Capítulo LXXV

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La rubia sostenía una copa de champagne en su mano y sonreía con autosuficiencia. -Salud.- Dijo sonriendo, su mirada evidenciaba malicia y soberbia.

-¿Qué haces aquí?- Preguntó Abby con desprecio.

-Vine a ver a mis amigos, es más que claro que tú no formas parte de ellos.-

-No deberías estar aquí.- Murmuró Matt.

-Creeme que sí, querido Matthew.- Bebió de golpe su copa y exhaló sonoramente. -Delicioso como tú, aquella noche.- Mi rostro palideció.

-Estás ebria, Val. Sabes que no debes tomar.- Emilie se tensó y miró hacia otro lado nerviosa. Se podía oler su inseguridad a miles de kilómetros. Matt le sostuvo la mano con fuerza, miró a Valary amenazante y murmuró. -¿Cómo te enteraste?-

-Los vi yéndose y tenía que saber a dónde.- Se acercó y tomó la botella de champagne que estaba situada al costado de la mesa, en un carrito. -Gena te manda saludos, Zacky, dice que te extraña bajo sus sábanas pero también dijo que no te será fácil escapar de ella.- Me miró sonriendo, esperando mi reacción, pero su rostro se desfiguró al no encontrar lo que buscaba.

-Y Brian... Atiende a mi pobre hermana, se muere por ti.- Bajó la mirada con una falsa expresión de pena.

-Vete.- Dijo Matt mirándola con odio. -Vete y no regreses, Valary.- Sus ojos se habían oscurecido y sus nudillos estaban blancos de la fuerza que ejercía. Era consciente de la reacción de Emilie y de la charla que habíamos tenido horas antes. Valary caminó fuera del buffet con sus tacones golpeteando el suelo y desapareció del lugar o, al menos, por el momento.

-Em, bebé, lo siento.- Murmuró Matt cuidadosamente, quiso acariciar su mejilla pero ella, reacia, evitó su mano mirándolo con recelo y negó.

-Dime que no lo hiciste.- Murmuró. Conocía esa mirada, sus ojos brillaban de los celos, el coraje, el miedo y el enojo. Matt negó con la cabeza.

-Yo...- Suspiró fuerte. -Fue hace mucho, no... No éramos nada.-

-Y seguimos sin serlo.- Murmuró ella con la voz quebrada. -Con permiso.- Dijo y salió corriendo hacia las escaleras.

-¡Déjame explicarte, Em!- Estaba tan conmocionada que, por un momento, olvidé lo que había dicho sobre Gena y salí detrás de ella.

-Jenna, dile que me deje explicarle.- Dijo Matt en tono cansado, parado a mis espaldas.

-¿Lo hiciste?- Pregunté aún sin mirarlo.

-Fue antes de la primera cita, no estaba con ella. ¡Jamás le haría daño!- Su tono de voz reflejaba dolor, frustración.

-¿Me lo juras?- Pregunté dándome la vuelta.

-La amo.- Murmuró sin poder creerlo. -La amo y jamás le haría algo asi. Por favor, Jenn, haz que me hable.- Asentí y subí las escaleras. Sin pensarlo demasiado entré en su habitación; se encontraba llorando sentada en la cama.

-Siempre es igual, me pregunto si alguna vez dolerá menos.-

-Ay, cariño.- Ella me abrazó y soltó un quejido de angustia. -Debes dejar de llorar, no es verdad.- Acaricié su cabello.

-Sí lo es.- Abby entró en la habitación y se unió al abrazo.

-No, cariño, debes hablar con Matt y escuchar lo que él tiene para decir.- Negó con la cabeza. -Él sabe cómo te afecta y tú no sabes cómo lo afecta a él, no sabes lo mucho que te adora.-

-Sólo escucha lo que tiene para decir, linda, y después podrás patearle el culo si así lo quieres.- Murmuró Abby acariciando su espalda.

-Matt no sería capaz, no después de todo lo que luchó para estar contigo.- Dije. Se sentó nuevamente y se quedó pensando.

-Está bien.- Dijo finalmente secando sus lágrimas. -Haganlo entrar.-

Salimos de la habitación y le hice un gesto con la cabeza para que entrara.

-Está muy sensible, no la cagues.- Le dije.

Dirty Little Secret... Who has to know?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora