Después de pensarlo por un largo rato consiguió darle forma a un plan. El plan consistía en continuar su camino por la fila en la que estaba hasta ubicarse a cinco escritorios de distancia del guardián de las escaleras, una vez allí, lanzaría una bala fuera del escritorio hacia las filas de escritorios más allá del rio de fragmentos de madera, con lo cual pretendía distraer a sus oponentes mientras aprovechaba para avanzar y dejar el piso tan silenciosamente como fuera posible.
Consciente de que ese no era su mejor plan busco nerviosamente en su bolsillo izquierdo otro cargador del cual sacar la bala que necesitaba para poner en marcha su plan.
Al cabo de un par de segundos encontró el cargador, lo saco con lentitud y procedió a extraer la bala. Esta tarea le tomo más de lo esperado, ya que no quería que el resorte del cargador expulsara todas las balas mientras sacaba la que estaba arriba y delatara así su posición.
Teniendo la bala en la mano miro con algo de desconcierto el lugar al que la lanzaría y después de un suspiro la lanzo tan fuerte como pudo.
La bala cayo y el sonido tintineante marco el inicio de la jugada.
El tipo en las escaleras no se movió de su lugar, pues esperaba que Julián hiciera aparición, así que mientras esperaba que su compañero llegara al sitio del que provenía el ruido tomo de su espalda una escopeta recortada.
El otro se giro rápidamente hacia el lado opuesto de la habitación y tal como un furioso vendaval arraso sin piedad con los escritorios que se encontraban en su camino.
Ante tal bullicio Julián sostuvo nerviosamente su arma esperando el momento en que su adversario pasara cerca a su escritorio para salir de su escondite y empezar el movimiento hacia las escaleras.
Su oponente paso a su lado pero esta vez no dejo intacto su escondite, ya que esta vez habia levantado por los aires la tabla que hacia las veces de techo y cuando esta estaba en el aire, Julián pudo ver como se hacia pedazos ante el impacto de los perdigones de escopeta.
Sabiendo que ponerse de pie era una mala idea, se escabullo rápidamente por el costado izquierdo del escritorio y presurosamente se alejo de ese lugar de manera haciendo zigzag por los escritorios. Posicionándose en la esquina opuesta de la habitación.
Ya había logrado evitar que lo descubrieran cambiando de ubicación, ahora, tenia que acercarse velozmente al guardián de las escaleras y traspasar su defensa.
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Una decisión
AksiEn un mundo en el que la humanidad a caído en la anarquía debido a la aparición de un virus zombie, seguimos la historia de un joven que busca a sus padres mientras lucha por sobrevivir a una nueva guerra santa en la que se pone en juego no solo el...