Leyenda 114: Drake, hombre de sangre caliente II.

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Al adentrarse a toda prisa en el bosque, Drake no se percato de que habían magos rodeándolo. Por lo que no pudo evitar caer en sus trampas. 

Estos conjuraron magia de efecto e hicieron que arboles y arbustos usaran sus ramas para retenerlo mientras lo rodeaban. Al verse atrapado intento deshacerse de las ataduras de madera que lo retenían, pero poco pudo hacer con su fuerza. Los magos, aprovechando que Drake estaba indefenso comenzaron a conjurar hechizos elementales de fuego y trueno, pero cuando estos estuvieron listos para ser lanzados sobre Drake, este rugió ensordeciendolos, desconcentrandolos y haciendo templar a las bestias del bosque.

Acto seguido, hizo crecer bruscamente y contra la voluntad de los arboles dos alas escamadas en su espalda y procedió a agitarlas con enorme fuerza.

Este movimiento hizo tambalear a los arboles, haciendo algo más ligeras sus ataduras, hecho que aprovecho para liberarse alzando vuelo. Los magos sorprendidos comprendieron enseguida la verdadera naturaleza de Drake y habiendo entendido el porque se les había ordenado matarlo, procedieron a ejecutar nuevamente su estrategia.

Esta vez, algunos magos ordenaron a los arboles estirar sus ramas para alcanzar a Drake ya no con el objetivo de atraparlo sino de distraerlo y entorpecer sus movimientos la mayor cantidad de tiempo posible.

Drake, con sus sentidos aumentados percibió desde el caótico cielo los encantamientos que estaban realizando los magos en el suelo y rápidamente comprendió lo que pretendían hacer. Ante esto, decidió enfrentarles cara a cara. Sabia que su transformación no dudaría mucho tiempo por lo que no podia permitirse una batalla larga, como máximo le quedaban 5 minutos. Así que se lanzo de lleno hacia los arboles.

Los magos asombrados porque el chico se dejase atrapar de nuevo no dejaron escapar la oportunidad y lanzaron sus hechizos. Drake, por su parte sabiendo que no podría escapar de tan poderoso ataque dejo que este lo golpeara de lleno.

Los magos fueron enceguecidos por la explosión de tantos hechizos simultáneamente, por lo que asustados se retiraron un par de pasos y se pusieron en guardia mientras recuperaban la visión, pocos segundos después, observaron que alrededor del chico aún había humo y decidieron esperar a que se disipara, pensando que habían acabado con su objetivo y no quedaría del chico mayor rastro que sus cenizas. 

Pero se equivocaban.

Al haber estado atrapado por tanta madera la mayor parte de los hechizos eléctricos fue redirigido a la tierra, sí, recibió algunas quemaduras por parte de estos, pero no lograron convertirse en heridas internas; sin embargo, con las llamas fue diferente, toda su ropa fue quemada y la mayor parte de su cuerpo estaba tan calcinado que parecía un carbón viviente.

Todo su cuerpo estaba crujiente y de él emanaba humo blanco. Quiso gritar del dolor, pero el daño fue tal que sus nervios sobrecargaron su cerebro y pudo hacer nada más que caer inconsciente. Los magos al verlo en el suelo, lentamente se acercaron para comprobar que efectivamente estaba muerto, sin saber, en ese momento que esa acción los condenaría a muerte. 

Una decisiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora