Capítulo 43

670 99 24
                                    

Aria

25 de Enero – 06:26 AM

Liyue – Profundidades adeptus – Templo de Ming-yue

Comencé a darme cuenta de que mi hermano habría tenido que hacer "algo" a cambio de conseguir aquella última pista. Debido a la preocupación por Kairi y el desaliento por Xiao, ni siquiera había caído en ello. No obstante, ahora quedaban pocos minutos para la posible apertura del portal del espejo, así que la tensión se podía palpar en el ambiente.

Nos encontrábamos delante del artilugio, prestos a lanzarnos a donde fuese necesario. En aquella espera en el templo, deduje que, si Xiao no estaba también allí, sería porque Ming-yue no se lo habría permitido.

Una vez procesado lo ocurrido con más frialdad, quería pensar que aquel encuentro sexual nació de la desesperada situación en la que nos encontrábamos. Sólo tenía que recordar lo que pasó también en aquella desagradable comida. No era normal ver al Cazador de Demonios sometido ante nada, por lo que comprendí que estaría intentando recabar información de Kairi por su propia vía. No obstante, aquel "te amo" seguía ardiendo igualmente en mi corazón. Y, de alguna forma, percibí que... no era la primera vez que intimaban. Era ahora intuición femenina.

Había algo entre Ming-yue y Xiao.

-Albedo: ¡se está abriendo! –gritó, de pronto, sacándome de mis pensamientos.

Y no mentía. Se formó una larga obertura en mitad del espejo, que fue ensanchándose hacia los lados.

En su interior, se podían entrever tinieblas. No tenía buena pinta.

-Aria: creo que será mejor que te quedes aquí –sostuve, al analizar aquel destino.

Clavó la mirada en mí, absolutamente ofendido, y, en un rápido descuido mío, sencillamente, saltó dentro sin miramientos.

-Aria: ¡¿AL?! –chillé.

Y no dudé en ir tras él.

***

Cuando caímos "dentro del espejo", un mundo frío y oscuro nos recibió. Había toda clase de extrañas y densas tinieblas a nuestro derredor, lo que iba a dificultar notablemente cualquier tipo de búsqueda.

-Aria: ¡te dije que te quedaras! –grité, enfadada.

No obstante, haciendo caso omiso a mi berrinche, se levantó y sacudió un poco sus rodilleras de hierro.

Entonces, me ofreció su mano para levantarme. Yo la rechacé y me incorporé por mí misma.

-Albedo: eres una rencorosa –me mostró su habitual espléndida sonrisa, capaz de borrar mi animosidad en segundos.

-Aria: y tú un inconsciente –repliqué, fingiendo seguir estando molesta-. Quédate detrás de mí y ni se te ocurra alejarte.

-Albedo: caminaré a tu lado, Aria –dejó claro.

"¡Iba a acabar golpeándolo!", pensé, frustrada con su cabezonería.

Evitando una más que esperable discusión, inicié la marcha, aunque no supe muy bien a dónde me dirigía. Simplemente, lo hice hacia delante.

Detrás de nosotros sentimos cómo el portal se cerraba.

-Albedo: esperemos que se vuelva a abrir –bromeó, intentando restar tensión a la situación.

Pero a mí aquel lugar me daba escalofríos.

***

Aria

25 de Enero – 07:47 AM

¿?

En la oscura nada, era casi imposible llevar la cuenta del paso del tiempo. No obstante, intuía que llevábamos más de una hora sin poder atisbar "algo", ¡lo que fuese!, a nuestro derredor.

De vez en cuando, cierto era que podía entrever siluetas que se aproximaban a nosotros. No obstante, en cuanto parecían analizarnos mejor, volvían a alejarse y a perderse en la inmensidad. Nunca sabría si era por mí... o por el dragón de mi hermano.

-Aria: ¿dónde demonios estamos? –pregunté al aire, pues sabía que ninguno de los dos teníamos la respuesta.

-Albedo: parece otra dimensión... -trataba de deducir, preocupado quizá por nuestro porvenir.

-Aria: Kairi debió perderse –aquello era ya para mí una certeza. ¡Nadie podría orientarse en aquel lugar, y menos una niña!-, pero, por el momento, no parece peli... -callé cuando me volví hacia mi hermano para observarlo y no lo encontré a mi lado- ¡¿AL?! –grité, en pánico. Y comencé a examinar mi derredor, desesperada por hallarlo-. ¡¡¡¿¿¿AL???!!!

El Pecado del Alquimista 4 [+18] (Genshin Impact)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora