Capítulo XV

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Bajé las escaleras y me senté en la mesa de la cocina.

-Buen día cariño... ¿Ya te sientes bien?- Preguntó mamá.

-Uhm, sí.- Me sonrojé al recordar el agarre de Zacky alrededor de mi cintura y su dulce aroma adentrándose en mi nariz. "Maldición, Jenna. ¿Desde cuándo eres poeta?" Pensé.

-Buen día.- Gritó Marie mirándome fijamente mientras se sentaba a mi lado. -¿Cómo pasaste tu noche?- Dijo alzando una ceja como si intentara leer mi mente.

-He tenido mejores.- Mentí. Alcé los hombros para sonar despreocupada pero era una pésima mentirosa y mi prima me conocía bastante bien.

-Marie, Jenna, debo irme. Las compras no se harán solas, las veo luego.- Dijo canturreando mientras desaparecía tras la puerta.

-A mí no me engañas Jenna Summers, sé que Zacky estuvo en tu cuarto toda la noche.- Entrecerró los ojos. ¿Cómo carajo lo sabía? Es decir, no había muchas posibilidades, sólo dos. Uno, que nos haya visto. Dos, que Matt lo sepa y se lo haya contado a ella. -¿Quién crees que lo despertó?- Alzó una ceja y estuvo todo claro, opción uno. Nos vio.

-Bien... En mi defensa, no recuerdo haber hecho nada.-

-No te creo. Jenna, sabes que puedes confiar en mí ¿Por qué no me lo cuentas?- Bajé la vista.

-Marie, yo... Creo que... Creo que siento algo por él.- Dije mientras mis ojos se aguaban. "Malditas hormonas."

-¡Dime algo que no sepa, querida prima!-

-¡Ese no es el problema! ¡Bueno, si!-

-¿Cómo puede ser y, a la vez, no ser un problema?-

-No lo entenderías.- Suspiré.

-Vamos, cuéntame... Aunque te regañe puedes confiarme lo que sea.- Bajé la vista.

-Él... Yo... Hace dos años...-

-¡Ya, suéltalo! ¡Me desesperas, mujer!- Exclamó. Iba a contárselo pero me arrepentí.

-Hace dos años lo conocí y me atraía pero es un idiota y un mujeriego.-

-Ese idiota mujeriego durmió en tu cama, contigo. Debe significar algo para tí.- Tenía razón, Zacky podría ser muchas cosas pero debía admitir que sentía algo por él. Algo que iba más allá de la tensión sexual y de la noche compartida en aquella fiesta.

Fruncí los labios y me pregunté si él sentiría algo por mí. Intenté recordar todos los momentos que viví junto a él que, aunque no eran muchos, evidenciaban atracción. Más que nada, sexual.

-¿En qué piensas?- Preguntó mi prima.

-En que para él, sólo podría haber algo entre nosotros. Sexo.-

-¿Segura? No durmió en toda la noche y cuando fui a tu habitación, te estaba poniendo paños húmedos en la cabeza. No sé si eso es lo que haría alguien que sólo se quiere acostar contigo.-

-En fin, no quiero averiguarlo.- Me levanté de mi asiento y volví a mi cuarto. Me di una larga ducha y salí a caminar con mis gafas para el sol puestas.

El día estaba soleado pero no demasiado caluroso. Corría una leve brisa que hacía danzar mi cabello hacia atrás y se volvía a su lugar. Me dirigí al parque que iba cuando era pequeña y me senté en una banca blanca que estaba situada bajo un sauce. Cerré los ojos y aspiré el aroma a pasto fresco mientras las risas de los niños que jugaban me llenaban los oídos.

-Disculpa, tu eres Jenna. ¿Cierto?- Mi tranquilidad se vio interrumpida por una chillona e inestable voz que, lamentablemente, ya conocía.

-Uhm, sí.- Dije viendo a la rubia voluptuosa, con el cabello carré y los ojos hinchados por el llanto. -¿Tú eres?- Pregunté ya sabiendo que era ella, su perfume dulzón me hacía querer alejarme. Aunque no quisiera admitirlo, me desagradaba. Su forma de ser con Zacky, su apariencia, su tono de voz mandón y caprichoso, todo de ella. Me desagradaba y no la quería cerca pero, como no me fiaba de ella, decidí hacer de cuenta que no la conocía.

-Soy Gena Paulhus. La ex... La novia de Zachary. Sé que me conoces.- Dijo sonriéndo de una forma extraña e incómoda para mí.

-Uhm.. No te recuerdo, disculpa.- Dije sin despegar las gafas de mi rostro.

-Bien, hagamos de cuenta que no dijiste eso.- Se sentó a mi lado. -Sólo quería advertirte. No quiero que te acerques a Zachary. ¿Está claro? Es mío.-

-Mira, entre él y yo no hay nada. ¿Sí? Y si quieres que vuelva contigo, no deberías hacer esto, es innecesario y no te sienta bien. A nadie le gustan las mujeres desesperadas.-

-¡Yo no estoy desesperada!- Exclamó nerviosa.

-Claro que sí. Tienes los ojos hinchados, estás despeinada, tus manos sudan y estás marcando territorio ante alguien a quien no le interesa.- Mentí, me interesaba y no podía evitarlo. Cada célula de mi cuerpo gritaba que Zachary no era de su propiedad.

-Sólo te lo estoy advirtiendo, aléjate de él.- Susurró amenazante y se levantó del asiento. -Por cierto, hacerte la desinteresada no te sienta bien.- Se arregló su ropa y siguió caminando con la frente en alto pero con su orgullo herido.

-Perra, me cagó la tarde.- Dije en voz alta. Me levanté, tomé mi celular y llamé al Baker que me estaba dando más problemas de los que me aliviaba.

-¡Jenna! ¿Ocurre algo?-

-Sí, ocurre que tu novia, Gena...-

-No es mi novia.- Me interrumpió.

-Bien, eso no es lo que cree ella. Hace cinco minutos vino a "advertirme" sobre que me debo mantener alejada de tí.- Rió levemente y su voz cambió de molesta a seductora.

-No puedes alejarte de mi. ¿Es eso?-

-¡No! ¡No es eso! ¡No necesito que nadie me diga que me tengo que alejar de tí! Puedo hacerlo por mí misma.- Bajé la voz a causa de la poca certeza con la que lo dije.

-Jenna, no puedes alejarte de mí, y aunque lo hicieras, no te dejaría.-

-No quiero que Gena aparezca y me amenace ¿Sí? Porque la próxima vez...-

-No habrá próxima vez, hablaré con ella.-

-Gracias, debo irme.-

-¡Espera! ¡No cuelgues!- Suspiré. -Esta noche hay una fiesta en la casa de Jimmy. ¿Vienes?-

-Seguro, dame la dirección y llegaré en cuanto pueda.-

-No. ¿A qué hora paso por tí?-

-No pasarás por mí, Baker.-

-No te daré la dirección.-

-Bien, no iré. Adiós Zachary.- Colgué. Seguí caminando con pesadez y arrepentimiento de haberle dicho que no iría con él. Era cierto y ambos lo sabíamos, Zacky tenía más control sobre mí del que quería admitir.

Dirty Little Secret... Who has to know?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora