Dirty Little Secret... Who has to know?

Capítulo XXXVI

-Camina conmigo.- Dijo más en tono de petición que una orden. Asentí y tomó mi mano.

No había pasado ni un día y ya había caído en sus redes nuevamente. "Malditos sentimientos, siempre jugando en contra mío."

Caminamos en silencio pero solté su mano, tampoco me gustaban las cursilerías. "Maldita bipolar, quieres que sea caballero pero no quieres que tomé tu mano... ¡Decídete!". Sí, una vez más, mi consciencia batallaba conmigo.

-Zack, me... Quiero ir a casa.- No me sentía cómoda y tenía mucho en qué pensar. -Te veo luego.- Besé su mejilla y me detuvo.

-Te veré luego.- Susurró. Besó mis labios y me soltó.

Llegué prácticamente flotando a casa, no entendía qué ocurría entre nosotros pero un par de horas después, lo averiguaría en la casa de Jimmy.

Estaba parada frente a mi closet sin saber qué ponerme. Nunca tenía esos problemas ¿Por qué justo en ese momento tenía que tener una crisis de ropa? Comencé a sacar prendas hasta que encontré una camiseta que tenía dos manos de esqueleto simulando agarrar mis pechos. Seguí "escarbando" y encontré unos pantalones de cuero que hacía mucho que no usaba. "Listo, ropa: cubierta." pensé.

-Mamá, iré a casa de Jimmy.- Dije entrando a su habitación.

-De acuerdo linda, no vuelvas tarde.- Susurró. -Tu padre está con fiebre, no grites.- Me acerqué y besé su frente.

-Mejórate, papá.- Se quejó y reí levemente. Saludé a mamá y emprendí camino hacia la casa de Jimmy.

Cuando llegué, toqué el timbre y abrió Brian. 

-Hola preciosa.- Besó mi mejilla sonoramente, lo que me hizo sonrojar, y me hizo pasar.

Adentro, estaban todos cocinando pizza. "Y yo que creí que la pedirían.". Jimmy tenía un delantal y una cofia. Matt y Johnny estaban llenos de harina y Zacky se encontraba amasando, callado, como abstraído en su propio mundo.

-¡Jenna!- Exclamó Jimmy corriendo a abrazarme como un niño.

-Ahora me vas a explicar por qué siempre llegas antes que Abigail y Em.-

-Ay, Matt...- Suspiré aún abrazando a Jimmy. -Las mujeres son así.-

-¿Eres hombre?- Bromeó Johnny.

-De hecho, sí.- Reímos sonoramente. Fruncí el ceño al ver que Zacky ni siquiera se había inmutado. Me acerqué a él y posé una mano en su hombro.

-¿Estás bien?- Los chicos se fueron de la cocina sin decir una palabra, seguramente para darnos privacidad.

-No... ¿Recuerdas cuándo me preguntaste si hablé con mi hermano?-

-Sí, me dijiste que no querías hablarme de ello y dejé de insistir. ¿Por qué?-

-Pues... No lo había hecho. Hablamos hoy, después de que Marie se fue.- Paró de amasar y me miró. "Estuvo llorando." pensé. -Jenna, no quiero ser como mi hermano. Él jugó con Marie y recién ahora, que la perdió, se dio cuenta de todo lo que tenía al lado. No quiero ser así, no quiero eso...-

-Zacky, tu no eres así.- Lo abracé.

-... No quiero perderte como él lo hizo con ella.- Enredó sus brazos en mi cintura y me abrazó fuerte pero, a la vez, delicado.

-Zack, yo...- "Demasiadas confesiones por un día.". Estaba totalmente helada por su honestidad y me gustaba pero, ver ese lado, tan tierno y sensible de él, sorprendía bastante.

-Sólo promete que me dejarás amarte.- Mierda. ¡Mierda mierda mierda! "¡¿Quién eres y qué hiciste con Zachary?!" Rápidamente recordé cuando me lo dijo en el baño de la misma casa donde nos encontrábamos.

"-Déjame amarte Jenna, por favor.-

-¿Por qué?-

-Porque quiero hacerlo y porque no te haré daño.-"

-Está bien, lo prometo.- Sonreí y besó mis labios suave y gentilmente. Después de todo... ¿Qué tendría de malo arriesgarme un poco?

-Bueno... ¿Para cuándo la boda?- Bromeó Johnny entrando de repente.

-Lamentamos la interrupción pero las chicas llegaron y no hay pizzas en el horno todavía.- Brian entró serio y se sentó en la pequeña mesa de la cocina.

-¿Dónde está Matt?- Preguntó Zacky.

-Por ahí con Emilie.- "Hm... Quizás finalmente haya podido derribar su muralla." pensé.

-Ahora vuelvo.- Dije soltándome del agarre de Zacky, el cual me sostenía por la cintura. -¿Abby?- Fui al living pero no la veía. -¿Ab? ¿Dónde estás?- Caminé hacia la entrada y cuando me di la vuelta la vi tirada en el suelo, inconsciente. -¡Abby!- Grité corriendo a su lado.