Capítulo XXXIII

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Al otro día desperté con un dolor de cabeza que me partía a la mitad. Esa noche tuve un sueño erótico demasiado real. ¿Adivinen con quién? Si, con Zachary. Me senté en la cama y abrí los ojos. Cuando pude despavilarme, noté que no estaba en mi habitación y que tampoco estaba vestida. "¡Mierda, Jenna! ¿Con quién carajo dormiste?"

Miré hacia mi derecha y vi un cuerpo cubierto con una sábana. No podía ver quién era, puesto que se había tapado completamente. Me puse a recapitular todo lo que había hecho la noche anterior y lo último que recordaba era haber tomado innumerables shots de diferentes bebidas con Frank. ¡¿Acaso estaba durmiendo con Frank?! "¡Oh por dios, no puede ser!" pensé. Lentamente quité la sábana de encima de él. Cuando lo vi, solté todo el aire de mis pulmones en alivio. Era Zachary.

¡Era Zachary! "¡Oh no! ¡Carajos! ¡Pasó de nuevo! ¡Estúpida, estúpida, estúpida, estúpida!" No era como si no quisiera que pasara, sólo no quería salir lastimada. Ambos sabíamos que alguien saldría lastimado en este juego y, ese alguien, sería yo.

"Entonces ese sueño erótico no fue un sueño, fue real." Mier-da. ¿Había sido tan así?

Flashback.

-¡Vamos Frankie, uno más, tú puedes!- Grité. Ambos estábamos ebrios y algunos observaban cómo bebíamos.

-Ahora mi recompensa.- Dijo acercándose a mi rostro. Rápidamente tomé un último shot de tequila y uní mis labios con los suyos.
-Iero, suelta a mi chica.- Dijo Zachary.
-Zack, no me creo eso de que están juntos.- Frank rió.

-No lo creas, no es cierto pero lo será. Jenna es mía.-

-¿Ah si? ¿Y por qué pero estabas con Meghan?- Exclamé. Rato antes los había visto besarse con desesperación.

-¡Pff! ¡Porque pensé que eras tú! Pero aquí estás, besando a Iero.- Estaba dolido... ¡¿Estaba dolido?! ¡¿Cómo osaba?!

-¡Ugh, me cansé! ¡Me voy a casa!- Comencé a caminar tambaleándome un poco y salí de la casa de Johnny.

-¡Tu casa no es hacia allá!- Gritó riendo.

-¡Deja de seguirme, Zachary!-

-No te puedes ir sola ¡Mírate, apenas puedes caminar!- Rodeó mi cintura con su brazo y me encaminó hacia su coche.

-Espera, ¿A dónde me llevas?-

-A dormir.-

***

-Creeme cuando te digo que me vuelves loco, porque es así.- Murmuró mientras me quitaba la camiseta y masajeaba mis pechos. Me acerqué a él y lo besé desesperadamente mientras me arrinconaba contra la pared.

***

Me retorcía bajo su cuerpo, cada embestida que recibía me llevaba más y más alto. Sus besos en mi cuello y mi mejilla me hacían sonreír y gemir a la vez. Comencé a sentir mi orgasmo cerca y mis gemidos aumentaron hasta el punto de no contenerlos más y gritar mientras hundía mis uñas en su espalda. Zachary cerró los ojos y gimió desesperadamente haciéndome entender que había llegado también. Se apoyó sobre mi pecho y susurró

-Te quiero.-

Fin del Flashback.

Así que estaba en la habitación de Zachary. Miré hacia mi derecha y lo vi dormido, boca abajo y con sus labios algo hinchados. De todos modos, se veía tan lindo. Luego, admiré su espalda tatuada y trabajada. Este tipo era un jodido pecado y no podía permitirme caer ante él.

Me levanté y me puse mi ropa interior. Busqué desesperadamente la camiseta y los leggins pero no los encontré entonces, para no perder la costumbre, me puse una camiseta suya y salí de la habitación intentando no hacer ruido. Al bajar las escaleras y asomarme por la cocina me quedé petrificada.

-¡¿Marie?!-

Dirty Little Secret... Who has to know?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora