Capitulo 15: Tomando Lo Necesario.

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-exacto, quiero que seamos amigos, nada más -dijo la voz-.

-bien, seámoslo -convino Julián dudoso-.

-me parece bien, no te arrepentirás –fue lo último que dijo la voz-.

-eso espero...

Julián al no recibir respuesta comenzó a avanzar con la intención de buscar, los artículos que si su memoria no le fallaba eran difíciles de conseguir y que un comerciante había prometido cambiar por lo que le pidiera: comida, información, armas, esclavos, lo que fuera factible y estuviera a su disposición.

Después de un par de minutos comenzó a subir a la superficie, cuando llego arriba se encontró con un pequeño problema: el jeep por el cual se había arrastrado ahora le impedía sacar su mochila.

En vista de ello regreso y dejo la mochila en el suelo, luego subió y se arrastró bajo el jeep, al Salir el perro le lamio la cara -cosa que lo sorprendió- y se encontró con las miradas de todos.

-veo que tienes problemas – le tendió la mano- ¿te ayudo?

Julián la recibió, se terminó de arrastrar y ya de pie empezó a sacudirse el polvo del pantalón con las manos.

- ¿y las cosas?, ¿Qué paso con ellas?

-están abajo, pero no puedo sacarlas.

Antonio camino hasta el jeep.

-entonces movamos esto y saquémoslas de allí.

Todos asintieron. Julián y Antonio empujaron el jeep hacia atrás, hasta que quedó al descubierto el agujero.

- ¿hace cuánto esta eso aquí? –Pregunto Antonio-.

-con exactitud no lo sé, pero el dueño de este lugar dijo que no me preocupara por eso, que hacia donde iba ya no lo necesitaría y desde entonces lo he usado.

Julián se agacho y comenzó a bajar hacia la oscuridad, una vez que toco el suelo miro hacia arriba y vio la luz al final del tunal.

- ¡si tienen otro bolso, láncenlo!

Un bolso café, grande y multibolsillos fue lanzado tapándole así la luz.

Julián se sumergió una vez más en la oscuridad y mientras buscaba cosas y las metía en la nueva mochila hacia unos ruidos parecidos a latas, rocas y ladrillos de cemento cayendo al suelo.

Pasados 5 minutos todo ruido se detuvo y ellos agachados alrededor del hueco asomaron sus miradas, esperando ver algo más que oscuridad. Por su parte Julián se acercó al bolso, soltó el que llevaba y se montó el suyo encima, luego empezó a subir.

Una decisiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora