Capitulo L

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Las siguientes dos semanas se me habían pasado muy rápido, había comenzado la universidad y a las chicas las veía sólo en los recesos, ya que hacíamos distintas carreras. Abigail estudiaba Periodismo; Emilie, Medicina; y yo, Economía. Lo sé, carreras muy diferentes. Las cursábamos en edificios diferentes pero aprovechábamos cada momento que teníamos para estar juntas.

Con todo esto, a los chicos los vimos sólo un sábado, en casa de Brian. Su mamá no dejaba de verme con ojos sospechosos y eso me incomodaba sobremanera. No supe nada más de Zacky después de esa noche, de hecho, casi ni hablamos salvo para saludarnos. No sabía qué era lo que debía hacer o cómo debía reaccionar así que me mantuve al margen pero, sorprendentemente, él no se mostró interesado por nadie. De hecho, no coqueteó con nadie sino que, de vez en cuando, lo pescaba con sus profundos ojos verdes puestos en mí.

El lunes siguiente, por la tarde, acompañamos a Abby a su primera ecografía. Johnny quiso ir pero, dado que no podía, nos ofrecimos a acompañarla. No sabríamos si seria gnomito o gnomita hasta más adelante pero era importante para saber el estado de salud del bebé.

-¿Saben? Conocí una chica en la clase de química.- Habló Emilie.

-Suenas como un chico cuando habla de alguien que le gusta.- Bromeé y las tres reímos.

-Ya, en serio.- Dijo dejando de reír. -Es muy simpática, se llama Alex. Creo que deberíamos invitarla a almorzar de vez en cuando.-

-Pues, tráela. Mientras no sea una loca como las enemigas de Jenna, por mí está bien.-

-¡Hey! ¡Deja a mis pobres enemigas en paz! ¿No te das cuenta que no pueden con su pequeño y subdesarrollado cerebro?- Por alguna razón, estábamos en modo bromista.

Cuando llegamos al hospital, nos dirigimos al consultorio de la doctora Morgan, quién nos hizo pasar y acomodarnos al lado de la camilla donde Abby se recostó.

-Primera ecografía ¿No?- Preguntó mientras le colocaba el gel sobre el abdomen. Abby se limitó a asentir. -No estés nerviosa, linda. Es una revisión de rutina.- Ella sonrió más relajada y, al igual que nosotras, se dedicó a mirar la pantalla. -¿Ven esa pequeña manchita?- Señaló con el mouse de la computadora una pequeña mota. -Ese es tu bebé, Abigail.- Sonreímos y le dimos la mano a la pelirroja, quien tenía los ojos llenos de lágrimas y nos estaba contagiando. -¿Quieres escuchar los latidos?-

-¿Eso se puede?- Dijo sorprendida.

-¡Claro que sí!- Comenzó a trabajar con otro aparato y, de repente, se empezó a escuchar un latido apresurado que hizo que Abby ahogara un gemido de sorpresa.

-¡Ese es mi bebé, el bebé de Johnny, nuestro gnomito!- Exclamó feliz mientras su camiseta se empapaba en lágrimas.

-¡Ay, ya estoy llorando por tu culpa!- Se quejó Em mientras secaba sus lágrimas y apretaba nuestras manos.

-Lo grabaré en un CD así puedes mostrárselo a quien quieras.- La doctora sacó un CD de un cajón y lo puso en la lectora del monitor. Unos minutos después, se lo entregó a Abby junto con las fotos impresas. -El próximo mes, vendrás para la segunda cita. Veremos la evolución del bebé y luego hablaremos con la obstetra sobre tu alimentación. Tengo entendido que eres anémica.- Ella asintió. -De acuerdo, sólo trata de no suprimir ninguna comida. ¿Sí?- Asintió nuevamente.

-No sé preocupe, nos encargaremos de eso.- Reímos y nos despedimos de la doctora para luego salir del hospital y subirnos al coche.

-¡Los chicos tienen que ver esto!- Exclamó entusiasmada sacudiendo el sobre con el CD. -¡Jenna, tienes que llamarlos!- Suspiré.

-De acuerdo.- Le marqué a Jimmy pero no contestó así que opté por llamar a Brian, quien tampoco contestó. "Mierda, tendré que llamar a Zacky." pensé. Marqué su número y pulsé el botón de llamar. Apenas sonó un par de veces y atendió.

-¡¿Jenna?!- Se escuchaba muy sorprendido. "No es para menos, tonta. No tuviste ningún tipo de contacto con él durante dos semanas."
-Hola... Zack.- Abby me miró y sonrió divertida al ver mis nervios.

-¿Qué ocurre?-

-Uhm... Bueno... ¿Estás con los chicos?-

-Sí. ¿Ocurre algo?-

-Uh... Uhmmm...-

-¡Dile que vengan a casa!- Susurró Abby aguantando la risa.

-Vengan a la casa de Abby, adiós.- Corté y suspiré profundamente.

-¡No puedo creer que te pusieras tan nerviosa! ¿A qué le temes Summers?- Rió Emilie.

-Viniendo de él, a todo.-

Dirty Little Secret... Who has to know?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora