Aria
21 de Enero – 3:02 AM
Liyue – Pantano Dihua – Casa de Aria y Xiao
En mitad de la noche, cuando Al ya se había dormido, yo ya no podía más. Salí de la cama y me dirigí a la habitación principal.
Con intensa desesperación, saqué rápidamente una caja de debajo de la mesa y rebusqué en su interior.
-Aria: esto me calmará un poco... -musité, en cuanto cogí dos "juguetes" en concreto.
Si seguía cerca de Al con aquella sequía sexual, ¡iba a acabar haciendo de todo! Y yo... por una vez... de verdad quería conseguir ser fiel. Sin embargo, pasar de estar a diario teniendo relaciones con Xiao, a cero, era un verdadero calvario para alguien tan activo como yo en aquel aspecto.
-Aria: aún recuerdo cuando los compré -reía por dentro, rememorando su reacción.
"-Xiao: ¡¿Por qué demonios quieres un sustituto mío?! -espetó entonces.
-Aria: desde mi embarazo, ya no me dejas, prácticamente, ir a patrullar contigo y las noches se hacen muy largas –me quejé.
Incluso recordé cómo me besó ardientemente en aquel momento.
-Xiao: prefiero que estés completamente ansiosa cuando regrese –sonrió con picardía"
Y, nada más traer a mi mente al adeptus, mi cuerpo se encendió.
"Cómo te echo de menos en todos los aspectos, idiota...", pensé, mucho más ansiosa de lo que él hubiera sido capaz de fantasear.
Me metí en nuestra cama y, bajo las sábanas, me coloqué el vibrador en un placentero punto. Y, tras recibir los primeros temblores, fui metiendo el consolador por mi vagina.
Entonces, mi imaginación se colmó de Xiao y fue más que efectivo, porque el placer escaló a niveles insospechados. Tal vez había pasado demasiado tiempo sin... nada. No obstante, sujetar ambos instrumentos "ahí abajo" no era nada fácil. De hecho, era un tanto incómodo por mucho que intentaras concentrarte en su trabajo.
Por supuesto, vinieron más recuerdos subidos de tono:
"-Xiao: ¿qué tenemos aquí? –continuó con aquella malvada sonrisa, mientras manoseaba, bajo mi falda, mis dos nalgas con sus ahora frenéticas manos-. ¿Debería castigarte sin que te folle, señorita criada?
-Aria: ¡ni se te ocu...! -callé cuando me di cuenta de que estaba saliendo del rol y, rápidamente, regresé a la actuación-. ¡No, por favor, señor! –supliqué, con una voz aguda y caprichosa.
-Xiao: ¿cuánto lo quieres? –su mirada era demoníaca."
Pero se me estaban resbalando de las manos los dos juguetes, por mucho "humor" que tuviera.
"Maldita sea...", me lamentaba, profundamente frustrada.
Y la puerta se abrió.
Yo... entré en shock.
-Albedo: deberías usar el pestillo para hacer esta clase de cosas –suspiró, al ser evidente el zumbido de uno de los dos juguetes-. ¿Y si los niños entraran?
Iba a morir de vergüenza, muy en serio.
No obstante, agradecí que al menos una manta cubriera... el asunto principal.
-Aria: emm... yo... y-yo... nno... -tartamudeaba.
Pero el mayor temblor acaeció en mi cuerpo cuando mi hermano se adentró en la estancia y cerró el pestillo a sus espaldas con sólo uno de sus dedos.
ESTÁS LEYENDO
El Pecado del Alquimista 4 [+18] (Genshin Impact)
Fiksi PenggemarCuarta parte de El Pecado del Alquimista. Tras el duelo a muerte, el alma de Xiao será sometida ante las tinieblas del deshonor. El más perverso temor lo hará caer en desgracia, mientras Albedo se alzará sobre sus cenizas y se dispondrá a abrir la c...