Leyenda 99: Dominio III.

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En su "dominio" real, Dantaleon se desvaneció como humo y Julian quedo solo intentando librarse de aquella atadura invisible.

-Maldición. ¿Qué pretende ese demonio?

Instantes después, el cuerpo de Julian se levanto y Dantaleon, haciendo registro de sus capacidades comenzó a estirar los brazos a izquierda y derecha, después reviso los bolsillos de Julian y se encontró con la grata sorpresa de que allí habían muchas balas.

-Mateo, empieza el baile.

Mateo sonrió y sacando de sus bolsillos dos dagas empezó la embestida hacia los precavidos tiradores. Estos al verlo venir comenzaron a dispararle, pero este, haciendo uso del dominio empezó a ser tragado por la barrera y colocado detrás de ellos y estando detrás de ellos solo le bastaba cortar en X sus cuellos para matarlos.

-A ti bestia, te doy la libertad de masacrarlos como desees.

Dicho esta la bestia rugió poderosamente y se lanzo de lleno al combate, para esquivar las balas levanto su cola y batiéndola hacia derecha e izquierda disperso sus púas moradas, que al chocar con las balas las hacia explotar, mientras, con su fuerza y agilidad se desplazaba entre aquellos tiradores y cuando menos se lo esperaban se lanzaba sobre alguno con la intención de despedazarlo arrancándole violentamente las entrañas con sus enormes colmillos.

En medio de estos terribles acontecimientos se halla Dantaleon quien en posesión del cuerpo de Julian se reía macabramente y de vez en cuando apuntaba a alguna pierna desprotegida.

Rebecca que observaba desde fuera la masacre se hallaba perpleja y asustada, no podía pronunciar ninguna palabra pese al enorme miedo que la asolaba y los hombres que le rodeaban miraban entre lagrimas y con sus armas apuntando en todo momento hacia el área de matanza como sus compañeros peleaban y gritaban desesperadamente por ayuda.

Asi se mantuvo durante 5 minutos el escenario, hasta que en medio de cadáveres y manchas de sangre solo quedaron de pie Gustav y dos tiradores.

La bestia rugiendo en replica Dantaleon contenía su deseo de despedazarlos mientras complacido por el espectáculo Mateo desmembraba uno a uno los cadáveres.

-Vaya, creí que para este punto no quedaría nadie vivo, pero bueno, eso me deja algo de diversión. -Dijo Dantaleon mirando a sus oponentes con cierta lujuria.

Gustav reconoció enseguida Julian y dándose cuenta de que estaba poseído no le extraño que ni la bestia ni el secuaz de Dantaleon le atacaran.

-Bien. Buen pistolero, te propongo un trato: ten un duelo conmigo y si ganas, dejare que tu y tus hombres se marchen de este lugar intactos.

Gustav lo miro con desconfianza y viendo lo agotados y asustados que estaban los hombres a su lado, luego de un suspiro decidió aceptar.

-Que así sea entonces.

Sus hombres al oír como su maestro aceptaba la propuesta no dijeron nada, solamente bajaron la mirada, pero Rebecca, viendo esto como una luz de esperanza (pues no quería que mataran a Julian en el tiroteo que se celebraría luego) se levanto y grito sin vergüenza alguna:

-¡GANE POR NOSOTROS!

Con esto, la confianza de todos los que observaban la pelea se elevo un poco y decidieron tener fe en que el combate que podría salvarles la vida luego de tan horroroso espectáculo.




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