Una decisión

Leyenda 104: Batalla mental II.

Mientras tanto en el verdadero dominio...

Apresuradamente Dantaleon había llegado a su verdadero dominio y lo que había encontrado allí no le agradaba. Sus secuaces estaban inconscientes y cerca de su presa se hallaba un ángel caído.

-Veo que tienes algunos trucos bajo la manga, muchacho.

Para aquel momento, Julian había recuperado la mayor parte de su capacidad para hablar, por lo que mirando a Dantaleon con firmeza mientras sonreía con picarda respondió:

-No eres el único que tiene poder.

A continuación este demonio batió sus rojas alas con mucha fuerza y de súbito apareció a la derecha del inmóvil Julian. Aquel ángel caído sorprendido por esto, se posiciono a la izquierda de Julian y levantando su guardia poso su mirada sobre el demonio.

-Nunca creí que dos seres como ustedes estarían tan tensos por mi.

Ambos seres espirituales no contestaron al comentario de Julian, solo endurecieron la vigilancia sobre el otro, esperando el más mínimo descuido para atacar.

-¿Qué le han hecho a mis marionetas? -Pregunto Dantaleon denotando gran desidia.

-Solo he borrado una pequeñez. -Contesto Julian desafiante.

-Hmm...

En ese momento la bestia y el portador de Dantaleon despertaron.

-Maestro, ¿Qué hace allá arriba? -Pregunto desconcertado el chico.

-¿Qué crees? -Pregunto el demonio sacudiendo su cola.

-No lo sé, ¿Esta atendiendo a un amigo?

-Un amigo, ¿Acaso no ves lo que es? 

-Hmm... -Se sentó con los pies cruzados- Yo solo veo un tipo con alas negras.

Al oír esto, Dantaleon rápidamente se percato de lo que sucedía y batiendo sus alas bruscamente se alejo varios metros de Julian y compañía. 

-Hazlo, borralo también.

En ese momento el ángel caído chasqueo sus dedos y desde su interior una onda de energía azul se emitió hacia todas las direcciones. Era una burbuja de poder que se expandía por todo el dominio.

Dantaleon sabiendo que no podría esquivarla, transporto rápidamente a su portador frente a el y usándolo de escudo humano dejo que este absorbiera aquel poder. Acto seguido, lo dejo caer como si se tratara de un muñeco de trapo, a continuación, procedió a ejecutar un engaño.

Fingiendo no verlos fue reduciendo su altura de forma dispareja, a veces bajaba muy rápido, otras muy lento, se tambaleaba a derecha o izquierda y expresaba con locura tener un fuerte dolor de cabeza. Al tocar el "suelo" del dominio, expulso un grito ensordecedor y se dejo caer al suelo como si se hubiese desmayado, luego, libero de su control a Julian y lo dejo caer de golpe al suelo.

Este, al chocar con fuerza al suelo no pudo evitar toser sangre (cosa que también hizo su cuerpo físico) y comprobando que Dantaleon había perdido el control sobre el, se levanto lentamente, estiro sus brazos y alzo su mirada hacia aquel ángel caído.

-Ya hiciste tu trabajo, Puedes irte.

El ángel bajo su mirada hacia el, lo miro fríamente y se giro con el fin de desvanecerse para salir de allí. Pero justo cuando estaba en este proceso, Dantaleon arremetió contra el y modificando el dominio consiguió crear una invisible pero fuerte pared contra la que aplastar al ángel caído.

Julian sorprendido se tambaleo, pues aunque quiso moverse el veneno todavía estaba en su sistema y por tanto no pudo hacer nada de lo que quería.

-Bastardo... Fingiste...

-Qué esperabas de un demonio -jajaja- ¡Qué diablos esperabas de un demonio!

En ese momento todas las sombras del lugar reaparecieron y empezaron de nuevo los gritos y gemidos en busca de ayuda, todo este ruido empezó a hacer estragos en el equilibrio de Julian, el veneno de alguna forma estaba siendo excitado por el ruido y los mareos regresaron con fuerza, haciéndolo caer al suelo y empezar a ver distorsionado el escenario.

Mientras Julian yacía en el suelo nuevamente, viendo borrosamente como Dantaleon sometía lentamente a aquel ángel caído; el ángel caído poco a poco estaba permeando el muro invisible, aun así, contra las cuerdas, decidió volver a intentar el movimiento de antes.

Esta vez, en ves de chasquear los dedos, siseo y al hacerlo, libero explosivamente aquella onda de poder y debido a lo cerca que estaba, Dantaleon no pudo esquivarla de ninguna forma.

Con esto, el ángel caído consiguió que Dantaleon se olvidara de ambos y después de liberarse de la técnica de dominación que estaba ejecutando ese demonio sobre el, se acerco caminando hasta Julian. 

A pocos metros de distancia vio como este se estaba desvaneciendo y como debido a que su  perdida de conciencia el dominio estaba tomando medidas para contener su esencia, así que para evitar que el dominio lo absorbiera introdujo a su mano en el interior del pecho de Julian y allí, libero más de aquella energía azul.

Instantes después, solo se desvaneció y se quedo a observar en el plano físico el final de esa batalla, pues, quería saber si su poder quedaría en manos del demonio que hace poco que quería dominarlo o del chico que acaba de salvar y su discípulo.

Sobre Julian... Solo puedo decirles que en aquel momento estaba en camino de regresar, sin embargo, las consecuencias de todo ese combate aun le pesarían.