Al entrar Alberto se despertó, se levantó y corrió hacia su hermano, Rebecca se levantó y camino muy apresuradamente, luego los junto a ambos mediante un cálido abrazo; lo que ellos aceptaron gustosos.
Julián al verlos suspiro y dio un par de pasos a su lado, y trato de forma indiferente de seguir caminando, pero Rebecca lo detuvo halándolo de la muñeca y separándose de sus hermanos lo abrazo.
-gracias por cuidarlo, te lo agradezco. –le susurro tiernamente al oído-.
Él se sonrojo y la aparto de su lado, luego se quitó la mochila.
-no te preocupes, no fue nada. –le dijo con modestia-.
Después Julián encendió la fogata, saco de la mochila unas galletas y las repartió a todos en el círculo que habían formado alrededor del fuego.
-ustedes son las personas más problemáticas con las que me he encontrado, no acabo de salir de una para estar en otra –dijo Julián lamentándose-.
- ¿Por qué lo dices?, ¿acaso paso algo más? –pregunto Rebecca-.
-pues... de pasar si, paso lo que tenía que pasar –comento Julián-.
-hablas de lo de mañana, ¿verdad? - inquirió Alex-.
Julián asintió y nuevamente suspiro.
-sí, pero esta vez me rehusó a llevar a cualquiera de ustedes...
- ¿Por qué?, no es como si hubiéramos hecho algo terrible ¿o sí? –pregunto Rebecca deseosa de saber-.
-diría que no, pero me estoy jugando mi vida el día de mañana y quizás también tu cabeza... -aclaro Julián-.
- ¿mi cabeza?, ¿a qué te refieres? – pregunto violeta-.
-un agente de Los Duendes, me pidió que consiguiera por tus hermanos una lista de cosas y por ti, se mostró muy molesto, tenía la firme intención de que te entregara... no sé qué rayos les hiciste, pero se mostró deseoso de hacerte sufrir; así que les dije que eran todos o ninguno y me exigió que por ti le entregara todos los artículos que lleve conmigo de la bodega... realmente quisiera saber que saber que les hiciste, pero... creo que ese es tu asunto así que no me entrometeré. –respondió Julián ocultando un dejo de ira-.
Luego de ello, ignorando las preguntas que Rebecca le hizo después comenzó a desempacar todo lo que traía en la mochila, Alberto y Alex se le unieron y juntos empezaron a llevar todo hacia la pequeña bodega donde estaba el baúl, Rebecca al ver que Julián no le respondería nada mas no tuvo más opción que unírseles. Fue una noche ocupada, pero al fin y al cabo divertida. Tanto como no lo había sido para ninguna de las anteriores para ellos en un buen tiempo, incluso me atrevería a decir sin haber estado allí que por un minuto se olvidaron de su pasado y se entregaron a ellos mismos.
Esa noche marco el comienzo de una nueva etapa, una etapa en la que todo sería rápido, ajetreado y peligroso, que les obligaría a estar juntos, a apoyarse en el otro, a confiar en sí mismos, y a luchar contra viento y marea por permanecer como lo habían hecho hasta ese momento: juntos, juntos y vivos.
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Una decisión
AcciónEn un mundo en el que la humanidad a caído en la anarquía debido a la aparición de un virus zombie, seguimos la historia de un joven que busca a sus padres mientras lucha por sobrevivir a una nueva guerra santa en la que se pone en juego no solo el...