Capítulo 23

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Albedo

21 de Enero – 11:12 AM

Liyue – Pantano Dihua – Casa de Aria y Xiao

Pensar en todo lo que habría hecho con los artilugios de aquella caja, nubló mi juicio. Sabía bien que no debí haber hecho aquello, pero un instinto posesivo me asaltó. Y me fue inevitable fantasear con ser yo el dueño de aquellos juguetes y de aquella cama. Pero, sobre todo, de ella.

Si no hubiese sido porque creía que estaba pensando en Xiao mientras la masturbaba, no hubiera podido detenerme al verla llegar al clímax y al yo ser también asaltado en la ducha.

Tenerla tan cerca, y no poder hacerla mía era un sentimiento atroz. Sin embargo, ahora había una oscuridad mayor: era consciente de que ya no era su primera opción.

Más bien, su consolación ante la ausencia del maldito adeptus.

"Debí matarlo", no podía negar desear. Sin embargo, mirando atrás, agradecía no haberme descontrolado como lo hizo él, pues, de otro modo, Kairi ya no estaría entre nosotros.

-Venti: ¡así que lo hicisteis los cuatro! –expuso, con una alegría infinita, refiriéndose al lienzo que habíamos pintado ayer-. ¡Qué preciosidad! ¿Verdad, Zhongli? –hubo una mirada malvada cerniéndose sobre el pelinegro.

-Zhongli: sí... -respondió por lo bajo-. ¿Aún no se sabe nada de Xiao, Aria? –preguntó, preocupado.

Ella, sentada en la mesa del comedor con Nathaniel en su regazo, negó con la cabeza.

-Venti: cuando regrese, vas a tener que sermonearle duramente, Aria –intentó hacer parecer que fuera una broma, pero iba muy en serio.

-Zhongli: ella sabrá lo que tiene que hacer, Barbatos –replicó, con los brazos cruzados.

No sabía si su relación había mejorado o empeorado, pero algo había cambiado entre ellos dos. Su confianza se había recrudecido... o intensificado. Era extraño.

-Venti: por supuesto que sabrá qué hacer, porque yo la guiaré –sacó la lengua, como un niño.

Aria y los niños rieron, yo no supe cómo procesar aquella breve discusión.

Y, mientras ellos seguían en aquella "divertida" atmósfera, yo me retiré a la entrada. Hacía una hora, había llegado la correspondencia y un sobre, en específico, llamó mi atención. Era grueso y largo, del tamaño de un documento sin ser doblado. No pude verificar su contenido dada la visita de aquellos dos, pero ahora quizá era un buen momento para "escaparme" por unos minutos.

Tomé el sobre y me dirigí a mi habitación para tener más intimidad.

Estaba dirigido a Aria, pero... temía que fuese alguna argucia traicionera del Fatui. Incluso, tras tantos años, aún seguía teniendo pesadillas con lo que le hizo.

-Albedo: efectivamente, un documento –expresé, no muy sorprendido.

Al sacarlo, un papel más pequeño cayó del interior.

Decía lo siguiente:

-Albedo: no volveré a casa... -era lo único escrito en aquella nota.

Y comencé a aterrarme.

Raudo, fui a investigar el sentido de aquel documento y, gracias a su evidente título, lo entendí al instante: era una solicitud de divorcio.

Y tenía ya la firma de Xiao en la última hoja.

Quedé petrificado.

-Venti: ¿pero qué demonios...? –expresó, asombrado, a mis espaldas.

El Pecado del Alquimista 4 [+18] (Genshin Impact)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora