Leyenda 88: Salvados.

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-Armando, ¿Me escuchas?

-Sí. ¿Donde te has metido?

-Eso no importa ahora. Dime, ¿Donde esta la mayor de la amenazas?

-Hmm... No sabría decirte con certeza, pero creo que se encuentra con Rigoberto.

-Explícate.

-Es simple: Tal como el nos dijo antes de que te fueras, hay un sector en donde se están perdiendo las comunicaciones y no sabemos que esta sucediendo con nuestros hombres,  él se dirigió hacia allí y ahora tampoco tenemos noticias de él. Esa es la peor amenaza porque estamos perdiendo gente sin saber porque.

-Hay alguna forma de que me puedas guiar allí.

-No, ya que las llamas que habían en ese lugar se han extinguido hace poco, pero creo que puedo enviarte a alguien que te lleve allí, solo dame tu ubicación.

-Hmm... Dame unos minutos.

Julian levanto la vista hacia el cielo, buscando algo que fuera característico del lugar en el que se encontraba y vio que a su derecha habían dos edificios altos con un varios de sus pisos superiores destruidos. Pensó que eso era suficiente.

-Lo más peculiar por aquí es que a nuestra derecha hay un par de edificios bastante altos. ¿Eso te sirve?

-Déjame ver.

Armando le pidió a Robert que le trajera algún plano de la ciudad, con la intención de darse una idea de la posible ubicación de Julian. Al poco tiempo de tener el plano en las manos, se dio cuenta que la ciudad tenia edificios altos en varios puntos de la ciudad, por lo que necesitaba algo más especifico o en su efecto, idear otra forma de hacer llegar a Julian la posición a la que lo quería enviar.

-¿Hay algo que puedo hacer?

-No, Armando dijo que debía esperar su respuesta. Aunque... -levanto la vista hacia las alturas nuevamente- creo que si hay algo que podemos hacer.

Ambos empezaron el trayecto por las escaleras, al llevar al décimo piso decidieron descansar, y mientras lo hacían, Julian noto que un par de pisos más arriba las escaleras se encontraban bloqueadas por un montón de escombros lo que lo hizo comenzar a pensar como eludirían tal obstáculo. 

Por su parte, Rebecca escucho en el piso algunos gruñidos y al no saber exactamente de donde provenían levanto la guardia mientras quitaba el seguro de su G-18. Instantes después, sin decirle nada a Julian prosiguió con la marcha. 

Julian ni pensarlo mucho decidió seguirla y al encontrarse con los escombros de frente, se detuvo al escuchar la voz de Armando.

-¿Puedes decirme algo más especifico?

-No, en este moment-

En ese momento varios zombies eufóricos salieron de las habitaciones del pasillo y otros más atraídos por el ruido de estos empezaron a subir del piso inferior. Rebecca muy nerviosa al acto se puso por delante de Julian, apuntando a ciegas en la oscuridad.

Este por su lado apresuradamente empezó a buscar entre los escombros una forma de pasar. Al cabo de unos segundos, pudo quitar un par de piedras y sintió una liviana brisa, para entonces escucho unos disparos varios escalones atrás de él, y muy asustado empezó buscar el agujero del que venia el viento, pues pensaba que si forzaba un poco esa grieta, podría tener una forma de salir del apuro en el que estaban.

Rebecca por su lado, se dio cuenta rápidamente de que a ese paso se le agotaría las balas que traía consigo, por lo que tenia que pensar en algo más para evitar que esas bestias los masacraran sin poder defenderse.

De repente una de los escombros más grandes se movió, y en cuanto Julian dirigió su mirada allí una mano lo halo hacia arriba. Para ese momento Rebeca retrocedió lo suficiente como para tomar el lugar que antes ocupaba Julian y mientras disparaba con preocupación sus ultimas balas una voz la llamo.

-Oye chica, ¿Vienes o te quedas?

Al darse la vuelta la luz de una linterna le cegó la vista y en cuestión de segundos corrió la misma suerte que Julian.



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