yunho y Mingi seguían jugando, no habían bajado. Yeosang dijo que iría a dibujar un rato, últimamente le gusta mucho dibujar. San y Wooyoung estaban terminando la película y yo decidí llamar a Youngjo, últimamente estuvo muy ocupado.

- Vaya... ¡Qué placer saber de ti, Kim Hongjoong! Hace tanto que no me llamas... Ya no te importo... - dijo con un tono dolido.

- Claro, a mí no me importa, porque tú me llamaste miles de veces, ¿no es así? - imaginé a Youngjo entrecerrando los ojos al escuchar eso.

- No juegues, Hongjoong... ¿Sabes? Quiero ir a visitarte. ¿Que te parece si nos encontramos el sábado? Podemos encontrarnos a la noche, el domingo no tengo que ir a la agencia. -

De repente, se me ocurrió que Youngjo venga un día a cenar con sus chicos, así conocían a los nuestros. Ahora que lo pienso, en poco más de un mes es el cumpleaños de Jongho, y una fiesta no vendría nada mal.

- Perfecto, yo tampoco. ¿El lugar de siempre? -

- Eso no se pregunta, ya lo sabes. Pero luego hablamos de eso, cuéntame. ¿Ya te mudaste? -

- Sí, nos mudamos el sábado. -

- ¿Y qué tal la convivencia? Digo, son ocho. Si con seis se nos complica a nosotros... -

- Podría ser peor, creo. Seonghwa está haciendo un buen trabajo. Cuida a los chicos y se ocupa de que no sean tan desastrosos. -

- Ay, Seonghwa, Seonghwa. El famoso Park Seonghwa. ¿Cuándo me lo presentarás? Quiero conocer a quien se robó el corazón de mi amigo. -

- ¿Tú también con eso? -

- Pues es la verdad, quieras o no. -

- Ya... Oye, me olvidé de contarte que dentro de algunas semanas es el cumpleaños de Jongho. -

- Ummm... Jongho... ¡Ah, ya lo recuerdo! El pequeño que nos encontramos la última vez en la cafetería. - dijo, haciéndome recordar cuando un tímido Jongho se presentó ante un extrovertido Youngjo. Esa vez descubrí una faceta de Jongho que no esperaba conocer, pues es una persona que da una fuerte primera impresión, y comúnmente no es para nada tímido.

- Exactamente. Es el 12 de octubre, cumple 18. Estaba pensando en hacer una pequeña fiesta aquí en casa, y si quieres conocer a Seonghwa creo que podrías venir. Además, si crees que tus chicos se llevarían bien con los míos, podrían venir juntos. ¿Qué piensas? -

- Mira, si tus chicos son igual de amigables que los míos se llevarán muy bien. Keonhee es bastante extrovertido, al igual que Woongie y Xion. En cambio, Seoho y Leedo son un poco más tímidos. Pero cuando están todos juntos, son como una bomba a punto de explotar, nadie sabe lo que puede pasar o lo que puedan provocar. -

- Definitivamente se llevarán bien con los chicos. Bueno, entonces luego de organizar bien hablamos. Oh, ¿a qué hora nos encontramos el sábado? -

- ¿Te parece a las ocho? - oí como afirmaba y me despedí.

Seis y media de la tarde. Los chicos subieron diciendo que la comida estaba lista, así que bajamos para sentarnos todos en la mesa y entrar en una divertida charla.

Al terminar de comer, los chicos dijeron que se quedarían a ver la película que Jongho no quería ver. Seonghwa subió, al parecer la siesta no había sido lo suficientemente larga como para que no esté tan cansado. En cuanto a mí, decidí quedarme con los chicos, pues, al contrario de Hwa, la siesta había sido demasiado larga para mí, así que me quedaría un rato a ver la película con los chicos hasta que me entre el sueño.

San y Wooyoung se quedaron dormidos en el sillón a mitad de la película. Yunho y Mingi, aunque no tenían sueño, subieron a terminar la partida del juego que habían dejado a la mitad. Jongho despertó a Yeosang para que durmiera arriba, y subieron con un somnoliento Yeosang.

La película había terminado y aún no tenía sueño. Rayos, ahora recordaba por qué no dormía durante la tarde. Decidí buscar una manta para los chicos, pues hacía frío, y al parecer no se despertarían para dormir arriba. Una vez que los chicos estaban más abrigados, tomé un vaso de leche y subí a la habitación. Seonghwa estaba dormido, así que intenté hacer el menor ruido posible y fui a la terraza, luego de tomar un buzo y un libro. Prendí la luz de la terraza y me apoyé en la baranda. El cielo, lleno de nubes. La difusa luz de la luna alumbraba la calle, donde se veían pasar los autos. El aire fresco me hizo relajarme, y poco a poco el sueño fue llegando.

Entré de nuevo en la habitación y me acosté al lado de Seonghwa. Lo miré por un momento: su oscuro cabello desordenado, sus ojos rasgados... Se veía tan bien, tan perfecto.

Pensando en eso me quedé dormido, sin pensar que el día siguiente sería un día agitado.

¿Por qué eres así?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora