-chicos, debemos apresurarnos, él jefe dijo que si llegábamos así fuera un minuto tarde nos haría pedazos sin dudarlo.
-sí, ya lo sabemos William, nosotros estábamos ahí. no tienes porque recordarnoslo. - respondió Julieta-.
Los demás suspiraron agotados, puesto que si bien llevaban un buen ritmo, sabían que William tenía la razón.
Al cabo de un rato y asegurándose de no estar siendo seguidos por nadie, llegaron a su fortaleza: la central eléctrica.
-¡jefe hemos vuelto! ¡y traemos buenas noticias! -grito william alegremente-.
-William... ¡pequeño mocoso! - salto y lo golpeó en el rostro fuertemente- ¡TE HE DICHO QUE NO GRITES AQUÍ!
-jefe calmense... sabemos que william puede ser muy ruidoso pero no es para tanto...
Los otros se rieron una vez que vieron a su jefe calmado y a William frotándose la mejilla izquierda tratando de atenuar el dolor.
-y bien, ¿cuales son las buenas noticias?
-hemos inspeccionado la ciudad tanto como hemos podido, hemos hecho un mapa con la ayuda de Carlos y hemos podido determinar que hay muchos supervivientes en esta ciudad, sin mencionar, que aún no se han agotado los recursos. -respondió julieta-.
-eso quiere decir que si todo va de acuerdo al plan, ¿podemos convertir esta ciudad en nuestra fortaleza? -preguntó Rodrigo-.
-sí jefe, aunque nos tomará más tiempo del que pensamos -comentó Carlos-.
-eso es suficiente. por ahora, nos tomaremos un par de días para descansar y luego procederemos a analizar los planos y planear algún tipo de conquista. así que sin más quisiera que se tomen unos días y se relajen, porque después de que comencemos, tendremos una faena muy larga y tediosa.
-¡OK! -exclamaron todos aliviados.
-sin más que añadir pueden retirarse.
una vez que los demás se fueron, se quedaron allí william y Julieta.
--jefe, ¿esta bien que descansemos después del descanso de la semana pasada? -preguntó Julieta-.
-no te preocupes por eso. ya sabes que tenemos un jefe bondadoso así que no hay porque preocuparse. -contestó William despreocupadamente-.
-chicos, ya les dije que cuando estemos solos solo llámenme por mi nombre, tal como lo hacíamos antes.
-sí, sí hazle caso a Jonathan por una vez y relajate un poco julieta.
-pero es que...
-vamos, vamos, -William le pasó el brazo por detrás del cuello y le sonrió- ya lo oíste, solo hay que relajarnos por ahora.
-¡argh! ¡deja de hacer eso! -le dijo Julieta apartandolo-.
- jajajaja, ustedes en verdad son divertidos, realmente me divierto mucho cuando estoy con ustedes. lastimosamente, desde que descubrimos que este tipo está conmigo...
Un angel caido salió desde su interior, mostrándose poco imponente y muy amistoso. A su alrededor, flotaban plumas negras que caían de sus alas y le daban al lugar un aspecto lúgubre.
-jejeje, ya te lo dije, solo seguí órdenes de mis superiores y pues... te escogí porque fuiste el primero que encontré. No es como si hubiera planeado que la gente te seguiria por mi culpa.
-¿Qué esperabas que sucediera si un humano normal los salvaba de esa forma? - le dijo Jonathan un tanto molesto-.
-lo sé, pero no tenias otra forma de salvarlos así que decidí darte una mano.
-ahhh... lo sé -murmuró jonathan rascándose la cabeza- pero en mi defensa lo hice porque no quería que murieran.
El ángel caído se le acercó, lo rodeo y bajo su cabeza un poco dejando su boca a un par de centímetros de su oído izquierdo.
-eso lo tengo claro, ya que fue por ello que decidí ayudarte.
Jonathan suspiro y miro a sus amigos.
-y bien chicos, ¿que quieren hacer?
william sonrió alegre y miro a su alrededor.
-cualquier cosa que sea divertida.
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Una decisión
AcciónEn un mundo en el que la humanidad a caído en la anarquía debido a la aparición de un virus zombie, seguimos la historia de un joven que busca a sus padres mientras lucha por sobrevivir a una nueva guerra santa en la que se pone en juego no solo el...