Aquel hombre dio el primer paso. Decidió aventurarse por la calle a toda velocidad con el fin de atrapar a Julián. Julián al verlo venir sonrió con confianza, tenía los brazos rotos, pero tenia un plan que poner en marcha.
Acto seguido, se subió en el automóvil que tenía a su derecha, espero hasta que su enemigo estuviera a un metro de distancia, golpeó su bastón fuertemente contra la superficie metálica del automóvil y saltó hacia el suelo. Su oponente mientras lo veía saltar subió al techo del vehiculo, y al hacerlo fue presa de un pequeño terremoto, que sacudió el chasis metálico sobre el que estaba, y haciéndole perder el equilibrio lo hizo caer hacia atrás.
Este rapidamente se levanto y vio que Julián se hallaba cercano a un automóvil que estaba diagonal a su posición, así que haciendo uso del poder de su cántico, se agacho, tomo con ambas manos el carro y lo lanzó sin ningún problema.
Julián al ver que ese auto venía, ni lento ni perezoso corrió hacia adelante. Momentos después, se giró y vio como el auto destruyo uno de los pilares del edificio que tenía a su lado y rodó varios metros hasta el interior del mismo, destruyendo a su paso una parte de la pared interna de la edificación.
-¡Chico, ¿Creiste que seria suave contigo?! -Grito su adversario.
Julián tenía su corazón a mil. Se preguntaba cómo demonios había hecho eso, temblaba nervioso, temía lo que le pudiera hacer si llegaba a dejarse alcanzar por uno de esos ataques; aún así, al considerar que su plan seguía en pie sin ningún inconveniente, se tranquilizo un poco y se puso en pie.
Al hacerlo, percibió miradas presencias en las cercanías, dispuestas a atacar a la menor señal de... ¿Peligro? Quizás. Julian no lo tenía claro, pero evidentemente no eran amistosas.
Para aquel momento julián decidió correr hacia el siguiente automóvil en su camino, pero su adversario, presintiendo la clase de treta que tramaba lo interceptó a un par de pasos de distancia de su objetivo.
Julián se sintió totalmente derrotado, y en ese instante, cuando se cubrió con las manos para recibir el mortal impacto, apareció una bala desde la izquierda, que se incrusto en el hombro de su atacante, luego de esta aparecio una rafaga de balas que atrajeron la atención de su oponente en el salvador.
No entendiendo quien lo había salvando -y de hecho no importandole demasiado- Julián dio un salto hacia atrás y aprovechando que su adversario se encontraba a la defensiva tratando de localizar en la oscuridad al atacante, apunto su brazo derecho al frente recito y el hechizo que marcaría el final de ese combate:
-Invoco a los gélidos vientos del norte y les pido... -en el suelo brillaron tres sellos azules, ubicados en los lugares donde estuvo Julián- ¡que congelen la amenaza frente a mi!
Con esto aquel hombre fue encerrado en el hielo, y Julián se desplomó sobre sus rodillas exhausto.
-¡De nuevo quisiste dejarme fuera de tus cosas! -Gritó una voz conocida mientras se acercaba.
Julian no pudo evitar sonreir pero al mismo tiempo percibió que las miradas habían desaparecido.
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Una decisión
ActionEn un mundo en el que la humanidad a caído en la anarquía debido a la aparición de un virus zombie, seguimos la historia de un joven que busca a sus padres mientras lucha por sobrevivir a una nueva guerra santa en la que se pone en juego no solo el...