Ambos entraron juntos, y sacaron sus armas.
-no creí que fueras a venir.
-yo tampoco, solo que cuando entraste a la bodega el ruido de la puerta me despertó.
-en verdad tienes unos buenos oídos.
-que te digo, en el colegio me decían... ¡! –algo había llamado su atención, haciendo que se alejara rápidamente-.
Después un disparo se escuchó en otro cuarto.
-bueno, ya veo que fue lo que te distrajo, aunque no sé qué es el colegio.
Luego Julián subió corriendo hacia el otro piso, allí arriba se encontró con una oficina de patas arriba, varios escritorios en el suelo, computadores rotos y mohosos, papeles por todas partes, restos de comida... en fin, un desorden total.
Pero entre ese desorden, algo se había movido entre los papeles, así que impulsivamente disparo.
Antonio, se puso los binóculos que había tomado de la bodega y se puso a observarlos.
-son rápidos, no dudan ni un segundo. Normalmente en una batalla a muerte eso sería genial, pero ellos no han considerado que están en una cacería, y en una cacería lo importante no es ser rápido o fuerte, es observar a tu presa y esperar el momento justo para atacar, tal como lo hacen los felinos.
Rebecca perseguía ese ratón de un lugar a otro, de un cuarto al otro, le había disparado dos veces, pero ambas veces lo había esquivado, cansada se detuvo y se dio cuenta que ya no estaba donde se encontraba al principio, y que Julián tampoco estaba.
Un ratón corrió cerca de sus pies, y sin vacilar disparo, luego se dio cuenta de que había sido torpe, si hubiera corrido un par de centímetros su arma, se hubiera volado un pie. Suspiro y entendió lo que debía hacer, no debía correr tras el ratón, debía esperar a que este se mostrara.
Se sentó en una silla y se quedó quieta mirando la pared que tenía al frente, y al cabo de unos segundos vio que un ratón se introdujo por un pequeño hueco, viendo esto como una oportunidad se acercó rápidamente, introdujo el cañón de la G18 y disparo.
El disparo perforo la pared, pero el ratón asustado se había movido unos centímetros a la izquierda, esquivando así la bala.
- ¡rayos!, creí que le había dado.
Antonio lo había observado.
-has empezado a comprender el objetivo de esta prueba, pero aun te sigues acelerando, por otro lado, Julián...
Julián estaba furioso, había gastado 3 balas y aun no le había dado al ratón, de hecho, se encontraba tan furioso que había empezado a patear todos los papeles del suelo para encontrar al ratón, y cada vez que oía pasos se giraba y apuntaba su arma al sitio de donde provenían.
Ese escenario era algo desventajoso para él, su presa corría de un lado para otro, y se ocultaba en los papeles que había en el suelo.
Entonces decidió usar el ambiente a su favor, tomo dos trozos de madera que había en el suelo, un poco de papel y comenzó a frotar un trozo de madera contra el papel sobre el otro trozo de madera. Al cabo de unos 10 minutos prendió una mecha, soplo un poco y le añadió más papel, pasados unos segundos obtuvo una llama y luego encendió uno de los trozos de papel.
-M'h... ya veo lo que tratas de hacer, no es mala idea, pero ya verás las desventajas...
Julián le prendió fuego al papel que estaba en el suelo, y en cuestión de segundos todo el suelo se incendió, los ratones comenzaron a huir despavoridos hacia él, y pensando que era su oportunidad disparo dos balas contra ellos, quedándose así con dos balas en el cargador.
Para su mala suerte las habían esquivado y ahora huían a toda prisa al siguiente piso. El viéndose envuelto en las llamas decidió huir con ellas y buscar algo de agua para apagar lo que había hecho.
- ¡diablos!, cometí un gran error.
Al subir al siguiente piso, se encontró con un piso lleno de moho, agujeros por donde mirara y goteras cayendo del techo. Sonrió con malicia, tomo un balde que estaba cerca y empezó a llenarlo con las goteras. Al ver que esto le tomaría mucho tiempo, tomo el balde, con la mitad del contenido y corrió escaleras abajo, y lanzo el agua al fuego, una porción se apagó, pero aún seguía el resto.
Desesperado volvió al tercer piso, puso el balde y se dio cuenta de que a ese ritmo todo se prendería en llamas, si bien, lograría matar a más de un ratón, pero no solo el saldría herido, también lo haría Rebecca.
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Una decisión
ActionEn un mundo en el que la humanidad a caído en la anarquía debido a la aparición de un virus zombie, seguimos la historia de un joven que busca a sus padres mientras lucha por sobrevivir a una nueva guerra santa en la que se pone en juego no solo el...