-¿Por qué no me dijiste que estabas con él?- Preguntó Frank apareciéndose detrás nuestro. Abrí los ojos sorprendida y me maldije mentalmente por sucumbir a su palabrería y sus carnosos labios.
-Porque no estoy con él.- Lo empujé.
-Frank, debemos irnos, Jenna debería estar en su casa ahora. Ya sabes... Los suegros.- Le guiñó un ojo y Frank rió.
-Claro, avísame si vuelves por aquí.- Lo abrazó y luego se dirigió a mí. -Nos veremos pronto, Jenna. Lástima que salgas con este gordo.- Golpeó su hombro cariñosamente. -Cuídense mucho, se ven bien juntos.- Zacky me sacó del bar prácticamente a las rastras y me detuve frente a su coche.
-¿Qué demonios sucede contigo?- Exclamé furiosa. -¡No tengo que irme a ningún lado y no lo haré!.. ¡Tu y yo no estamos juntos!- Me acorraló contra el coche y me besó desesperadamente. Al principio me resistí pero, no por mucho. El sabor de sus labios me hacía sentir completa.
Su mano acarició mi rostro suavemente para luego descender hasta mi muslo y quedarse ahí, presionando firme pero suave. Nuestras bocas danzaban a un compás increíble mientras nuestras lenguas, ya viejas amigas, se reencontraban una vez más. Enrosqué mis dedos en su cabello, el cual había crecido unos cuantos centímetros y, luego, bajé mi mano derecha hasta su pecho. Su pulso acelerado golpeaba contra mi mano y su pantalón comenzaba a abultarse. Mis manos subieron a su rostro y las suyas apretaron mi trasero haciéndome soltar un pequeño quejido sobre sus labios. La situación se estaba subiendo de tono cuando los chicos salieron y se quedaron mirándonos anonadados. Brian aclaró su garganta.
-Nosotros nos vamos, estaremos en casa de Johnny... Uhm... Si quieren venir...-
-Seguro, iremos tras ustedes.- Dije sonriéndo y apartando a Zachary, el cual me miró algo molesto. Los chicos se subieron a los coches y Brian, me miraba fijamente desde su motocicleta, lo cual me hizo sentir bastante intimidada.
-Yo no quiero ir "tras ellos".- Dijo encaprichado, haciendo las comillas con sus dedos. -Tomemos algo primero.-
-Bien.- Resoplé. -Vamos entonces.- Entramos y nos sentamos en la barra. Le pedimos al cantinero dos cervezas y esperamos en silencio. Me sentía incómoda, cada vez que él y yo nos acercábamos terminábamos enredados jugando a quitarnos la respiración mutuamente.
-¿En qué piensas?-
-En... En nada. Uhm... ¿Qué... ¿Qué está ocurriendo?- Frunció el ceño. -Digo, entre nosotros... ¿Qué ocurre?- Bajé la vista.
-Bueno... No lo sé.- Se rascó la nuca e hizo una mueca de incredulidad. Al parecer hacía eso cuando se ponía nervioso, dado que no era la primera vez que lo notaba.
-Bien, entonces supongo que es sólo eso ¿No?- Sonreí pero, en realidad, estaba algo desilusionada. No respondió, sino que terminó su cerveza y pidió dos más.
Así se nos pasaron un par de horas, habíamos bebido seis botellas cada uno y estábamos "alegres." De repente, se apareció nuevamente la camarera zorra y se sentó en las piernas de Zacky. Si lo pensaba objetivamente, no era fea, todo lo contrario. Pero no podía pensar objetivamente bajo el efecto del alcohol y, mucho menos, de los celos.
-Hey, estaba pensando que quizás podríamos jugar un rato.- Ronroneó en su cuello. Zacky le sonrió y posó una mano en su cintura haciéndome hervir la sangre.
-Hmm, no lo sé... Convénceme.- En ese mismo momento me levanté del taburete, me dirigí a la puerta y salí. Me subí a un taxi y le indiqué la dirección de mi casa.
Si Zacky quería hacerme molestar, lo había logrado. Sus constantes coqueteos, conmigo o no, me ponían de mal humor y me daban celos. Sí, lo admití, me daban celos. Me cansaba saber que a donde sea que fuera, acaparaba la atención de todas. "Jamás va a cambiar." pensé frunciendo los labios.
Entré a mi casa, miré el reloj que había en la sala, el cual marcaba las 4:17 a.m. Mamá y papá no habían vuelto y Marie se había ido, supongo (y espero) que con Matt. Entré en mi habitación y me encerré en el baño, me di una ducha y salí. Sonó el timbre, así que me puse el pijama y bajé.
-¿Qué haces aquí?- Suspiré de mala gana.
-¿Por qué te fuiste?-
-Responde.- Exigí.
-Te fuiste, me dejaste solo.- Fingió un puchero.
-Estabas ocupado y yo también lo estoy.- Quise cerrar la puerta pero puso el pie. -Muévete.- Ordené.
-De acuerdo.- Empujó con su pecho y se adentró en la casa.
-¡¿Qué?! ¿Qué haces? ¡Vete!-
-Hice lo que me dijiste.- Sonrió. -Me moví.- Cerró la puerta.
-Vete de mi casa.- Ordené.
-No.- Se acercó y me arrinconó contra la misma.
-Zachary, vete de mi casa. Ahora.-
-¿Qué te ocurre?- Posó sus manos en mi cintura y frunció el ceño. Corrí mi rostro hacia un costado en respuesta.-Me gusta este pijama, deja mucho a la imaginación.- Sonrió de lado y rozó mi cuello con sus labios haciéndome erizar la piel.
-No.- Dije débilmente.
-Sí.- Dijo antes de mordisquear mi cuello apretándome contra la puerta.
ESTÁS LEYENDO
Dirty Little Secret... Who has to know?
Fanfiction"-Año nuevo. -Una fiesta. -Alcohol. -Una chica sola (yo) y enojada con el mundo. Pensaba que mi lista estaba completa pero olvidé dos pequeños detalles: -Un hermoso par de ojos verdes. -Sexo." En una fiesta, Jenna y Zachary pierden el control y ella...