Armando fue notificado pocos minutos después de que Julian regresara a su habitación del intento de fuga, pero pese a que lo esperable era que fuera a confrontarlo para conocer sus razones al respecto opto por ordenarle al equipo medico que trataran las recientes heridas de bala y regularizaran más los controles médicos, mientras preparaba una conversación con los otros lideres.
Cuando llego el equipo medico Julian estaba atado en la camilla con las sabanas y sus heridas habían sido vendadas de mala gana por los guardias que le custodiaban, por lo que entre la intensa incomodidad por los fuertes amarres que tenia y las pequeñas fugas de sangre que tenia en las piernas Julian sintió que esta vez si estaba totalmente a merced de sus oponentes.
Los médicos no lo desataron, simplemente instalaron el equipo y lo anestesiaron para quitarle las balas incrustadas en sus piernas.
Debido a esto, nuevamente su consciencia se traslado a su alma y aprovechando la oportunidad decidió preguntar como estaba la situación.
-¿Cómo sigue todo?
-Nada ha cambiado, aunque por ahora puedo mantener esto a raya.
Ante Julian se alzaba una increíble pared de humo violeta, era tan alta que su vista no alcanzaba a divisar el final, sin embargo, comprendía que era trabajo de su guardián.
-¿Porque sostienes tus manos así?
-¿Te refieres a esto? Es para hacer tangible la barrera. De otra forma ya no existirías.
-Hmm...
Julian se acerco al humo violeta pues pese a saber que había una barrera allí no la podía ver en lo absoluto, extendió una de sus manos hacia ella y con sus yemas confirmo que había una delgada pared frente a él; luego desvió su mirada hacia el ángel y noto que este era empujado hacia atrás cada cierto tiempo.
-¿Ahora puedes decirme cuanto tiempo tengo?
-Aun no, nunca he tratado de contener veneno, solo gente.
Julian se mostró disgustado.
-Chico, no puedo hacer nada en esta situación y lo mejor que tu puedes hacer es evitar hacer más daño.
Con esa declaración Julian se percato de que su guardián ya sabia lo que había intentado hacer hace poco, por lo que su irritación creció, pero cuando quiso expresarla en palabras, algo lo arrebato de golpe de ese sitio y solo pudo volver con las resonantes palabras de aquel ángel en su cabeza.
Sorprendido abrió los ojos de golpe y descubrió que ya no estaba atado, en cambio los tres comandantes se encontraban sentados a su alrededor.
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Una decisión
ActionEn un mundo en el que la humanidad a caído en la anarquía debido a la aparición de un virus zombie, seguimos la historia de un joven que busca a sus padres mientras lucha por sobrevivir a una nueva guerra santa en la que se pone en juego no solo el...