Capítulo IV

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-Iremos caminando, es a 5 calles de aquí.- Dijo posando sus enormes ojos en mí. Sólo asentí, estaba pensativa, no quería hablar.

-¿Te sucede algo?- Me preguntó.

-¿Alguna vez te detuviste a pensar en lo que ocurrió?- pregunté temerosa por su respuesta pero, en realidad, no sabía si prefería que respondiera afirmativa o negativamente.

-Pues, claro que sí. Uhm... ¿Tú?- Se rascó la nuca incómodo.

-No.- mentí. Claro que había pensado en eso, miles de veces.

-Bien, ahora lo estás haciendo.- Sonrió, pero no de la misma forma de siempre, sino con pena. -Llegamos.- Dijo. "¿Tan rápido?" Me acerqué y golpeé la puerta.

-¡Jenna!- Exclamó Abby invitándome a pasar. -¡Al fin llegas!.. ¡¿Zacky?!- Frunció el ceño. -¿Vinieron juntos? Pensé que tú...-

-Adivina con el hermano de quién se va a casar Marie.- alcé una ceja y lo señalé. Él sólo rió.

-Wow, no me esperaba verlos juntos.- Dijo Brian. -Hola Jenna, hola Zach.- Sonrió. -Pasen, están todos en el patio trasero.- al fondo de la casa había música y bastante gente, más de la que yo esperaba ver. Abby y Johnny se encontraban hablando entretenidamente, Jimmy estaba en la piscina con Matt y otros chicos y chicas y Brian, caminaba delante mío.

-Zach...- Dijo. -Ya sabes qué hacer.- miré a Zacky confundida, este sólo sonrió macabramente. Brian me abrazó.

-¿Qué sucede?- pregunté.

-Nada, sólo quería abrazarte.- Cuando me soltó, gritó -¡Ahora, gordo!- Zacky me alzó en brazos, salió corriendo mientras yo gritaba y pataleaba para que me baje y me lanzó a la piscina.

-¡Wooooohooooo!- Exclamó Brian riéndo. Chocaron puños y me miraron, Brian me miró con ternura, en cambio, Zacky me miraba con satisfacción.

-Ven, te ayudo.- Dijo Brian extendiéndome su mano cortésmente. La tomé e hice fuerza. Como consecuencia, cayó a la piscina conmigo.

-Eres mala, Jenna.- Dijo riéndo.

-Tú empezaste.- Lo salpiqué, hizo lo mismo y, de repente estaban todos en la piscina salpicándose. Unas manos se posaron en mis caderas. Volteé.

-¿Otra vez aquí?- Dije molesta.

-Me gustan tus curvas.-

-Me gusta cuando no te me acercas.-

-Me gusta que seas terca.- susurró en mí oído.

-¡Ya! ¡Aléjate!- lo empujé, me metí bajo el agua y comencé a nadar al otro extremo de la piscina. Salí a la superficie por la falta de aire y divisé a Johnny besando a Abby.

-¡Oh por dios!- exclamé tapandome la boca con ambas manos.

-Déjalos, se están divirtiendo.- Dijo Jimmy abrazándome. Sonreí. -¿Cómo estás enana?-

-Bien, arruiné la ropa que me regaló mi prima y va a matarme por eso, pero bien. ¿Tú?- Reímos.

-Uhm, bien. ¿Qué ocurre entre el gordo y tú?-

-Nada.- dije rápidamente.

-Pues eso no es lo que parece. Zacky es un buen tipo con un gran corazón pero así de grande es su ego.-

-Lo sé, lo noté. Aún así no lo entiendo, es tan bipolar...- Salí de la piscina y me senté en el borde, Jimmy imitó mi gesto. -¿A qué se refiere con "ya saben cómo funciona"?-

-Uh... No debería hablar de esto pero... Gena... Es muy manipuladora. No es que él no la quiera, sino que se cansó de ella. Normalmente cuando discuten terminan acostándose.- Esa simple imagen que se formó en mi mente me causó repulsión. No es como si estuviera celosa, claro que no, pero Jimmy se dio cuenta de mi reaccion.

-Niégalo si quieres pero, sé que lo que pasó en aquella fiesta no fue un simple beso. Él... Él nunca nos quiso contar y, aunque los hechos hablaron por sí solos, es raro que Zacky nos oculte algo. Más si está relacionado con el sexo.-

-Eso no es...- Alzó una ceja.

-Reitero, niégalo si quieres.- me sonrojé y desvié la mirada. -Hey, no tengas vergüenza conmigo. Puedes confiar en mí para todo.- Puso su brazo derecho sobre mi espalda a lo que sonreí y apoyé mi cabeza en su hombro.

-¿Por qué Gena lo busca?- pregunté sin pensar y automáticamente me arrepentí.

-Sí, se nota que no te importa el gordo...- Rió. -Por el sexo, Jenna.- Lo dijo como si fuera algo obvio. Imaginarme a Zacky en la cama con alguien más me revolvió el estómago nuevamente. -Todas las que han estado con él dicen lo mismo, que es un Dios en la cama. ¿Opinas lo mismo?-

-Deja de insinuar que me acosté con él, James.-

-¿Acaso no digo la verdad?- Me levanté y me lancé al agua. -Al irte me lo confirmas!- gritó. Salí por el otro lado y me encontré con Abby.

-¿Qué cosa le confirmas?- preguntó.

-Nada... Ahora usted, señorita, me va a explicar qué hacía compartiendo saliva con el gnomo.-

-Es que... ¡Es muy lindo!- chilló. A lo lejos, Matt estaba repartiendo botellas de cerveza. Lo llamé con la mano y se acercó.

-Néctar para las hermosas damas.- Dijo extendiéndonos dos botellas.

-Gracias, caballero.- Dije siguiéndole el juego. Besó mi mano y reímos. Luego, me encerré en el baño y me sequé sino iba a pescar un buen resfriado.

Las horas pasaron, la gente comenzó a irse y nosotros seguíamos ahí. El alcohol seguía haciéndonos efecto y las charlas incoherentes nos hacían reír. Me levanté y fui a la cocina por un poco más de alcohol. Abrí la nevera, tomé botellas al azar y, cuando la cerré, ahogué un grito

-Tienes que dejar de seguirme y asustarme, no es divertido ¿Sabes?- Él sólo rió. -¿Qué quieres?-

-¿Realmente quieres saberlo?- Dijo sonriéndo de lado.

-¡Eres un cerdo!- Exclamé con cara de asco. Pasé por su lado y me tomó suavemente la mano, me acercó a él y besó la comisura de mis labios.

-Eres mía, recuérdalo.- Susurró sobre mi mejilla.

-Su... Suéltame.- Dije librándome de su agarre. Estaba nerviosa, enfadada, molesta, insegura, etcétera.

Salí de la cocina tambaleándome y agarrándome de las paredes, estaba ebria. ¿Cómo carajo iba a hacer para poder llegar a casa?

Dirty Little Secret... Who has to know?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora