A la mañana siguiente, Julián aprovechando que "todos" se hallaban dormidos, se levantó, tomo el arma de Alex, su bastón, un poco de provisiones, guardo sus armas y salió con el walkie-talkie en mano.
Una vez afuera, rodeo el edificio donde se había enfrentado a aquel padre furioso y mientras caminaba lo encendió.
- Antonio, necesito que me hagas un favor...
-él está dormido, pero si quieres lo despierto. –le contestó Elizabeth-.
-Te lo agradecería, dile que necesito decirle algo.
Elizabeth asintió, y llevando consigo el walkie-talkie se adentró en una camioneta militar negra. Tocó a Antonio y al ver que estaba profundamente dormido lo movió fuertemente. Este se despertó de repente y al verlo sobre él, se sobresaltó y le apuntó con su navaja militar.
- ¡no me asustes así!, Elizabeth, te lo he dicho muchas veces. uno de estos días te mataré sin pensarlo. –le acarició el cabello- pero no te culpo, aun eres muy inocente como para entenderlo –comentó Antonio-.
Elizabeth sonrió y le entregó el walkie-talkie, después se marchó.
-veo que estas algo ocupado –dijo Julián-.
Antonio se sorprendió, no pensó que Julián contactará con él tan pronto.
- ¡hola!, ¿Cómo te fue ayer?, no espere que me llamaras tan pronto.
-yo tampoco, pero necesito que me hagas un favor.
- habla, te escucho.
-voy a abrir la bodega, quiero que bajes y tomes algunas cosas por mí.
-me sorprendes, dijiste que no soñara con hacerlo.
-sí, lo dije, pero no esperaba tener que hacerlo lo que debo. Entonces, ¿lo harás?
-sí, solo dime que busco y donde.
-bien, busca una navaja multiusos, un soldador, un botiquín, consígueme más balas para la desert Eagle, unos visores infrarrojos, un radar, unas cuantas granadas y cualquier otro objeto que juzgues útil... -específico Julián-.
La puerta se desvaneció, y Antonio entendió que era hora de que bajara.
-se nota que vas a hacer algo complicado. –dijo mientras bajaba en la oscuridad-.
-sí, pero no es nada que te involucre.
-en verdad eres muy reservado, lo que te hace alguien muy frio.
-puede ser, pero es lo necesario para sobrevivir ahora.
-en eso tienes razón. por cierto, ¿para que necesitas tantas cosas?
-tengo un trabajo que hacer, y hablando de trabajo, quisiera que me ayudaras con algo.
- claro, solo dilo.
-quiero que me enseñes a disparar.
-bien, eso puedo hacerlo. Pero pregunto de nuevo: ¿Qué vas a hacer?
-y yo te lo repito: nada que te involucre.
-bien, ya encontré lo que pediste.
-bien, ya que estas ahí, toma algo para ti, lo que sea, solo tómalo.
- ¿estás seguro?
-sí, es tu recompensa.
-veo que no te gusta deber favores.
- ... no sé a qué te refieres.
-bien, ya estoy saliendo.
-bien, sal fuera del edificio, nos veremos al frente.
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Una decisión
AcciónEn un mundo en el que la humanidad a caído en la anarquía debido a la aparición de un virus zombie, seguimos la historia de un joven que busca a sus padres mientras lucha por sobrevivir a una nueva guerra santa en la que se pone en juego no solo el...