Aria
24 de Enero – 7:58 AM
Liyue
Tras dejar a Nathaniel con Zhongli y Venti (parecía que ahora vivían juntos), nos separamos para buscar a Kairi en el extenso mapa de aquella tierra. Quería que Al se quedara en casa descansando, pero, por supuesto, no hubo forma de convencerlo. "Cuatro ojos buscan mejor que dos", aseguró y me persiguió a todas partes.
No obstante, tras seguir su reciente rastro, los tres acabamos delante de una extraña barrera en un remoto lugar.
Xiao, sin decir nada, la traspasó sin ningún problema y se alejó de nosotros. Sin embargo, cuando Al intentó hacer lo mismo, "algo" no se lo permitió.
Desconcertada, extendí el brazo y sentí una mágica e invisible presión. Era similar a la que rodeaba el santuario al que solía acudir el adeptus cuando su maldición lo asolaba. No obstante, con un poco de fuerza... lograba hacerla vencer.
Tomé a Al de la mano y, con un empujón, ambos conseguimos acceder "al otro lado".
-Albedo: una ciudad oculta... -quedó boquiabierto.
Su ansia investigadora se despertó, iluminando sus azules ojos. No obstante, pronto se contuvo al recordar por qué estábamos allí.
Contemplé, a lo lejos, a Xiao saltando de un lugar a otro. No obstante, aquel lugar tampoco era pequeño, por lo que quizá debíamos cambiar de estrategia.
Además, había algo extraño en aquella ciudad que, dada la intensa energía de su ambiente, borraba todo rastro.
Me aproximé hasta un tendero cercano.
-Aria: perdone, ¿ha visto a una niña de pelo verde y largo, que correteara por aquí a solas?
Sabía que al adeptus no se le ocurriría pedir ayuda a nadie, ni siquiera información, pero yo era mucho más práctica.
-Tendero: ¡oh sí! ¿Cómo olvidarla? –asintió con la cabeza, y ambos nos regocijamos en nuestra suerte-. La hija del Cazador de Demonios, sí...
-Aria: ¡exacto! –confirmé, un poco ansiosa-. ¿Sabe dónde ha ido?
-Tendero: sí... -miró hacia un punto alto de la montaña, donde había un gran templo tradicional de madera-, ahí mismo.
***
Aria
24 de Enero – 8:13 AM
Liyue – Profundidades adeptus – Templo de Ming-yue
Antes de llamar a la puerta, Al propuso que investigáramos las cercanías, por si acaso. Solía tener buen juicio, por lo que así lo hicimos. Sin embargo, salvo un misterioso silencio, no encontramos nada sospechoso.
-Aria: ¡¿hola?! –llamé, elevando la voz, en la entrada. Temía que fuera un templo abandonado.
Alguien abrió la puerta tras unos minutos.
Era una mujer hermosa de cabello rojo, recogido en un peculiar y gran moño. Vestía un gigantesco kimono que me sorprendió que le permitiera el paso, incluso parte de sus bajos eran arrastrados por el suelo.
Al vernos, hizo una rara mueca que captó la atención de mi hermano. No obstante, no duró más que un breve instante, pues pronto sonrió.
-¿?: Aria, ¿verdad? –parecía saber quién era.
-Aria: sí, soy yo... -respondí, sorprendida-. ¿Cómo sabes mi nombre?
-¿?: Preservadora me ha hablado de ti –explicó, ocultando una risita tras un abanico rojo-, e incluso fui a tu boda –no me asombró del todo, ya que a aquella ceremonia acudió casi todo el mundo. No obstante, tuve que contener el dolor que me provocó ahora recordar aquel maravilloso día... con Xiao-. Mi nombre es Ming-yue, encantada de conocerte... -hizo una leve reverencia-. ¿Queréis pasar y tomar un té?
-Albedo: sí, gracias –respondió súbitamente, fingiendo una sonrisa.
"Ha captado algo, ¡ese es mi hermanito!", pensé, orgullosa.
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El Pecado del Alquimista 4 [+18] (Genshin Impact)
Fiksi PenggemarCuarta parte de El Pecado del Alquimista. Tras el duelo a muerte, el alma de Xiao será sometida ante las tinieblas del deshonor. El más perverso temor lo hará caer en desgracia, mientras Albedo se alzará sobre sus cenizas y se dispondrá a abrir la c...