Leyenda 128: Recuperando el báculo V.

4 0 0
                                    

"¿Porque sigo vivo? Yo... use la primera activación, pero... -se sintió algo nervioso al recordar- dolió mucho, mucho más que antes... esto... algo esta mal..." 

En ese momento retumbaron en su mente, cual relámpagos, las palabras de su ángel guardián: "estoy usando la mitad de mi poder para evitar que tu alma sea destruida por el veneno... ya que tu no controlas mi poder por completo..." Esto le dio un indicio de su problema.

-¿Ángel... Yo...?

-Hace semanas te lo explique -La voz se originaba en su interior e invadía su mente por completo- La primera activación es una muestra básica de mi poder, solo te permite usar el 30% de mi fuerza, pero ahora, con la ocupación de este veneno en tu alma, solo te puedes usar un 15% y lo mismo aplica para los cánticos, solo puedes usar la mitad de mi poder, ya no puedes permitirte ser descuidado.

La advertencia del ángel molesto un poco a Julian.

-Maldición. Soy muy débil, debo irme de aquí, pero, -Asomo su cabeza fuera del local y vio a los tres comandantes parados a unas cuadras atrás-  no puedo irme  -dirigió su mirada al edificio que antes había intentado asaltar- y tampoco perder mi báculo. ¿Qué debería hacer? ¿Cómo puedo entrar sin ser golpeado?

-Eres débil, pero aun puedes pensar. Usa tu cabeza.

Julian retrocedió un poco y se sentó apoyando la espalda en la pared.

¿Qué podía hacer en esa situación? Fue lo que Julian empezó a pensar con cierto desespero.

 "aun si tengo algunos cartuchos más de munición no puedo entrar a ese edificio disparando a diestra y siniestra, eso no va a funcionar, mis oponentes son muy rápidos y muy resistentes. mis cánticos son demasiado débiles, por lo que gastar mi mana usándolos puede ser inútil y sobre la magia...Recuerdo que mi maestro nos dijo que no siempre podíamos depender de nuestro báculo para pelear, no siempre le preste atención, pero aprendí un par de cosas que puedo usar ahora..."

Luego de pensar en esto Julian comenzó a expulsar mana de cuerpo de forma abundante, llenando todo el espacio alrededor de la tiendo en pocos segundos, mientras se expandía poco a poco por toda la cuadra. 

"Esto me permitirá verlos, saber cuantos son, donde están y encontrar mi báculo, pero aun tengo que entrar, aun así tengo que pelear con ellos... -Apretó los dientes en señal molestia- Lo único que puedo usar es mi cántico, pero no puedo perder la consciencia por el dolor... Si eso sucede, habré perdido y no podre recuperar mi báculo..."

-¡Demonios! ¿Ángel tienes alguna idea? ¿Algo que pueda hacer para ganar esta pelea? -Dijo con evidente inquietud.

-No, no se me ocurre nada. Ese es tu mejor plan.

Julian soltó un suspiro rápido, pues le molestaba no tener una mejor opción, sin embargo, rápidamente decidió ponerse en marcha nuevamente.


Una decisiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora