-¿Vas a decirme qué ocurrió entre ustedes?-
-No.-
-¿Cómo podré ayudarte?-
-No me ayudes, no soy un alcohólico en rehabilitación.-
Mi cama, últimamente, era mi templo de meditación. Marie se encontraba sentada a mi lado y yo, acostada boca abajo como para no perder la costumbre. Mi celular sonó y atendí sin mirar.
-¿Sí?-
-¿Qué le hiciste? ¡Está cómo loco!-
-Hola Jimmy, también me da gusto hablarte.-
-Jenna, te adoro y lo sabes pero... ¿Qué hiciste con el gordo? Desde que llegó que no hace nada más que maldecir y nombrarte.- Dijo riendo.
-Hice lo que debía, dejarle en claro cómo son las cosas.-
-¡Con que eso era!- Exclamó divertido. -¡Ahora lo entiendo todo!-
-Evidentemente no está acostumbrado a que lo pongan en su lugar. Pues, lo siento, yo no soy el juguete de nadie y ¡Mis sentimientos no se pisotean!- Grité. Estaba realmente enfadada, no recordaba nada de cómo había terminado en su cama pero el hecho de que se hubiera aprovechado de mi estado, aunque yo haya accedido, me había hecho enfurecer.
-Cariño, vas a dejarme sordo.- Rió. -¿Por qué no vienes y hablas con él? Quizás puedan solucionar este asunto.-
-No, gracias. No hay nada que arreglar.-
-¿Tan malo fue?-
-Dime... ¿A tí qué te parecería despertar desnudo en la cama de un sujeto con el que no querías acostarte?-
-Perturbante...-
-¡Exacto!-
-... Jamás me acostaría con un tipo.-
-¡Sullivan! ¡Ese no es el punto!- Rió con fuerzas. -Me está usando, no quiero eso.-
-Bien...Vendrás a casa esta noche. Habrá pizza y cervezas.-
-No lo sé, Jimmy. No quiero verlo.-
-No te estoy preguntando, te veré en la noche, enana.- Colgó. Miré incrédula mi celular. "Ay, Jimmy. Siempre me sorprendes." pensé.
Marie seguía sentada a mi lado. Había escuchado la conversación y me miraba con un gesto que no pude descifrar. Se levantó y caminó hacia la puerta.
-Si en algún momento necesitas hablar, estaré abajo.- Sonrió y salió de la habitación.
Realmente quería saber qué pasaba por la mente de Zachary, sus acciones me confundían y sus palabras aún más. Necesitaba saber su reacción acerca de todo lo que le dije porque, aunque no le hablé de la mejor manera, le expuse todos mis sentimientos. Odiaba pelear, era angustiante y me hacía doler la cabeza pero con él, no podía llegar nunca a un acuerdo pacífico.
Decidí que lo mejor no era quedarme encerrada así que salí a caminar. El sol se estaba poniendo y era la mejor hora. Los tonos de celeste, naranja, rosa y el lila que se formaba en las pequeñas nubes, era hermoso. Había una leve brisa fresca que indicaba que, en unas semanas, el verano acabaría.
Seguí caminando y aspiré el aroma a césped, lo que me llevó a cerrar los ojos y chocar con alguien.
-¡Fíjate!- Gritó.
-Lo sient...- Me quedé perpleja cuando lo vi, al igual que él. Había tanto que quería decirle y que necesitaba escuchar. -Lo siento.- Corregí aclarando mi garganta y pasando por su lado.
Tomó mi brazo, tiró de él y estampó sus labios en los míos. "¡¿Qué?!" pensé. Me separé.
-¡¿Qué haces?!- Dije. Ni siquiera me respondió, sino que me besó nuevamente, tomando mi rostro entre sus manos y moviendo su boca sobre la mía como si su vida dependiera de ello. Capturó mi labio inferior y jugueteó con él mientras dejaba besos de pico sobre él. -Zack... ¿Por qué haces esto?- Dije separándome de él con una mezcla de dolor, enojo y encanto.
-Porque te gusto y... Porque me gustas.- Abrí los ojos sin poder creerlo. -Sabes que no soy un tipo romántico pero nunca te usé, todo lo que hice fue porque lo sentía. Me gustas, Jenna, y no te librarás de mí tan fácil.- Se acercó a mí y susurró sobre mis labios. -Recuerda que eres mía, lo sigues siendo.-
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Dirty Little Secret... Who has to know?
Fiksi Penggemar"-Año nuevo. -Una fiesta. -Alcohol. -Una chica sola (yo) y enojada con el mundo. Pensaba que mi lista estaba completa pero olvidé dos pequeños detalles: -Un hermoso par de ojos verdes. -Sexo." En una fiesta, Jenna y Zachary pierden el control y ella...