Al llegar a la casa de la concertación acompañado, los guardias se alertaron y de inmediato apuntaron sus armas hacia ellos.
-¡no disparen! no es un enemigo, solo me esta acompañando. -dijo Julián tratando de evitar que les dispararan.
Algunos bajaron las armas, sin embargo muchos aun les apuntaban. Julian levantó ambas manos en el aire y Rebecca al verlo le imito.
-¡haganle caso! -grito uno de ellos- recuerden lo que dijo el capitán Gustav...
los hombres frente a ellos dudosos se miraron unos a otros, al tiempo que se susurraban para confirmar la veracidad de las palabras que acababan de escuchar.
Al cabo de unos minutos todos estuvieron seguros de la información, y al estarlo guardaron sus armas y regresaron a su formación rodeando el edificio.
Por su parte Rebecca y Julian ingresaron al edificio entrando por el oscuro pasaje que los conduciría a la sala de reuniones.
-no te preocupes, no se puede ver nada, pero vamos directo a nuestro destino. -aclaro Julian sin detenerse-.
Luego de dichas palabras entraron en la sala, que ahora se hallaba iluminada por unas lamparas con tubos largos de neón brillando con luz blanca en el techo y varios bombillos que irradiaban la luz del mismo color en las paredes. Ellos dos se sentaron juntos alrededor de la mesa para dar comienzo a otra charla.
-¿cual es su opinión? -preguntó Gustav mirándolo celosamente-.
-quieren que regrese con ellos, pero dijeron que solo para llevarla a ella de regreso, luego volvería de nuevo aquí ya que ustedes me necesitan...
Rigoberto dejo salir una carcajada y dejando ver su rostro se acomodo bastante alegre en su silla.
-veo que no eres tonto muchacho... yo estoy dispuesto a aceptar ese trato. -comentó Rigoberto seriamente-.
-yo igual, con tal de que regreses estoy dispuesto a ello. -dijo Armando-.
-bien, si ya esta autorizado, ¿porque no lo dejamos ir? -inquirio dichoso Rigoberto-.
-puedes marcharte, ya mañana hablaremos del asunto con más calma...
Julian agradeció y partió de allí a toda prisa con Rebecca siguiéndole el paso, pasaron por el negocio de Luis y aunque este les propuso que se quedaran puesto que ya había anochecido decidieron seguir su camino bajo la poca lluvia que quedaba hasta su hogar.
a medida que volvían, la lluvia disminuia cada vez más, por lo que cuando llegaron al fuerte esta ya había cesado y los zombies muy apresurados comenzaron a caminar por todas partes en busca de carne.
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Una decisión
ActionEn un mundo en el que la humanidad a caído en la anarquía debido a la aparición de un virus zombie, seguimos la historia de un joven que busca a sus padres mientras lucha por sobrevivir a una nueva guerra santa en la que se pone en juego no solo el...