Capítulo 64

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Sasha

27 de Enero – 13:28 PM

Liyue – Hotel Goztamiel – Pub

Por nada del mundo iba a dejar pasar la oportunidad de tirarme a aquel hermoso hombre. No me esperaba encontrar semejante belleza en la feria, pero había acudido a la misma para desinhibirme, así que aquello sería lo que haría. Mi novio tenía sus reticencias, pero, lo admitiera o no, lo estaba disfrutando tanto como yo.

Además, tener relaciones en espacios abiertos y públicos, aunque ahora no hubiese nadie más en aquel establecimiento, era más que excitante. En cualquier momento, podía venir alguien y contemplar con interés cómo manoseaba a aquel ahora débil pelirrubio.

Por supuesto, cuando bebió aquella droga (un calmante con afrodisíaco), nosotros cumplimos nuestra parte del trato. Llevábamos años trabajando en el mercado negro y sabíamos algo más de Ábaco. Era un adeptus poderoso que hacía unos pocos siglos cambió las armas por el sector hotelero. Un giro de ciento ochenta grados que sólo él parecía comprender. Se hizo de oro, sobre todo cuando mezcló las orgias, y otras diversiones, entre uno de sus tantos servicios. Si querías llamar su atención... más te valía mostrarle que no tenías vergüenza alguna. Y mi novio, cuando lo provoqué en la sauna con unos pocos bailes, demostró no tener ninguna.

-Sasha: tus labios me están enloqueciendo –tenía que soltar, mientras saboreaba su carnosa boca-. Albedo te llamabas, ¿verdad?

Él hizo caso omiso.

Cuando su cuerpo comenzó a debilitarse, lo tumbé sobre el largo sofá y yo me coloqué encima de él. Aquel joven era una obra de arte. Incluso, en más de un instante, me quedé hipnotizada, sencillamente, con su rostro.

-Freddy: espero que te des prisa –masculló entre dientes. No le gustaba mucho ver cómo me tiraba a otro hombre, pero, al final, siempre me encaprichaba.

-Sasha: el resto del año seré toda tuya, Freddy –prometí, feliz de aquella captura y atisbé cómo el pelirrubio intentaba levantar sus brazos, sin éxito-. Por un buen rato, no vas a poder moverme mucho... pero, no te preocupes, yo me encargaré de todo.

-Albedo: entonces espero también que te des prisa –no me importó mucho escuchar, porque me aseguraría de alargar aquel encuentro lo máximo posible. Aquella belleza lo merecía.

Volví a besarlo y, esta vez, me encargué de meter mi lengua hasta el fondo de su boca. Él revolvió su cabeza ante aquella repentina invasión, pero yo lo tenía bien sujeto por los costados. Me encantaba incluso sentir aquel dorado cabello entre mis dedos.

Jugué dentro de él por un rato, mientras fantaseaba con todo lo que iba a hacerle. Después, saqué mi lengua para llevarla a su cuello.

Le desaté varios botones de su camisa.

"Pedazo mordisco...", pensé, nada más atisbar aquella marca en el bajo de su cuello. "Le debe gustar el sexo salvaje", deduje y me propuse a dárselo al máximo nivel. Al fin y al cabo, su imagen me provocaba un estado de salvajismo potente, así que no sería ningún inconveniente para mí.

-Sasha: te voy a hacer de todo –sin duda, ya estaba enloqueciendo.

No obstante, una voz más me sacó de mi ensimismamiento:

-¿?: quizá en otra ocasión –enmudecí al escuchar un varonil tono frente a mí.

De pie, otro hombre de atractiva apariencia, se había acercado a nuestro sofá. Su cabello era un poco caótico, pero su apariencia completa era como para babear a mares. Tenía un aire sádico, con aquellos cuernos en su única hombrera y con aquellos ojos dorados e intimidantes, que me hicieron desear que aquel hombre me estampara contra la pared.

El Pecado del Alquimista 4 [+18] (Genshin Impact)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora