Dirty Little Secret... Who has to know?

Capítulo XCI

-No, me niego.- Lo miré a Matt. -Me trajiste engañada, así no iban a ser las cosas.-

-Ella es la sorpresa, no puede ir por él.- Dijo defendiéndome.

-Pero si vamos nosotros, se dará cuenta. Recuerda todos los cumpleaños sorpresa que arruinó, es un gordo adivino.- Dijo Johnny en modo de berrinche.

-Sólo llamenlo y ya.-

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No, no fui a buscarlo; de hecho, lo hicieron ir con la excusa de que Abby había tenido una pérdida. Sí, se sorprendió y les agradeció pero, cuando me vio, sus ojos no se apartaron de mí en ningún momento.

-Feliz cumpleaños.- Dije apenas sonriendo.

-Estás hermosa.- Murmuró y me acarició un mechón de cabello con sus dedos. -No puedo creer que estés aquí.- Sonrió y me abrazó. A los pocos segundos se separó y carraspeó avergonzado. -Lo siento.- Me sonrojé.

-Descuida.- Apenas sonreí y desvié la mirada hacia un costado.

Todos hablaban con todos, la comida y los snacks iban y venían y yo, todavía no podía relajarme. Zacky contaba todas las oportunidades en las que le había arruinado las sorpresas a los chicos, mientras a la única persona que miraba era a mí; como si no hubiera nadie más que nosotros.

-Disculpen, ya regreso.- Susurré. Subí las escaleras y me apoyé en la puerta del baño. Respiraba entrecortadamente; la opresión en el pecho había aparecido de nuevo, al igual que los nervios de verlo tan cerca mio.

Entré al baño y me senté en el borde de la bañera, trataba de calmarme a mí misma porque estaba al borde de un ataque de pánico. Como si lo hubiera sentido, golpeó la puerta.

-Está ocupado.- Dije con las voz entrecortada por la angustia. Las lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos en el momento que abrió la puerta y me miró con tristeza.

-Oh, nena...- Murmuró mientras cerraba los ojos y me contenía para no llorar. Se arrodilló frente a mí y acarició mi rostro. -No te contengas, déjalo salir.- Negué con la cabeza.

-Tengo miedo, no podré respirar.- Susurré.

-Amor, abre los ojos, mírame.- Obedecí y más lágrimas cayeron de mis ojos, las cuales él limpió con sus pulgares. -Estoy aquí, puedes hacerlo. No dejarás de respirar, lo prometo.- Automáticamente lo abracé y gemidos ahogados, llenos de angustia, comenzaron a escaparse de mis labios. Apreté mis puños sobre el suéter que llevaba puesto y hundí mi rostro en su pecho.

-Aquí estoy amor, estás bien.- Susurraba mientras besaba mi cabello.

-¿Por qué haces esto?- Pregunté sin moverme de mi posición.

-Porque te amo, mi nena. Y te lo diré hasta que te des cuenta de que es cierto.-

-Tengo miedo.- Dije un poco más calmada.

-¿De mí?- Negué con la cabeza.

-De mí.- Lo miré y frunció el ceño. -Sé que no me costará nada perdonarte pero ya no quiero sufrir; no quiero llorar y tener ataques de pánico; no quiero sentirme sola y que todos se compadezcan de mí. Quiero vivir, ser como era antes, salir de mi casa, verlos a ustedes y verte a tí sin llorar como una estúpida cada vez que lo hago.- Mi llanto había cesado, me dolía el cuerpo pero él seguía ahi, de rodillas, escuchando con atención todo lo que decía. Lo amaba, lo amaba demasiado y tenía miedo de tomar una decisión equivocada. Acaricié su rostro suave, tal y como lo recordaba. -Te amo...- Dije haciéndolo abrir sus ojos de la sorpresa. -... Y te necesito, es por eso que tengo miedo.-

-Nena, no tienes que tener miedo, nada malo ocurrirá. También te amo y te necesito más de lo que cualquier ser humano puede necesitar a alguien.- Una vez más, me abalancé sobre él pero, esta vez, lo besé.

Está demás decir que nuestras bocas eran viejas amigas que se reencontraban por enésima vez. Su respuesta fue primitiva, como un ser hambriento al que se le da un pedazo de carne. Me estaba devorando con sus labios y yo lo dejaba hacerlo. Es más, respondía igual que él. Mis piernas se entrelazaron alrededor de su cintura, lo necesitaba lo más cerca mío posible.

-No, espera.- Susurré separándome. -No está bien.-

-¿Qué?- Retiré sus manos de mi brazier y apoyé los pies en el suelo.

-Estan los chicos abajo, no podemos hacer esto.- Sonrió de lado y me ayudó a levantarme.

-Hay cosas que no cambian. ¿Uh?- Bajé la vista al suelo y, por primera vez en mucho tiempo, sonreí.

Hola preciosas! Cómo están? Espero que les haya gustado el capítulo! ❤
Sé que no suelo hacer notas al pie, pero como su escritora tengo que decirselo: NOS ACERCAMOS AL FINAL.

Así es mis pequeñas u.u quedan un poco más de 6 o 7 capítulos :c Así que nada, disfrutenlo! Las amo❤