Albedo
27 de Enero – 20:58 PM
Liyue – Hotel Goztamiel – Suite primordial
Ganamos su propio reto. Un reto que parecía imposible, pero que, igualmente, sacamos adelante de algún modo. Y, por primera vez, agradecí tener aún restos de afrodisíaco en mi cuerpo. De otro modo, por mucho que hubiera fingido, mis reacciones hubieran hablado por sí mismas.
-Ábaco: lo reconozco, estaba equivocado –asintió con la cabeza, cuando terminé de vestirme y salir de la cama-. ¡Vuestra química es increíble! ¿Cómo es posible que la hayáis ocultado tan bien a mis ojos?
Era evidente que nos habría estado vigilando, pero ya no tenía importancia alguna. Lo principal estaba claro:
-Albedo: abre esa maldita puerta –no pude evitar ordenarlo con, además, una mirada atestada de rabia.
Rió y se recolocó el abrigo sobre los hombros. Debido a su peso, se le deslizaba, poco a poco, hacia los lados.
-Ábaco: está bien, está bien.
Cumpliendo con la parte del trato, se acercó a la dichosa puerta. Realizó un extraño movimiento con su mano y giró, entonces, el pomo. Un simple gesto que nos había costado caro.
"Aria, voy a por ti... Aguanta", pensé, mientras veía cómo la larga tabla de madera se apartaba para abrirnos el paso.
No obstante, cuando los tres contemplamos lo que había tras aquella puerta, quedamos todos boquiabiertos.
El suelo... estaba lleno de cristales rotos. Y aquella imagen a ambos nos trajo malos recuerdos. Sin embargo, no era lo que estábamos temiendo. Aunque... tampoco muy distinto.
-Ábaco: ¡¿Pero qué?! –fue el primero en gritar ante aquel sinsentido.
A primera vista, parecía que alguien había roto la ventana para poder acceder a aquella habitación.
-Ábaco: ¡no! ¡no! –siguió gritando, y se adentró, rápidamente, en el interior de su pequeño museo-. ¡¿Quién se atrevería a robarme por la espalda?!
¿Y qué era lo que habían robado? ¡Cómo no! Aquel maldito espejo.
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El Pecado del Alquimista 4 [+18] (Genshin Impact)
FanfictionCuarta parte de El Pecado del Alquimista. Tras el duelo a muerte, el alma de Xiao será sometida ante las tinieblas del deshonor. El más perverso temor lo hará caer en desgracia, mientras Albedo se alzará sobre sus cenizas y se dispondrá a abrir la c...