Capítulo LII

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¿Alguna vez les pasó de tener un recuerdo presente por el resto del día... Y la noche? Bueno, en este caso, no me podía sacar la sensación de sus labios sobre mi cuello. Era muy extraño e incluso se había vuelto más tentador que antes. "Estúpido Zachary, se cree mucho porque juega conmigo."

Aunque discutiera miles de veces conmigo misma, consciente y subconscientemente sabía que estaba perdida. Jamás ganaría una batalla contra él, tenía un poder sobre mí que jamás había tenido nadie. Y, lo peor, era que yo lo sabía y no hacia nada por impedirlo.

Era de noche, se suponía que debía estar durmiendo, no lograba conciliar el sueño y todo por su culpa. Quería averiguar qué pretendía con irme a buscar pero no tenía ni idea, estaba tan cansada que mi cerebro comenzaba a atontarse.

Al otro día, desperté cinco minutos antes de que sonara el despertador. No tenía sueño, estaba ansiosa y nerviosa. No sabía en qué momento me había dormido pero tampoco me importaba demasiado.

Me iba a dar una ducha pero, primero, debía buscar el jabón que en mi baño se había acabado. Salí sigilosamente del cuarto y escuché un llanto proveniente de la habitación de Marie. Abrí la puerta y no la vi en su cuarto pero el llanto no cesaba. Me adentré y caminé al baño.

-¿Qué sucede?- Pregunté preocupada mientras la veía abrazarse la cintura y llorar en silencio.

-No puedo... No puedo hacerlo.- Sollozó casi en silencio.

-¿Qué es lo que no puedes hacer?- Me arrodillé a su altura.

-No puedo... No ahora... Jenna, yo no quiero esto... No quiero este bebé.- Mi rostro palideció y pensé "¡¿Tú también?!"

-¿Estás embarazada?- Susurré y ella asintió sin dejar de llorar. -Por Dios, dime que es de Matthew.- Levantó la mirada y asintió nuevamente.

-Bueno... Eso es algo bueno. ¿No?-

-¿Crees que sea la persona indicada para ser el padre de mi hijo? ¿Después de haberme engañado con su cuñada?- Tenía razón, Matt era muchas cosas pero, incluso Zacky era más maduro que él. Bueno... Parcialmente.

-Linda, el daño está hecho, ahora hay que afrontarlo. Cubriré tus espaldas en todo lo que pueda pero, por favor, no cometas una estupidez. Este niño...- Toqué su vientre. -No pidió de venir al mundo y, como adulta, debes responsabilizarte.- Asintió y me abrazó.

-Gracias, mocosa.-

-De nada, para eso son las hermanas.- Sonreí. -Espera... ¿Él lo sabe?- Asintió.

-Hace dos días nos enteramos.-

-¿Quieres esperarme para decirles?-

-No, esta es una de esas cosas que debo hacer sola.- La abracé.

-No estás sola. Te quiero, tonta.-

-Y yo a tí.- Me levanté y salí de su habitación, tomé el jabón y me di una ducha.

Sin tantos rodeos, decidí ponerme una camiseta de The Misfits, unos jeans y zapatillas. Tomé mi cazadora negra, me cepillé el cabello y bajé a desayunar.

-Buenos días.- Dije en voz alta.

-Buen día cariño. ¿Y Marie?-

-En el baño, creo que se estaba bañando.-

-¿Se encuentra bien?- Habló papá esta vez.

-Sí, sí, todo está bien.- Sonreí y tomé un sorbo de mi café. Sabía que estaba mal mentirles pero, debía hacerlo por mi prima.

-¿Te pasa algo? Te ves muy callada esta mañana.- Preguntó Abby mirándome mientras el semáforo estaba en rojo.

-No ¿Debería ocurrirme algo?-

-Hmm.- Emilie estaba muy entretenida con su móvil y, de vez en cuando, reía levemente.

-¿Qué ocurre, Green? ¿Sanders te está hablando sucio?- Pregunté. Levantó la vista y se sonrojó.

-¡Claro que no!-

-Pues yo creo que sí. Creo que alguien tuvo acción pero no le cuenta a sus amigas.- Dijo Abby mirando al frente.
-¡Eso no es cierto!- Gritó.

-Dejala Ab, cuando se sienta segura nos contará.- Le guiñé el ojo y bajé del coche, ya en el estacionamiento de la Universidad.

-¿Vas a decirnos qué ocurre contigo?- Preguntó Em.

-Nada, de veras.- Caminé en silencio.

-¿Lo ves? ¡Algo le ocurre!- Exclamó Abby.

-Uhm... Zacky vendrá por mí.- Se miraron y sonrieron.

-¡Sabía que tenía que ver con el gordo!-

-Ya, déjenme tranquila.- Las abracé y entramos.

Las clases pasaron tan rápido y tan lento a la vez, no lograba concentrarme. El embarazo de Marie tenía una sola consecuencia negativa, le vería la cara a Zachary Baker por el resto de mi vida. Nos habíamos convertido en algún tipo indirecto de familia sin darnos cuenta. "¡Oh por dios, es repulsivo!" Pensé.

Mi compañero de banco, con el que nunca había hablado, me dio un codazo sacándome de mis pensamientos.

-El profesor te está preguntando algo.- Miré hacia el profesor.

-Señorita Summers, le estaba preguntando qué ocurre cuando un deudor en mora se atrasa nuevamente en el pago de la deuda.- Alzó una ceja.

-La empresa debe iniciar acciones legales y el deudor pasa de llamarse moroso, a llamarse deudor en gestión judicial.- Sonreí.

-Bien... Pero ponga atención, señorita Summers.- Se dio la vuelta y siguió escribiendo.

-Wow, eres buena en esto.- Dijo el chico a mi lado. Me encogí de hombros y sonreí tímidamente.

-Gracias.-

-Me llamo Robert McCracken... Puedes decirme Bert.- Extendió su mano.

-Jenna...-

-Summers.- Terminó. -Es un placer, Jenna.- Estreché su mano con la mía y la clase terminó.

Al salir del aula, me encontré con mis amigas y otra chica rubia, con ojos color miel y rasgos muy bonitos.

-Jenna, ella es Alex. Alex, Jenna.- Emilie nos presentó y caminamos hacia el comedor.

Al principio era callada pero, cuando nos tomó confianza, comenzó a hablar con nosotras. Era muy dulce, bonita y le iba bien en su carrera. Había crecido en Huntington Beach igual que yo pero se había mudado a los seis años, a Carolina del Norte.

-El viernes seguramente salgamos, deberías venir.- Dije.

-¡Claro! ¿No les molesta que vaya con mi novio, no?-

-¿Por qué nos molestaría? Iremos con nuestros amigos.- Sonrió Abby.

La hora de salir llegó y mis piernas temblaban. "¡Tengo que calmarme! No es como si saliera con él por primera vez." Pensé. Caminé hacia el estacionamiento y lo vi parado junto a su coche, con una cazadora negra, una camiseta blanca estampada, unos jeans oscuros y zapatillas. Desde donde estaba podía oler su perfume y su mirada me quemaba.

-Hola, nena.- Dijo acercándose a mí. -¿Estás lista?-

Dirty Little Secret... Who has to know?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora