Capítulo XLII

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La casa quedó en completo silencio, lo único que se podía escuchar eran nuestras respiraciones agitadas y el tic tac del reloj que había en uno de los muebles.

-¿Por qué hiciste eso?- Pregunté casi inaudiblemente.

-Lo siento, yo...-

-Debo irme.- Salí por la puerta y comencé a caminar sin rumbo alguno. Me sentía mal, horrendamente culpable y no podía dejar de llorar.

Había traicionado a Zacky ¿O no? En realidad no éramos nada pero sentía demasiadas cosas por él como para no sentirme infiel. Iba tan ensimismada en mis pensamientos que choqué con alguien y no supe con quién.

-Lo siento.- Murmuré secando mis lágrimas.

-Jenna ¿Qué ocurre?- "¡Mierda, mierda y más mierda!" No podía tener tanta mala suerte de encontrarme a Zacky en ese mismo jodido momento.

-Nada Zack, nada.- Aparté la vista. No quería mirarlo, me sentía sucia.

-¿Fue Brian? ¿Te hizo algo?- "Sí, maldición, me besó."

-No.- Puso sus manos en mis brazos y los acarició con sus pulgares.

-¿Entonces qué tienes?- No podía decirle. Si lo hacía, iría a su casa, se darían una buena paliza y la gira probablemente terminaría cancelándose. Pero ¿Qué podía hacer? La culpa me estaba carcomiendo y, por otra parte, necesitaba llorar y pedirle perdón. -Jenna, dime... ¿Qué te ocurre?- Me abrazó e instantáneamente me separé.

-¡No!- Exclamé. -Zack, debo... Decirte algo.-

-¿Por qué no dejas que te abrace?- Preguntó a la defensiva, lo que me hizo llenar los ojos de lágrimas. "Adelante Jenna, no seas cobarde. Trágate esas lágrimas y dile la verdad." me dije a mí misma.

-Brian me besó.- Solté sin pensar. Mi corazón bombeaba rápidamente y el ceño de Zacky se frunció pero no dijo ni una palabra. -Lo... Lo siento.- Bajé la vista esperando que me dijera que me odiaba o que no quería volver a saber nada más de mí.

-Era de esperarse.- Murmuró resignado. "¡¿Eso es todo, Baker?! ¡¿No vas a decir nada más?!" -Está bien, de todos modos lo nuestro es sólo sexo.- Me sonrió pero pude notar que decir eso le había molestado tanto como a mí. -Uhh... Debo irme, Jenna. Te veré luego.- Se acercó para besarme pero se detuvo y besó mi mejilla.

-¡Espera un momento, Zachary Baker!- No sé de dónde salió todo ese coraje pero estaba segura de qué lo usaría a mi favor. Se detuvo dándome la espalda. -¿Eso es todo? ¿Qué hay de todas las cosas que me dijiste en tu casa? ¿Qué hay de "déjame amarte, Jenna"?-

-¿Eso importa ahora?- Se dio la vuelta y me miró dolido. -Brian te ama, te besó.-

-¡Yo no quería que lo hiciera!- Grité. Su calma me estaba alterando tanto. -¡No lo dejé, no duró nada!- Suspiró.

-Jenna, eres consciente de que esto podría lograr que Brian se vaya de la banda ¿Cierto?- Tenía razón y era totalmente consciente de eso pero tampoco podía hacer a un lado mis sentimientos.

-Tienes razón.- Mis ojos se aguaron hasta el punto de rebasarse. -Quizás hubiera sido mejor si nunca nos hubiéramos involucrado.- Me alejé de él y comencé a caminar hacia la casa de Abby. No quería estar en casa, no quería estar con nadie, quería estar con mis amigas.

Cuando llegué, toqué el timbre y me abrió Johnny.

-Oh, Johnny. Uhm...- A decir verdad no esperaba encontrarlo ahí.

-¿Qué ocurre, nena?- Me abrazó y de repente ya no quería llorar, sólo quería ser consolada y entender por qué Zacky se quería alejar de mí pero tampoco quería que todos se enteraran.

-¿Puedo... Hablar con Abby?-

-Claro, pasa, me estaba por ir a la casa del gordo, si quieres te espero.- Me sonrió juguetonamente pero se puso serio al ver mi rostro sin expresión.

-No creo que vuelva a ir.- Me adentré en la casa y me dirigí a la cocina donde mi amiga se encontraba lavando los platos. -Hola Ab.-

-Hola preciosa ¿Cómo has estado?-

-Mal.-

-Oh... ¿Qué ocurrió ahora?-

-Brian.-

-¿Brian?- Frunció el ceño mientras cerraba el grifo y secaba sus manos.

-Sí, Brian.-

Dirty Little Secret... Who has to know?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora