Capítulo LXXXIV

291 31 10
                                    

-¡Matthew Baker, abre la maldita puerta!- Grité golpeando con todas mis fuerzas. Estaba completamente cegada por la impotencia que me había generado leer esa carta. Un momento después, abrió la puerta sorprendido.

-¿Jenna? ¿Qué ocurre?-

-¿Qué significa que formaste una familia con Gena? ¿La embarazaste?- Grité. No obtuve respuesta por su parte así que seguí. -¿Está embarazada?- Suspiró y asintió.

-Lo está.- Bajó la vista avergonzado.

-¡¿Y por qué demonios se lo dijiste a Marie?! ¡Aquí...- Levanté la carta para que la viera. -.., Dice claramente eso!- Él tomó el papel en sus manos y el rostro se le desfiguró a medida que leía.

-Esto... Esto no puede ser, yo no le dije nada, jamás le dije que Gena iba a tener un bebé.- Frunció el ceño. -No tiene sentido.- De pronto no era a él a quien quería golpear.

-Sí lo tiene.-

-¿Qué?- Matt me miraba confundido, parecía no entender... O no querer entender.

-Apuesto mi vida a que tu adorada novia psicópata fue corriendo a contarle y a mofarse de su relación.-

-Ella no sería capaz.-

-¡Despierta, Matthew! ¡Tu novia es una desquiciada! ¡Haría cualquier cosa por tener tu atención!- Grité y luego dije por lo bajo. -Y la de Zacky.-

-¿Qué tiene que ver mi hermano en todo esto?- Un sabor amargo me invadió al recordar por qué no me quedé en la gira.

-Gena se acostó con Zacky.- La perplejidad de su rostro me asustó.

-¡¿Qué?!-

-¿No me crees? Preguntale a ella.- Negó con la cabeza sin poder creerlo. -Mira, desde tu cena de compromiso en mi casa, Gena viene haciéndonos la vida imposible a Marie y a mí, y lo sabes. No sólo al estar contigo o con tu hermano; sino contándole a mis padres que Marie estaba embarazada, masturbándose en la cama de Zacky, amenazándome...-

-Eso no puede ser cierto Jenna.-

-Si no quieres, no me creas. Habla con Zacky, él te dirá la verdad... Espero.- Me di la vuelta y comencé a alejarme de la puerta de su casa, lo que menos quería era cruzarme a Gena o a Zacky. Me sentía angustiada pero, más que nada, estaba furiosa.

Al llegar a casa, le entregué la carta a mis padres y subí a mi habitación sin ganas, me tumbé sobre la cama y mis ojos se cerraron en el acto.

No supe qué hora era cuando me desperté, sólo sabía que tenía sed... Mucha sed. Bajé a la cocina en busca de agua y alguien golpeó la puerta.

-¿Quién es?- Pregunté mirando el reloj del microondas, que marcaba las 02:45 a.m.

-Jenna, soy Brian.- Sin pensarlo abrí la puerta. -Lamento la hora pero no podía dormir y necesitaba hablar con alguien.- Estaba flaco, ojeroso y triste, sus ojos se veían tristes y yo quería llorar cada vez que lo miraba.

-Descuida Bri, está bien.- Sonreí con ternura y salí afuera de casa. -¿Quieres caminar?- Asintió levemente y caminamos en silencio, era un silencio agradable aunque ambos estábamos destrozados por dentro.

-Hice una canción.- Dijo cuando llegamos al parque. Ambos nos sentamos en una banca.

-¿Ah sí? ¿De qué se trata?-

-Es sobre mí, sobre cómo me siento... Sobre todo lo que no hice y debería haber hecho.- Me miró. -Sobre Marie.- Se me estrujó el alma al pensar que quizás él la amaba tanto como ella lo amaba a Matt.

-Eso es muy tierno, Brian.-

-La extraño.- Murmuró con los ojos cansados. -Debería haberle dicho... Si ella lo hubiera sabido, quizás no se habría suicidado.-

-¡Basta!- Exclamé. -¡No tiene caso jugar a sentirse culpables; ella tomó esa decisión, no nosotros!- Respiré hondo y bajé mi tono de voz. -Por más que le hubieramos brindado todas las atenciones, si lo hubiese querido, se habría suicidado igual.-

-Pude haberlo evitado.-

-Yo también, pero decidí volver tarde esa noche.- Mis ojos se llenaron de lágrimas. Era cierto, si yo hubiera llegado antes, la habría salvado. -Pensé solamente en mí, en que no quería estar sola en mi casa, y me quedé a cenar con Bert.- Una vez más mis ojos gotearon sin cesar. -Si tan sólo hubiese regresado antes...- Me abrazó y acarició mi cabello despacio.

-Si es difícil para mí, no me quiero imaginar cuánto lo es para tí.- Asentí. -Debes necesitarlo mucho.- Suspiré.

-Sabes que sí.-

-Él lo sabe... Y también te necesita.- Me separé de él y lo miré incrédula.

-¿Ahora se acuerda de que me necesita? ¿Después de jurarme que me amaba y acostarse con Gena?-

-Las cosas no son como crees, de verdad.-

-¿Se acostó con ella sí o no?-

-Sí.-

-Entonces sí es como yo creo, Brian.-

-¡No, es que no lo entiendes!..- Bufó molesto. -¡Ella lo drogó!-

Dirty Little Secret... Who has to know?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora