Una decisión

Capitulo 49: Pasos.

Tardaron otra hora en estar cerca del bazar, por lo que Julian sugirió detenerse, recargar sus armas, mantenerlas visibles y estar en guardia pues una vez adentro no sabían con que se iban a encontrar.

Al entrar se encontraron con todas las calles vacías y las luces de los apartamentos y casa encendidas, lo que para Rebecca fue una sorpresa, pero para Julian era algo esperable ya que como él pensaba todos estarían resguarandose en sus casas de la lluvia. Por lo que decidió llevar a Rebecca hasta donde El comerciante y mantenerse allí hasta la hora pactada para evitar que descubrieran que ella era una esclava y de paso ¿porque no? también mantenerse a salvo de la lluvia y poder calentarse un poco.

Mientras ellos avanzaban hacia dicho lugar, Rafael desde una de las casas cercanas informó a través de su walkie-talkie a Armando, su líder, de la llegada de Julian al bazar, que se estaban dirigiendo hacia él comerciante del que le habia hablado en su informe oral y que para su sorpresa no venía solo, estaba acompañado por un jovencita un poco más baja que el, de cabello café, ojos negros, labios de un rojo muy tenue, una figura delgada y unos atributos destacables.

Armando dijo que esperara sus órdenes allí y que se alistara pronto porque iban a comenzar la operación de negociación, él le dijo que así sería y Armando contacto con los otros dos líderes y les paso la información que acababa de recibir, y de paso recibió su consentimiento para iniciar de inmediato la operación.

Ellos llegaron a la casa de comercio, tocaron y entraron en su interior, donde el comerciante quiso saber las razones que les traían a su local.

-me gustaria saber que te trae por aquí muchacho. -comentó él viejo hombre dejando ver su curiosidad-.

Julian dudo de si contestarle o no, y prefirió callar.

-vino a realizar mi compra -dijo ella mostrándole su sello en la mano-.

El hombre levantó la tabla móvil de su mesa y caminó hacia Rebecca. Julian al verlo acercarse saco la Desert Eagle y le apuntó, acto seguido quitó el seguro. El hombre levantó las manos en el aire y se quedó quieto de pie a un par de pasos de Rebecca.

-no te preocupes muchacho. No le hare nada, ella ya dijo que tu la comprarías y eso lo respeto; solo quiero ver su marca. -dijo él hombre tratando de tranquilizarlo-.

Julian lo miro a los ojos y vio que no estaba mintiendo por lo que rápidamente bajó el arma.

-préstame tu mano jovencita. -pidió amablemente el hombre-.

Ella se la tendió y él, luego de ponerse gafas la tomó entre sus manos y empezó a examinarla minuciosamente.

-debes dejar ese habito -replicó Rebecca-.

-no puedo, es lo que me ha mantenido vivo hasta ahora. -respondió Julian calmadamente-.

-él chico tiene razón, tal vez hace 10 años eso hubiera sido un crimen, pero hoy en dia, es algo esencial para mantenerte con vida.

Julian sonrió pues se sintió bien que le dieran la razón. Rebecca molesta asintió.

-señorita, podría dejarme dibujar esto y decirme a quién pertenece. -pidió el hombre soltandole la mano-.

-claro, si le sirve de algo por mi esta bien. -respondió Rebecca amablemente-.

El hombre le sonrió y le dijo que fuera con ella tras el mostrador. Julian quiso replicar que eso era darle información gratuita, pero la dejo ir porque escucho pasos afuera.

-ve con el, yo saldré afuera a ver algo. -dijo Julian levantándose-.

-no pensarás marcharte mientras estoy adentro, ¿verdad? -inquirio Rebecca preocupada-.

-no te preocupes, no lo haré. Tienes mi palabra. -le dijo mirándola a los ojos-.

-bien, donde te atrevas a hacerlo te mato yo misma. -replicó ella-.

Julian se rió de sus palabras, pues ella le daba la impresión de no ser capaz de algo así. ella se irritó un poco y sin decir más se fue con él viejo al interior del local, por su parte, Julian saco su Desert Eagle, le quito el seguro y salio con ella entre las manos.