Capítulo XCV

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-Bien... No hay rastros de ex novias locas, eso es bueno.- Zacky rió. Estábamos esperando a los chicos, que vendrían en el bus como la gira anterior. Las pasadas dos semanas habían sido estupendas; extrañaba mucho a mis padres pero me llamaban todos los días y hablaban con él y conmigo. Se la estaban pasando de maravilla en Francia y volverían dos días después de que nosotros nos fuésemos. Convivir con él era mejor de lo que sonaba; prácticamente no discutíamos y nuestra vida sexual cada vez se activaba más.

-Estoy ansioso.- Murmuró.

-Yo también, pero extrañaré pasar todo el día contigo... Todos los días... Durante todo un mes.-

-Tranquila nena, nadie dijo que la convivencia se termina junto con la gira.- Lo miré sorprendida.

-¿Qué estás queriendo decir?-

-Quizás... Podamos empezar a ver casas... Sólo si tú quieres.- Una enorme sonrisa se plasmó en mi rostro sin siquiera pensarlo.

-¡¿Estás hablando en serio?!- Él asintió.

-Me encanta estar contigo, así que... ¿Por qué no?- Me tomó de la mano y el claxon sonó.

Después de cerrar bien la casa y dejarle las llaves a los padres de Zacky, sólo por si acaso, partimos rumbo a México. Como salimos de madrugada, al principio estábamos todos despiertos. Pero a medida que el sol comenzó a subir, nos fuimos durmiendo de a poco. Los últimos en caer fuimos Brian y yo.

-Así que esta vez invitaron a Alex.- Murmuré con una diminuta pizca de molestia. No se me había olvidado el detalle de su "cercanía" con Zacky.

-Sí, bueno... Yo la invité.- Alcé las cejas sorprendida y algo decepcionada.

-¿Tú?-

-Estoy... Saliendo con ella.- Un incómodo silencio se hizo presente. Estaba molesta, sentía como si me hubiese traicionado; o peor... Como si la hubiese traicionado a Marie.

-¿Hace cuánto?-

-Sólo una semana y unos cuántos días.-

-Ya veo.-

-No me veas así, Jenna. Me recuerdas a ella... Duele.- Dijo con la voz quebrada al final.

-Debería dolerte.-

-No seas egoísta, tú lo tienes a él a tu lado, yo no la tengo y jamás lo haré.- Mis ojos comenzaron a aguarse. -Tú no sabes lo que yo perdí.-

-Yo también la perdí, no eres el único al que le afectó.-

-Tú no perdiste al amor de tu vida.- Acercó su mano a mi rostro y secó una lágrima que amenazaba con caer. -Ya pasó casi un año, Jenna. No sé qué vaya a ocurrir mañana entre Alex y yo, pero es una gran chica; me agrada y ella me ayuda a estar bien.-

-Brian...-

-Quiero vivir, volver a sentir, quiero dejar de sentirme solo.-

-Brian no tienes que explicarme, lamento haber reaccionado así.- Sonrió triste.

-Cuando lleguemos te mostraré la canción que hice para ella.- Me abrazó y permanecimos un rato así, hasta que se separó, carraspeó y, con un movimiento de cabeza, se retiró a su litera. Unos minutos después, lo seguí y me acosté al lado de Zacky.

****

-Despierta, tía Jenna.- La voz de Zacky se oía algo... Aniñada. -Tía Jenna.- Dijo esta vez alargando la última "a". Abrí los ojos despacio y lo primero que vi fue unos enormes ojos verde oscuro. -Mira, Will, tu tía casi despierta. ¿Por qué no la ayudas?- William, con ya seis meses y medio de edad, gateó en la cama y se sentó a horcajadas de mi estómago.

-Hola, pequeño Johnny.- El pequeño rió y se acostó sobre mi pecho, con ambos brazos extendidos. -¡Oww, eres una ternurita!- Lo abracé y llené sus mejillas de besos, cosa que lo hizo reír. -¿Cuánto dormí?-

-Yo diría que bastante, en una hora llegaremos.- Asentí y le besé la mejilla. -Buenos días, amor.-

-Buenos días, mi nena.-

Dirty Little Secret... Who has to know?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora