Capítulo 64: The Last Crow. Part One.

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Esa tarde, recien habia entrado a aquella vieja biblioteca, perdida entre la densa arena del desierto, aquella que guardaba conocimientos tan antiguos como el origen de la vida, tan valiosos como la más peculiar de las vidas y tan inconexos con su situación como el agua y el aceite.

-ahh... -suspiro con desánimo- ¿Pero que hago aqui? Esto no es lo que mi padre me pidió. Esto no es lo que necesito. -lanzo con fuerza el empolvado libro que sostenía entre sus manos y con tristeza cayó sin más al suelo- ¡¡¡PORQUE ME ENVIARON AQUÍ! ¡porque... ! ¡PORQUE! -las lágrimas caían de sus ojos- porque si... ¡si ni quiera puedo leer estos tontos libros!

En ese momento una sombra entró en la habitación y apagó la vela que la iluminaba.

-¿No entiendes nada verdad? ¿No entiendes porque el destino te ha enviado aquí? ¿Quieres que yo te lo diga?

Aquella chica recordó lo que dijo Dios la noche anterior y rápidamente sacó una daga curva con la hoja dorada y el mango de hierro.

la sombra lo miraba con recelo, ya había visto esa mirada temeraria antes.

-¿Quien eres? -preguntó la joven limpiándose las lágrimas del rostro-.

-¿Yo? un ser de otro lugar, más antiguo de lo que crees. -Respondió ella con una sonrisa-.

-Identifícate, ¿Quién eres? ¿Amigo o enemigo? -Preguntó la joven preparándose para atacar-.

-Soy un antiguo demonio, pocos saben de mi existencia, se podría decir que nací en este desierto, casi a la par de esta biblioteca, por lo que puedo decir que si se tiene conocimiento de mí, probablemente sea aquí,- alardeo ella- con respecto a tu pregunta, soy una amiga, que viene a brindarte una mano.

-¿Cómo sé que no mientes? -Pregunto la chica-.

-Porque de haberlo deseado, podría haberte matado sin avisarte de mi presencia. -contesto inquisitivamente aquel demonio-.

Ella la miró intensamente, recordó el momento en que se apagó la luz de la vela, no hubo viento, no entro aire, la luz se apagó sola, por tanto, no le quedó más de otra que aceptar que era cierto y guardó rápidamente la daga debajo de su abrigo.

-¿Cual es tu nombre? -pregunto ella-.

-Hmm... -se llevó el dedo a la boca- no se supone que te lo diga hasta que nos sincronicemos, pero, yo soy diferente a los demás demonios, así que te lo diré de una vez:  Ax'eriva Is'sa.

En ese momento la joven sintió una punzada en el corazón y cayó de rodillas al suelo.

-te lo dije, ¿no? no debia decirtelo, ya que eso va contra las reglas, así que... supera primero esto... -dijo entre risas Ax'eriva Is'sa-.

En ese instante, sintiendo un dolor entumecedor, y un frío escalofrío por todo el cuerpo, la joven se levantó sobre sus rodillas y mientras sonreía apretó un ojo y miro la sombra de aquel demonio.

-entonces yo soy igual, mi nombre es Alexei y... ¡yo te invoco mi fiel compañera! ¡The Last Crow!

Después de aquel grito, se clavó aquella daga curva en el lado izquierdo y mientras veía su sangre saltar por el aire, cayó inconsciente inmediatamente.     

  Ax'eriva Is'sa estaba sorprendida.  


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