Al regresar a la iglesia, se sentó en una escalinata de la entrada izquierda por donde había salido, y con él viento rozandole la cara y agitandole el cabello sostuvo con tristeza la radio mientras trataba de pensar que hacer para convencer a Julián y traerlo de regreso con ella.
Miguel, abrió la puerta detrás de ella y se sentó a su lado.
-¿que tal estan las cosas?
Ella se quitó el cabello de la cara y mirándolo movió la cabeza en señal de negación.
-con que no muy bien, ¿eh? -le agitó el cabello con la mano suavemente-.
-no quiso escucharme y dudo que quiera hacerlo pronto.
Miguel se levantó y miró el sol ardiente que marcaba el mediodía.
-no te preocupes, solo debes dejar que se calme, por lo pronto, ¿porque no te quedas aquí un rato? -le aconsejo Miguel mientras la invitaba a pasar adentro-.
-gracias, pero quiero quedarme aquí un poco más...
-bien, pero si quieres algo solo necesitas entrar, después de todo yo soy solo un sirviente y esta es la casa de Dios...
Esas palabras le resultaron curiosas, ya que como explicaba que era un sacerdote y tenía una alianza con un demonio; ¿no es eso traicionarlo?
Miguel sonriendo y entro dejándola allí afuera, y de paso dejando la puerta un poco abierta para que entrara cuando lo deseara.
-quisiera que por lo menos me dijera donde está... -aprieto él walkie-talkie- me siento culpable por haberlo tratado así, pero si no puedo llegar a él, ¿cómo puedo ayudarle? ¿como hacerlo desde aquí? -Rebecca levantó la mirada al cielo y se cubrió la cara con la mano izquierda- Dios... ¿que deberia hacer?
En ese instante las palabras de su ángel resonaron en su mente de nuevo, pero esta vez su significado cambió.
-acaso... ¿es así cómo debo confiar? solo debo...
Rebecca se levantó, guardó en su bolsillo derecho delantero él walkie-talkie y entró en la iglesia tranquilamente.
-¿te sientes mejor? -inquirio Miguel sonriente-.
-sí, - lo miro alegre- ya se que debo hacer.
-bien, porque no te sientas y esperas -sugirió Miguel mientras cerraba él sagrario-.
-claro, eso hare.
Acto seguido Rebecca camino por la nave central y luego se sentó en la primera banca de la nave lateral izquierda, a pocos metros de distancia del atrio.
-Rebecca, siento pedirte esto siendo mi obligación, pero necesito salir ahora mismo y... quisiera saber si puedes cuidar el lugar por mi...
-no sé preocupe padre, déjeme todo, ya verá como no le pasara nada a este lugar...
Miguel sonrió amablemente, se acercó a ella, le revolvió el cabello y luego de caminar por la nave central, salió de la iglesia, con rumbo puesto hacia Julian.
-lo que viste es nada en comparación con lo que este demonio puede hacer... -murmuró Miguel mientras se alejaba de la iglesia-.
ESTÁS LEYENDO
Una decisión
ActionEn un mundo en el que la humanidad a caído en la anarquía debido a la aparición de un virus zombie, seguimos la historia de un joven que busca a sus padres mientras lucha por sobrevivir a una nueva guerra santa en la que se pone en juego no solo el...